Juan Monteverde y Axel Kicillof le darán otra tuerca de vuelta al vínculo político que los une y se profundiza con una actividad en Rosario este viernes. El gobernador bonaerense no estará en persona, pero sí su ministro de Gobierno Carlos Bianco, una suerte de canciller que cruzará el Arroyo del Medio para abrazar a la figura más prominente de la oposición rosarina.
La actividadestá organizada por el Gobierno de Buenos Aires y la Fundación Ciudades sin Miedo. Monteverde y Bianco compartirán el panel de cierre. Estarán además disertando sobre “Desafíos Urbanos” Romina Barrios y Aníbal Portillo, ambos miembros del Organismo Provincial Integración Social y Urbana (OPISU) de la gobernación bonaerense.
El seminario interprovincial sobre procesos de integración sociourbana y acceso al hábitat es una muestra más de la frecuencia de trabajo que manejan los equipos de Kicillof y los de Monteverde. La apuesta es darle sustento, “con agendas concretas, a un proyecto generacional de futuro”, según cuentan a Letra P en el campamento de Ciudad Futura.
Kicillof-Monteverde: trabajo conjunto más allá de la rosca y de la foto
A fines de marzo, cuando firmó con Maximiliano Pullaro un convenio de colaboración por el tema seguridad, Kicillof mantuvo un encuentro con Monteverde, lo citó en su discurso y se tomó una foto con él. Una forma de exponer en público la alianza en la que vienen trabajando.
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El acercamiento le permite a Kicillof sumar Rosario como otro mojón en el tour transversal que se propuso y que se inicia en Chubut. Monteverde es un socio ideal en ese plan: es una figura consolidada en la política local y hace tiempo decidió asociarse con sectores del peronismo, como el Movimiento Evita, que le permitieron ensanchar su caudal electoral.
Desde Rosario sin Miedo, la alianza entre Ciudad Futura y el Movimiento Evita entre otros sectores, Monteverde se arrima al fogón de un dirigente nacional que se proyecta como presidenciable para 2027 y que fortalece su propio deseo de gobernar Rosario.
El ex candidato a intendente entendió que después de haber caído por estrecho margen con el intendente Pablo Javkin debía tomar la representación de casi la mitad de la ciudad que apoyó su candidatura. Por eso le llevó un plan de gobierno –con especial énfasis en el tema seguridad– y cerró un acuerdo para apoyar la candidatura de Sergio Massa.
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Sergio Massa y Juan Monteverde en la firma de un compromiso de políticas públicas
Javier Milei al poder y una construcción a futuro
El triunfo de Javier Milei, que Monteverde lee como un “fracaso de la política”, lo llevó a “dividir su tiempo”, según explicó a Letra P: cumplir con su mandato como concejal y trabajar al mismo tiempo para ensanchar un espacio, con temas de gestión concretos, y “más allá de las fronteras partidarias e ideológicas”.
“Que no sea sólo una foto. No rosquear, trabajar. Armar proyectos y cambiar la cultura política”, asegura el rosarino.
Monteverde ve en Kicillof no sólo el peso de un gobernador que maneja el territorio en el que habitan el 40 por ciento de los argentinos. Lo señala, además, como un dirigente clave de una nueva generación que tendrá, “más temprano que tarde”, la responsabilidad de gobernar el país.
En esa sintonía, hay dos temas que están en la génesis del movimiento de Monteverde y su fuerza y a los que ahora le ponen particular interés: seguridad y urbanización. El rosarino cree que si no se resuelve el tema de la seguridad no será posible gobernar no sólo su ciudad, sino las principales urbes de Latinoamérica. Para eso, pero también para contener e integrar a una porción de la población postergada, es que le pone especial énfasis al tema hábitat en las agendas de trabajo que mantiene abiertas con los equipos de Kicillof o con la Fundación Fundar.
Contacto permanente y una base para ensanchar
El contacto entre el gobernador y el concejal es permanente. La agenda de Kicillof le impidió estar este viernes en Rosario. La idea es, en las próximas semanas, generar un encuentro del que participen ambos y al que se sumen distintos sectores.
Monteverde, en su construcción local, destaca a los sectores del peronismo, pero también de distintos sindicatos y organizaciones sociales que se atrevieron a dar un primer paso para aliarse con Ciudad Futura. “Tenemos que sumar nuevos actores y lograr una alianza más amplia”, se entusiasma ahora.
Más peronismo y más piezas desgranadas del ex Frente Progresista santafesino, que en buena parte se reconvirtió en Unidos, están entre sus objetivos. Porotos que suman para el redil del rosarino, pero que, en un futuro no tan lejano, también pueden sumar al proyecto que Kicillof cocina pensando en 2027.