Juntos por el Cambio (JxC) se rompió en Tucumán. A las 20 de este lunes venció el plazo que estableció la Junta Electoral Provincial (JEP) para la inscripción de las alianzas y/o frentes electorales que participarán de las elecciones provinciales del 14 de mayo y no hubo acuerdo entre las principales fuerzas de la oposición para encolumnar a todas sus tribus detrás de un mismo sello. Fracasaron los diálogos sobre la hora que mantuvieron el intendente de San Miguel de Tucumán, el larretista Germán Alfaro, y el jefe de la UCR local, Roberto Sánchez, que se disputan la cabeza de la fórmula que deberá enfrentar al oficialismo en menos de 70 días.
El último intento se produjo tres horas antes de que expirara el plazo, en una oficina de un hotel de una cadena internacional ubicado en la zona del exMercado de Abasto, en San Miguel de Tucumán. Una fuente confió a Letra P que Alfaro estuvo acompañado por su secretario de Gobierno, Rodolfo Ocaranza, mientras que Sánchez estuvo junto a sus pares boinas blancas José Cano, exdiputado nacional; Mariano Campero y Sebastián Salazar, intendentes de los municipios de Yerba Buena y Bella Vista. También participó Pablo Walter, uno de los interventores del PRO, designado hace dos semanas y hombre de confianza del expresidente Mauricio Macri.
Una vez más, los referentes analizaron distintos escenarios para una hipotética fórmula, dejando ya de lado por cuestiones operativas y de tiempo que la solución surgiera de una interna. Sí avanzaron en que el orden debería dirimirse con encuestas en la mano, de empresas consideradas serias e imparciales y aquí surgieron las primeras diferencias. "Los dos mostraron resultados de sondeos que los favorecían, de distintas encuestadoras, pero se trabó el diálogo cuando se avanzó sobre las nombres", contó un operador a este medio.
El radicalismo insistió en que accedería al pedido de Alfaro de reservarse para sí la elección del candidato a intendente en San Miguel de Tucumán, si la fórmula era encabezada por Sánchez, con el intendente larretista como compañero de fórmula. También ofreció la alternativa de que si, Alfaro encabezaba el binomio, la UCR elegiría quién encarnaría la candidatura a intendente de la capital tucumana. Allí se empantanó todo y el cónclave finalizó una hora y media más tarde sin "humo blanco". Quedaron en verse de nuevo alrededor de las 19, pero el acuerdo no fue posible porque ambas partes no se movieron de sus pretensiones.
Fueron cinco los frentes que finalmente se inscribieron en la JEP, de acuerdo a su vocero, Carlos Amaya. En orden cronológico, el primero fue el oficialista Frente de Todos por Tucumán, que propone a la fórmula integrada por Osvaldo Jaldo y Juan Manzur, como gobernador y vice. El segundo fue Juntos por el Cambio, que inscribieron el radicalismo y Propuesta Ciudadana; y el tercero fue el Frente Juntos para Cambiar Tucumán, que presentó el partido Compromiso Ciudadano Independiente, cercano a Alfaro. Este lunes se sumó el Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad, que integran el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y el Partido Obrero.
El último fue el Frente Compromiso PRO Tucumán, cuya inscripción fue presentada por los partidos PRO y Compromiso por Tucumán. Llamó la atención que en ninguno de los sellos estuviera presente el Partido por la Justicia Social (PJS), cuyo presidente es Alfaro. Esto implica que está imposibilitado de integrar una alianza, pero sí puede llevar candidato a la gobernación, aunque en soledad.
"Hoy fue imposible, hubo mucha tensión, pero continuará el diálogo", señaló un dirigente opositor a Letra P. Las últimas esperanzas están depositadas en una posibilidad, la última, para que Alfaro y Sánchez se pongan de acuerdo. El 12 de abril expira el plazo para presentar las listas y hasta ese día es posible que un frente (que responda a alguno de los referentes opositores) se baje y se eleve a la JEP el binomio Alfaro-Sánchez o viceversa. "Era importante dar una señal de unidad a la sociedad, pero fue imposible. Igual, se hará un nuevo intento", reflexionó un alfarista.
Como contó Letra P, el titular de la UCR, Gerardo Morales, viajó a la provincia y buscó interceder junto al exdiputado Germán Wechsler, el enviado de Larreta, para llegar a un acuerdo. Este domingo, ya había realizado un intento infructuoso para lograr la unidad el expresidente Mauricio Macri, quien mantuvo un diálogo telefónico con Sánchez, en el que el primero le habría pedido que hiciera todos los esfuerzos para que JxC se uniera. Sin embargo, fracasaron los buenos oficios del líder amarillo y no pudo ser.
Al cierre de esta nota, el PRO emitió un comunicado en el que señaló que "JXC es mucho más que un partido y que quienes circunstancialmente lo puedan liderar en esta elección, tal como lo indican todas las encuestas. Mientras exista algo de tiempo, bregaremos como lo hicimos esta tarde para sentar a todas las partes y conformar un único frente liderado por Alfaro y Sánchez en el orden que se consensúe".
"Mientras tanto y al solo efecto de dar cumplimiento con el cronograma electoral presentamos un frente (Compromiso PRO Tucumán) solo para los cargos legislativos que luego se acoplará a la fórmula" para la gobernación, cierra el texto. De este modo, la alianza opositora apuesta a una ventana que le permita suturar las heridas que provocó la división. No obstante, Letra P mantuvo diálogos telefónicos con referentes de ambos espacios que admitieron que la señal que se dio este lunes ante la sociedad no fue positiva. Por separado, tampoco se mostraron muy entusiasmados en asegurar que efectivamente habrá fórmula compartida entre los máximos referentes de la oposición tucumana. De ser así, el oficialismo local tendrá el camino allanado para garantizarse cuatro años más en la Casa de Gobierno.
No deja de ser paradójico: la coalición que hace del republicanismo un estandarte, ahora le prende una vela a la castigada ley de acoples para maquillar una fractura.