Mientras prepara su interna con Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich sumó poder en la Cámara de Diputados: su protegida Sabina Ajmechet será presidenta de la comisión de Libertad de Expresión, en reemplazo de Waldo Wolff, quien renunció a su banca en diciembre para sumarse al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Wolff era aliado de Bullrich en 2020, cuando fue elegido para ese cargo, pero el año pasado se alejó para trabajar con Larreta. La exministra logró mantener el lugar con Ajmechet, una politóloga que llegó al Congreso en las últimas elecciones legislativas, en la lista que encabezó María Eugenia Vidal. Las presidencias de comisiones siempre aportan una cuota de poder interno que Bullrich no quiso ceder.
Ajmechet no la pasó bien en campaña, porque le recordaron viejos tuit suyos en los que negaba la soberanía argentina en las islas Malvinas. "Las falkland islands son de los kelpers", había posteado. Tuvo que pedir disculpas.
Si bien la actividad legislativa es escasa este año, la diputada anticipó una agenda de trabajo, junto a la oficialista mendocina Liliana Paponet. Consiste en invitar a relatores internacionales para exponer sobre libertad de expresión en procesos electorales y evaluar los desafíos de la inteligencia artificial, ya sea por el lado de fake news o en cuestiones de la cotidianeidad. "La libertad de expresión siempre será un desafío allí", consideró.
El otro tema que planteó Ajmechet es el acoso a los periodistas de Rosario por el narcotráfico en la ciudad santafesina. "Queremos darle continuidad a una iniciativa que tuvimos con Fopea y sumar a otras asociaciones involucradas". La interna del PRO sobrevoló en la reunión, tal es así que la vacante de la secretaría de la comisión la ocupó Silvia Lospennato, quien es parte del equipo de campaña de Larreta.
La comisión de Libertad de Expresión no recibe proyectos para tratar, pero oficia de foro sobre debates públicos sobre casos de censura, algunos de repercusión pública. El año pasado, Wolff recibió una denuncia del periodista Jorge Rial por su despido en el canal América TV. Lo invitó a exponer, pero prefirió no asistir, porque debía cruzarse con el dueño de la señal, Daniel Vila, a quien había denunciado por amenazas. "Sólo intentaron cumplir burocráticamente y poner en el mismo plano al empresario de medios poderoso que amenaza con la victima. Una locura que no sorprende de ignorantes con carné", rechazó la invitación el periodista, en su cuenta por Twitter.
Otra denuncia que se trató el año pasado fue la del diputado Ricardo López Murphy por un escrache que sufrió en la Universidad de Buenos Aires. Pero no encontró respaldo del Frente de Todos. “Parte de la libertad de expresión es que todos los sectores puedan expresarse”, lo cruzó el oficialista Pablo Carro.