Los jefes de bloque desconocen una negociación, pese a que sus gobernadores pidieron bajar la sesión del canje de la deuda. Los tiempos parlamentarios.
Miguel Pichetto, jefe del bloque Encuentro Federal, uno de los que necesita el Gobierno para aprobar el Presupuesto.
"No la veo", "nadie me dijo nada" y "a mí no me avisaron": así son las respuestas de los jefes de todos los bloques opositores sobre la posibilidad de incluir el proyecto de Presupuesto en sesiones extraordinarias, como dejó trascender el Gobierno este martes para bloquear -con éxito- la sesión en la Cámara de Diputados convocada para tratar el DNU del canje de deuda.
El dato de una negociación abierta, que surgió en el Congreso y en la Casa Rosada, fue tomado como gesto por los gobernadores de todos colores políticos para dejar vacías las bancas que necesitaba el Gobierno. Luego, las provincias fueron a la carga para pedir un cronograma, que hasta el momento no existe. Huele a trampa, según fuentes parlamentarias.
Las fuentes del oficialismo no niegan que se haya hablado de retomar la negociación por le Presupuesto, pero insisten en que la administración libertaria no cederá en el déficit cero y de ninguna manera tendrá en cuenta los reclamos de los gobernadores que puedan implicar aumentos de gastos.
"Puede estar en extraordinarias el Presupuesto y la eliminación de las PASO", era la información que circulaba sobre el mediodía en círculos libertarios del Congreso y se replicó en la Casa Rosada luego de frustrada la sesión. Pero los jefes parlamentarios, de todas las fuerzas, nunca fueron informados de esa posibilidad, desconocen la negociación y ni siquiera creen que pueda materializarse con los tiempos que faltan.
Como explicó Letra P, la promesa de no cancelar ese debate del Presupuesto era condición necesaria para persuadir de dejar sillas vacías a los gobernadores que cuentan con representantes en los tres bloques convocantes de la sesión: Unión por la Patria, Encuentro Federal y la nueva bancada de la UCR (Democracia Por Siempre). Raúl Jalil (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Martín Llaryora (Córdoba), Maximino Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut), con algunos de los mandatarios que reclamaban una señal. Hasta el lunes, los gobernadores no tenían respuestas de la Casa Rosada; pero, según dejaron trascender, sí tuvieron señales de un acercamiento antes de la sesión.
Caída la sesión, con diferentes tonos, los líderes parlamentarios tiraron la bronca a los jefes territoriales por boicotearla y se desligaron de una eventual negociación. "No son los gobernadores los dueños de la posibilidad mínima y remota que le queda a Argentina de tener una hoja de ruta en materia de producción y de infraestructura. Sin Presupuesto, no está esa hoja de ruta", sostuvo Pablo Juliano, jefe del bloque DPS, que sufrió más bajas de las esperadas.
Ese bloque sólo pudo sentar a siete de sus doce miembros en la fallida sesión, porque a las influencias esperadas de Pullaro y Sadir, se sumaron las de Frigerio y los radicales Leandro Zdero y Gustavo Valdés. En Encuentro Federal fue clave el faltazo de cuatro cordobeses, por temor de Llaryora a quedar enfrentado a Milei.
El Gobierno también movió sus fichas: en los últimos días aceleró la firma de convenios de deuda con los distritos y advirtió que, si se caía el canje de deuda, se daban de baja los empréstitos que negocian todas las provincias. Córdoba y Santa Fe tienen acuerdos a suscribir con un fondo soberano de Kuwait.
Por la tarde, los diez mandatarios de partidos que integraron JxC, emitieron un comunicado con el pedido, repetido, de las cinco modificaciones en el Presupuesto que reclaman hace 14 días. Milei ya dijo que no acepta esas reescrituras porque le cuestan 3700 millones de dólares.
"Son sólo 0,3% de PBI y puede ser fácilmente compensado por otros recortes o eliminación de excepciones impositivas, que en conjunto alcanzan los tres puntos del PBI", escribieron los mandatarios de JxC en un comunicado, a la espera de un anuncio de citación de extraordinarias, que incluya al Presupuesto en el temario.
En la cámara baja, fuentes de todos los bloques consultadas por Letra P desconocen cualquier inicio de negociación del Presupuesto. "Yo no la veo. No hay tiempo. No hay indicios de un acercamiento. No sé realmente cómo harían", señaló un referente del PRO, que tiene la presión de Mauricio Macri. El sábado, el expresidente se comunicó por Zoom con los referentes de la bancada para pedir que agoten todas las instancias de negociación.
En la UCR y Encuentro Federal, los otros bloques que pueden ayudar al cuórum, no tenían noticias de una negociación sobre el Presupuesto después de caída la sesión. "Nadie nos dijo nada. Ni hoy ni ayer. No sé qué hablaron con los gobernadores para bajar la sesión, pero se harán cargo ellos", reflexionó un líder radical.
Por la noche de este martes, el titular de Diputados, Martín Menem, recibió a jefe de todas las bancadas y se desentendió de las negociaciones. "No es un tema mío", planteó, según contaron varios de los presentes. Algunos le tiraron la bronca por los rumores que circularon durante la jornada. Menem sólo confirmó que el miércoles 4 será la sesión preparatoria para elegir autoridades.
La sospecha entre los jefes de bancada es que los mandatarios negocian cuestiones de sus provincias en la Casa Rosada y luego simulan furia cuando llaman a sus representantes en el Congreso. Se conforman con remanentes de ATN, autorización de deuda o transferencia de obras. No mucho más. O simplemente prefieren mantener un canal abierto mientras otros lo cierran.
"Es tremendo cómo se desconfían entre ellos. Además, no hay gobernadores líderes que puedan llevar la delantera de una negociación", dice otro referente legislativo de la oposición.
En la oposición creen que Milei repasó los indicadores financieros y supo que sin Presupuesto, igual es creíble para los mercados por el ajuste brutal de este año. "Todos saben que van a cobrar. Con o sin ley. Por lo tanto para él no tiene sentido arriesgar", sostiene un peronista con experiencia en estas negociaciones.
Una especulación es que el Gobierno va esperar si los mercados no tienen una reacción adversa y en tal caso podría retomar el debate del Presupuesto en marzo. O en febrero. No antes.