LOS JUEGOS DEL HAMBRE

Comedores: la tercerización religiosa de Sandra Pettovello, en capilla

El evangelismo, sobrepasado. Cáritas suma fondos propios. Hay coincidencia en que los movimientos sociales deben ser partícipes. Los números de la asistencia.

Lo que aparentaba ser un plan salvador para sacar a los movimientos sociales del manejo de la distribución de alimentos para los comedores populares, le está trayendo más problemas que soluciones a Sandra Pettovello. A poco más de dos meses de su instrumentación, la ministra de Capital Humano evalúa recalcular estrategias.

La decisión de tercerizar la ayuda a través de organizaciones de la Iglesia católica y el evangelismo, resultó no estar tan aceitada como preveía la funcionaria a principios de febrero; y ya hay quejas porque la asistencia llega a cuentagotas o con retrasos a los centros comunitarios de todo el país.

La Conferencia Episcopal Argentina volvió a advertir este viernes sobre estas situaciones en "tiempos difíciles" del país. "A muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque la jubilación no alcanza; cierran comedores comunitarios por falta de asistencia y muchos vecinos se quedan sin la posibilidad de esa comida en el día", puntualizó en un mensaje final al termino de la asamblea plenaria de obispos.

Más allá de suscribir el acuerdo con Pettovello, por el que recibió $ 310 millones para la compra de alimentos, desde el minuto uno Cáritas Argentina evaluó “injusto” que la administración libertaria excluyera de este sistema a otros servicios, programas o redes de comedores. Por eso, la entidad reclamó la reincorporación de esas organizaciones sociales acusadas por el Gobierno de ser manejadas por punteros políticos, a los que el mileísmo define como "gerentes de la pobreza".

La cantidad de comedores, la duda eterna

Tras recibir $ 177 millones para comprar alimentos y tener los primeros inconvenientes para su distribución, la Asociación Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) reconoció que se “metió en un lío” al asumir esa responsabilidad. “Tuvimos que hacernos cargo de esa logística que requiere mucho esfuerzo, porque era una estructura nacional que estaba enfocada a través de organizaciones sociales”, dijo su presidente, el pastor Christian Hooft, en declaraciones a un canal cristiano.

A estos problemas de logística se suma que las instituciones religiosas detectaron diferencias en la cifra real de espacios de contención alimentaria, en comparación con los datos relevados por la cartera de Pettovello. En muchos casos también se comprobó que el número de personas que acuden a esos lugares se cuadriplicó en dos meses, a raíz de que más familias están cayendo por debajo de la línea de pobreza como consecuencia del plan de ajuste libertario.

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Sandra Pettovello cambia la forma de ayudar a comedores

Sandra Pettovello cambia la forma de ayudar a comedores

El Registro Nacional de Comedores (Renacom) consigna que hay unas 45.000 instalaciones de contención social alimentaria, pero Javier Milei aseguró en una entrevista que “la mitad de los comedores registrados no existen”.

Aciera señala que, en febrero, al recibir los fondos gubernamentales para comprar alimentos, asistía a 723 comedores y que dos meses después se duplicó, al llegar a los 1.800.

Cáritas suma fondos propios

“La ayuda que más ayuda es la que se organiza”, es el lema de Cáritas. La institución católica, que preside el obispo quilmeño Carlos Tissera, también participa de los programas de la cartera de Pettovello para comprar alimentos para los comedores comunitarios.

Fuentes de la organización caritativa consultadas por Letra P dieron un detalle pormenorizado de cómo llevan adelante la estrategia de distribución y de relevamiento “continuo” de centros comunitarios con asistencia alimentaria a nivel nacional.

“Actualmente, tenemos los datos de 2.215 centros con estos servicios alimentarios: entrega de bolsones y de viandas para merenderos y comedores, donde se atienden a 419.792 personas”, puntualizaron.

Cáritas indicó que le sigue presentando al Ministerio de Capital Humano listados con centros de asistencia alimentaria y se sigue trabajando en convenios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para alimentos secos.

“También se asisten con fondos propios, provenientes de donaciones, que llegan a 55 diócesis, con cerca de $ 150 millones para alimentos”, destacó la fuente de la organización eclesial.

Sandra Pettovello reivindica el modelo de asistencia

Mientras las organizaciones sociales y piqueteras mantienen comedores con la solidaridad de quienes trabajan en los barrios populares y reclaman volver a ser parte de los programas de ayuda alimentaria, Pettovello reivindica el nuevo sistema en clave eclesial.

“La Tarjeta Alimentar es para nosotros la política más eficiente a la hora de asegurarnos que no haya un argentino que pase hambre: llega de forma directa al bolsillo de 3,8 millones de personas sin ningún intermediario”, destacó la cuenta de Twitter del Ministerio de Capital Humano.

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La cartera social de la administración libertaria sostiene que la inversión en políticas alimentarias para 2024 será de $ 1.588.000.000.000.

Asimismo, destacó que cuenta con el PNUD, que involucra a 3.000 comedores y tiene mecanismos de auditoría internacional; y detalla que “en los últimos dos meses se han aumentado las partidas un 75% y se firmaron nuevos convenios”.

Sandra Pettovello reza con pastores evangélicos
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.

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