El gobernador electo de Neuquén, Rolando Figueroa, afirmó este domingo tras lograr una histórica victoria que terminó con 60 años de hegemonía del Movimiento Popular Neuquino (MPN) que quienes ganaron fueron "todos los neuquinos" porque eligieron libremente y sin miedo".
"Ganamos los neuquinos, porque elegimos libremente y sin miedo", dijo Figueroa en diálogo con la prensa tras su victoria. Con un discurso en el que buscó alejarse del revanchismo, no dejó pasar la oportunidad de señalar que quien fue derrotado fue "el oficialismo azul", en referencia al sector mayoritario del MPN.
El postulante del partido Comunidad logró una ventaja de casi tres puntos sobre el candidato del MPN a la gobernación de Neuquén, el vicegobernador Marcos Koopmann, cuando se llevaban escrutados el 96,87% de los votos. La contienda tuvo en vilo a la provincia y a la política nacional porque determinaron el final de la hegemonía del partido patagónico que gobierna el distrito hace 60 años. El candidato opositor reunía el 35,62% de los sufragios contra el 32,99% del oficialismo y concretaba un batacazo histórico.
Figueroa consideró que el triunfo del frente multicolor que encabezó, en el que se mezclaron kirchneristas y macristas, envió “una señal muy fuerte a la política del país de que las grietas hacen mucho daño”. “Los verdaderos enemigos que tenemos la clase dirigencial y los ciudadanos son los problemas”, dijo como parte de un mensaje que buscó siempre hacer eje en la provincia y esquivar las acusaciones que lo ligaron durante la campaña a los partidos nacionales. En ese sentido, no ayudó mucho la cúpula del PRO, que salió a coro a celebrar en las redes sociales el triunfo opositor en Neuquén. No faltó nadie. El expresidente Mauricio Macri y las tres figuras que pelean por la candidatura presidencial amarilla: el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal.
https://twitter.com/PatoBullrich/status/1647745752779587585
Sin embargo, Figueroa no solo apuntaló su mensaje antigrieta sino que deslizó una frase que deja picando la posibilidad de una alianza que por el momento se venía comentando solo por lo bajo. “Desde Neuquén y Río Negro hemos enviado un mensaje muy fuerte al país”, señaló, incluyendo en su discurso al triunfo de otro provincialista, el senador Alberto Weretilneck, en la vecina Río Negro.
En sus declaraciones a los numerosos medios locales y nacionales que se agolparon en el búnker, Figueroa dijo que asumirá la “altisima responsabilidad de conducir a la provincia de la mejor manera para que a los neuquinos nos vaya bien”. Para lograrlo, descartó la necesidad de una refundación: “Hay que dejar las cosas que están bien y cambiar todo lo que está mal”, explicó.
https://twitter.com/Weretilneck/status/1647803992011833344
El único pasaje en el que el gran ganador del inicio del año electoral chicaneó a sus vencidos fue cuando se refirió sin mencionarlo a Koopmann, quien este domingo al emitir su voto aseguró que con su triunfo “ahora viene la etapa del derrame y la distribución de los recursos de Vaca Muerta”. "Nosotros no queremos derrame, queremos que los neuquinos tengan el plato pricipal en nuestra provincia", subrayó Figueroa.
Consultado por la transición de casi ocho meses que tendrá por delante antes de asumir el 10 de diciembre, Figueroa se mostró confiado y amigable con el gobernador Omar Gutiérrez. "Yo sé que el gobernador es un hombre de estado y no va a haber inconveniente en poder reunirnos y proyectar lo que viene", concedió, aunque dejó sentado el reparto de responsabilidades de los próximos meses: "El pueblo neuquino lo ha elegido a él para gobernar hasta el 10 de diciembre", recordó.
Tras resaltar la necesidad de construir "puentes de diálogo" para construir el futuro de la provincia, Figueroa cerró el contacto con la prensa y dispuso que los festejos de sus simpatizantes se trasladaran al centro de la capital, mientras los bocinazos en las calles neuquinas ya se hacían oír desde largos minutos antes.