En medio de un recrudecimiento de la interna kirchnerista, Sergio Massa dio luz verde al desembarco de una tropa massista en el acto que Axel Kicillof encabezó en San Pedro el miércoles pasado, una novedad para el Frente Renovador, que venía ausentándose de todos los encuentros para evitar las esquirlas de la interna peronista.
El gesto no pasó desapercibido por nadie. Después de aliviar tensiones con el gobernador bonaerense y garantizarse la continuidad de los acuerdos por el reparto e sillones de poder en Buenos Aires, Massa apuesta por moverse como un equilibrista en la pelea entre Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner. Por lo bajo, su tropa vuelve a repetir un advertencia que ya escucharon varias veces de la boca del propio exministro: "Si rompen y van con dos listas, nosotros vamos con la nuestra".
Mientras tanto, el excandidato presidencial acelera la presión por las definiciones electorales que cree fundamentales para conseguir un triunfo en la provincia de Buenos Aires en 2025. El Frente Renovador acaba de presentar el proyecto para suspender las PASO bonaerenses en 2025, un movimiento que, dicen en el espacio, fue coordinado con Kicillof, pero que se inscribe en el menú de reclamos del massismo para que el gobernador defina cómo y cuándo se votará el año próximo.
Los acuerdos de Sergio Massa
A un año de la derrota en el ballotage contra Javier Milei, el ex ministro sigue sin volver a la escena pública y se mantiene en un segundo plano. Pero en lo político está cada vez más activo. Después del encuentro que mantuvo con el gobernador y una comitiva de ministros bonaerenses a quienes recibió en San Fernando, el tigrense envió señales de distensión con Kicillof.
La relación a lo largo del último año fue muy tensa. Los primeros cortocircuitos aparecieron ya en enero, cuando negociaron el frustrado desembarco de Malena Galmarini en el Grupo Bapro y el reparto de otros sillones de poder para el FR. En el medio quedó el único ministro del gobierno bonaerense con ADN massista, Jorge D'Onofrio, que ocupa la cartera de Transporte. Esquivó el fuego cruzado que hubo entre el kicillofismo y el cristinismo a lo largo de todo el año y este miércoles estuvo en el acto del gobernador en San Pedro.
El vínculo entre Massa y Kicillof pareció encaminarse después del encuentro de San Fernando, donde el massismo planteó su menú de reclamos para acelerar una reforma electoral que contemple la eliminación de las PASO; el desdoblamiento; y, también, algún debate sobre cambios en el reparto de bancas entre secciones. La agenda massista también tiene un capítulo judicial. El exministro habló con el gobernador sobre la situación de la Suprema Corte de Justicia provincial, que actualmente funciona con tres de sus siete integrantes. Para eso, propone una negociación amplia con la oposición que incluya también un posible recambio en la Procuración de la Corte, donde Julio Conte Grand resiste los embates.
Distensión con Axel Kicillof
El alivio de la tensión con Kicillof se plasmó en la presencia de figuras del massismo en el acto que el gobernador encabezó en San Pedro como parte de su construcción política hacia la presidencia 2027. Hasta ahora, el FR no había dicho presente en los mitines kicillofista. "Somos del Frente Renovador, otro partido, no tenemos nada que hacer ahí", explicaban.
Por eso, fue una novedad ver en el acto por el Día de la Soberanía no sólo a D'Onofrio sino también a un grupo de intendetes massistas: Javier Osuna (Las Heras), Miguel Gesualdi (San Andrés de Giles), Marcos Pisano (Bolívar) y Javier Gastón (Chascomús).
"No cambió nada. Seguimos diciendo que la interna es lo que más nos lastima como espacio y no vamos a ir a un acto donde se tiren mierda unos a otros. Esto fue institucional", fue la explicación de uno de los asistentes.
Pacto con Máximo Kirchner
Mientras despotrica contra la interna y advierte que si sigue la pelea el kirchnerismo perderá toda chance de ganar las elecciones, Massa terminó de cerrar en los últimos días un acuerdo clave con Máximo Kirchner por el manejo de la Cámara de Diputados bonaerense.
Como contó Letra P, el tigrense y el líder de La Cámpora acordaron que habrá un enroque a fin de año entre el actual presidente , Alejandro Dichiara, auspiciado por Kirchner, y el vicepresidente del cuerpo, Alexis Guerrera, hombre histórico del Frente Renovador.
El recambio había sido pactado a fines del año pasado, pero la pelea interna había puesto en duda su cumplimiento. Ahora deberán plasmarlo en una complicada logística que requiere el acuerdo de bloques de la oposición. Pero la señal es que la alianza entre Massa y Kirchner también goza de excelente salud de cara a 2025. Equilibrista, por ahora al tigrense no lo tocan las esquirlas de la interna.