ELECCIONES 2023

San Luis va a las urnas en una elección marcada por las peleas familiares

Alberto Rodríguez Saá promueve al Gato Fernández como sucesor. Enfrentará al diputado Poggi, quien armó una alianza de 15 partidos, que incluye al Adolfo. La incógnita del corte de boleta.

El domingo por la noche San Luis vivirá una feroz disputa por los votos que definirán al nuevo gobernador y otra similar por los títulos que se usarán para explicar los resultados. Hay una sola certeza: el apellido Rodríguez Saá no figurará en ninguna boleta y, por lo tanto, no debería aparecer en ningún videograph ganador. Sin embargo, el desenlace de los comicios puede provocar lecturas diversas. El gobernador, Alberto Rodríguez Saá, promueve como sucesor a Jorge “El Gato” Fernández, exintendente de Tilisarao y juez del Superior Tribunal de Justicia hasta enero. Si pierde, debería interpretarse como la primera derrota para la familia que domina la provincia desde 1983.

Claro que el único candidato que puede dar el batacazo no es una figura disruptiva en el poder puntano. Se trata de Claudio Poggi, diputado de Juntos por el Cambio y gobernador de San Luis entre 2011 y 2015 por gestión de los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá. Tanta confianza le tuvieron aquella vez que fue el único gobernador extrafamiliar en 40 años.

La experiencia no terminó nada bien: en 2015 Alberto le impidió a Poggi buscar su reelección, lo reemplazó y, tan enojado estaba, que ni siquiera quiso hacer un acto de traspaso de mando. Lo obligó a retirar sus pertenencias con escolta policial.

Cuentan en San Luis que el actual gobernador no había soportado un incipiente intento de personalismo de quien había sido su sucesor, con acciones como cartelería de obra pública con su nombre o eventos políticos en el interior provincial sin pedir permiso.

La batalla final

En 2015, Poggi no se animó a enfrentar a los Rodríguez Saá con lista propia, pero desde que abandonó la casa de gobierno por la puerta de atrás organizó su vida para destronarlos.

Estuvo por dar un batacazo en 2017, cuando lideró la lista de Juntos por el Cambio para el Senado y en las primarias superó por casi 20 puntos a la nómina encabezada por Adolfo, pero dos meses después perdió las generales por más de 10.

Esa remontada fue un alivio para los hermanos, pero también el origen de su pelea. El albertismo puntano se adjudica la gesta y el adolfismo la leyó como una reivindicación de quien consideran que cambió la historia de la provincia en los años 80, con la radicación de industrias y los planes de vivienda. La recuperación en las urnas fue posible por un aumento de la asistencia social sin precedentes que complicó las cuentas de la provincia y sumó tensión a la interna.

https://twitter.com/GatoFernandezOK/status/1666540725981331459

La discusión familiar dividió al poder puntano y derivó en una competencia entre hermanos en 2019 por la gobernación. El más joven pudo sostener el cargo, pero no le sobró nada: obtuvo 43% de los votos y el actual senador quedó tercero, con 22. Poggi salió segundo, con 34, y mostró que también estaba en carrera. "Nadie a nivel nacional creyó que esa pelea era cierta, pero lo es", explican a Letra P en la gobernación.

En la elección del domingo quedará claro que la ruptura entre los Rodríguez Saá nunca fue ficción: el partido de Adolfo, Unidos, es uno de los 15 que integran el heterogéneo frente Cambia San Luis, que usará Poggi para competir. Los otros son el PRO, la UCR, el Partido Demócrata, el MID, Libres del Sur y Avanzar San Luis, el sello del candidato a gobernador.

El expresidente y todavía senador del Frente de Todos no será candidato, pero logró que dirigentes cercanos puedan competir en las boletas de la oposición para competir por intendencias y cargos legislativos.

"Con evitar que nos disperse 10 puntos, podemos ganar", justifican la alianza cerca de Poggi, quien en 2021 ya se dio el gusto de triunfar en la elección legislativa por unas décimas. Ahora va por más y acusa al gobernador de haber desindustrializado la provincia y permitir que se incrementaran como nunca antes los niveles de pobreza, pese al asistencialismo récord. Casi un discurso adolfista.

https://twitter.com/claudiojpoggi/status/1666932111222136834

En una disputa que será voto a voto, Alberto Rodríguez Saá implementó por primera vez la ley de lemas, un sistema que consiste en mezclar en una misma jornada la elección general con una competencia interna.

De esta manera, en cada categoría ganará el frente electoral (o lema) con más votos y se consagrará el candidato (o sublema) que termine primero en esa interna. Como se habilitan todas las combinaciones posibles, una boleta a la gobernación puede ir acompañada de varias para la Legislatura o para las intendencias.

Es por eso que el cuarto oscuro será un mar de papeles de distintos colores y la gran pregunta que se hacen los candidatos es si los intendentes son capaces de digitar el voto y, si es necesario, alentar un corte de boleta.

Lemas para todo el mundo

San Luis representa el 1,15% del padrón nacional. Las 418.689 personas habilitadas para votar elegirán 162 cargos, entre los que se encuentran la gobernación y vicegobernación; 17 intendencias con sus respectivos concejos deliberantes; cinco de las 10 bancas que componen el Senado provincial y 21 de los 42 escaños de la Cámara baja puntana. La Secretaría Electoral de San Luis informó que en total se inscribieron cuatro lemas y 185 sublemas, compuestos por más de 5.500 postulantes.

Unión por San Luis, el frente del oficialismo, tendrá 126 sublemas. El "Gato" Fernández lleva como compañera de fórmula a la senadora María Eugenia Catalfamo, electa junto a Adolfo en aquella remontada de 2017. Cuando la familia se rompió, Catalfamo se fue con Alberto, quien en febrero la obligó a salir del bloque oficialista para sacarse el estigma kirchnerista que le coloca Poggi. Logró que ninguna figura nacional intervenga en la campaña. Habrá otras tres candidaturas para la gobernación: el coordinador del PAMI, Diego González; el ministro de Producción, Marcelo Amitrano; y Mariela Cross, del Movimiento Evita.

La gran apuesta del albertismo son los intendentes de las dos ciudades más importantes, la Capital y Villa Mercedes, que explican más de la mitad del electorado y en las que buscarán sus reelecciones los oficialistas Sergio Tamayo y Maximiliano Frontera.

Ambos tendrán rivales internos con la misión de ayudarlos a ganar y colaborar con la boleta para la gobernación. De eso se trata la ley de lemas.

La campaña no terminó bien para el oficialismo: el "Gato" Fernández, que en 2019 respaldó a Adolfo y luego se amigó con el hermano, reconoció que para ser candidato y renunciar a la Corte cobra $1.200.000 como asesor del gobierno provincial. Para defenderlo, el albertismo remarca que abandonó un cargo vitalicio, cuando podría haberse tomado licencia.

Por su parte, Cambia San Luis tendrá 38 sublemas, con sólo dos candidatos a la gobernación: Poggi, acompañado por Ricardo Endeiza; y la fórmula compuesta por el intendente de Villa Mercedes, Eduardo Mones Ruiz, y el pastor evangélico Marcelo Rodas.

Todo le suma a Poggi para intentar ganar, en una elección sin presencia de figuras nacionales, aunque seguramente habrá varias que quieran capitalizar los resultados. No será fácil: en definitiva, es una pelea de familia.

una rodriguez saa con reeleccion le suma otro liderazgo a la dinastia
el alberto arraso en el duelo de hermanos y poggi quedo segundo

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