La convivencia entre el ministro y el candidato le permitió este miércoles a Sergio Massa cinturear su primera aparición en el escenario público luego del debate presidencial. En un campo en que por momentos la tensión podía respirarse, combinó diagnósticos y propuestas con anuncios, y logró arrancar algunos tímidos aplausos entre representantes del empresariado a quienes terminó invitando a sentarse en la mesa de un eventual “gobierno de unidad nacional” a partir del 10 de diciembre.
“Una cosa es abordar, en un marco de emergencia, las dificultades frente a una crisis política; y otra cosa es tomar decisiones mirando el corto, mediano y largo plazo una vez superada esa crisis política y esa crisis de coyuntura. Ahí radica la diferencia más importante, porque una cosa es trabajar en la reparación del daño inmediato y otra es planificar la construcción del mediano y largo plazo”. Con esas palabras, Massa arrancó su exposición en la sede de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), explicando una de sus frases más resonantes en el debate presidencial ("Viene una etapa nueva, mi gobierno, no este gobierno”) del pasado domingo, pero también respondiendo el comentario que deslizó el titular de la entidad anfitriona que al presentarlo le preguntó por las diferencias entre la actual gestión y un eventual gobierno de Unión por la Patria. “Dijo que su gobierno sería distinto al actual, nos gustaría conocer sus propuestas”, había dicho minutos Alfredo González, antes del panel "Políticas para crear una Argentina productiva y federal" organizado en el marco del Consejo Directivo Federal de CAME.
Massa llegó a la sede de la CAME un poco más tarde de lo previsto y apareció cerca de las 13 flanqueado por el ministro del Interior, Wado de Pedro; el de Turismo y Deportes, Matías Lammens, y el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren, el más saludado de la comitiva.
A lo largo de sus 20 minutos de exposición anunció que desde el lunes regirá un incentivo a las exportaciones para pymes, y anticipó que la semana que viene ingresará al Congreso el proyecto de ley para la creación de Moneda Digital, algo que ya había deslizado en el debate del domingo. “Si no atacamos el 40% en negro que tiene la economía argentina nunca vamos a salir del problema”, dijo al asegurar que la economía digital “obtura la corrupción”.
En el auditorio, algunos empresarios oteaban y compartían el movimiento de la cotización del dólar blue, mientras Massa avanzaba con su discurso. El tigrense lanzó un centro que no fue respondido por los presentes: ya había hablado de los “especuladores” y los “fondos de inversión” a los que responsabilizaba de haberse llevado el 66% del préstamo que el gobierno de Mauricio Macri pidió al FMI durante su presidencia y ahora buscaba diferencias entre los medianos empresarios “que hacen cuentas para que les cierren los números” y los otros “que pontifican sobre el gasto público pero no pagan lo que les corresponde en impuestos”.
Como lo viene haciendo, cuestionó el proyecto dolarizador de Javier Milei y el bimonetarismo que propone Juntos por el Cambio. “Nosotros creemos que la salida de Argentina es a partir de un proceso de desarrollo alentando la producción y las exportaciones y consolidando el mercado de trabajo argentino”, destacó Massa, que también cuestionó a Juan Schiaretti, que apenas un rato antes había criticado la suba de precios advirtiendo sobre el riesgo latente de caer en un espiral hiperinflacionario.
“En la campaña se dicen cosas sin medir el daño. Por un voto, generan miedo e incertidumbre”, respondió Massa ante una pregunta de Alejandro Fantino, que lo entrevistó en vivo y lo consultó al respecto luego de la exposición. “No es cualquier cosa por un voto, ser más histriónico me puede agregar algún voto, pero me parece que llegó la hora de que los candidatos hagamos propuestas sobre una base de seriedad y no viendo qué frase me queda más linda para el Tik Tok”, espetó Massa.
En ese marco, propuso medidas concretas para avanzar en la formalización laboral, eximir del pago de impuestos internos a todo régimen de nuevas exportaciones que ponga en marcha cada una de las pymes, y reformar el sistema tributario. Todo frente a un auditorio con opiniones divididas ante la figura del ministro candidato. Algo que se notó en las miradas cruzadas, los ceños fruncidos y las sonrisas cómplices que se iban intercalando en la sala.
Sobre el final, Massa también puso en carpeta su posición sobre una posible reforma laboral y advirtió la necesidad de “terminar con el espiral en que se ha transformado el régimen de multas, que muchas veces le termina costando la hipoteca de la vivienda al pequeño empresario” aunque pidió tener en cuenta las particularidades de cada sector. “No es ni con palo, ni con motosierra, es con bisturí”, sintetizó echando mano a su nueva metáfora médica.