El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, se prepara para estar en el centro del pacto entre el senador Alfredo Cornejo y la titular en uso de licencia del PRO, Patricia Bullrich, luego de que el representante de la UCR en la Cámara alta decidió competir nuevamente por la gobernación provincial y dejó libre el lugar de precandidato para acompañar a la presidenciable de Juntos por el Cambio; que ya había expresado su intención de llevar una figura del radicalismo como vice.
Como contó Letra P, el acuerdo entre Bullrich y Cornejo es uno de los más sólidos dentro de JxC. Ambas figuras se mueven en tándem, coordinan sus esfuerzos y hasta cumplen roles diferentes en acciones concretas como en la reciente respuesta al renunciamiento del presidente Alberto Fernández de ir por su reelección. De ahí la posibilidad concreta de que Suárez acompañe a Bullrich en la boleta y decline su idea primigenia de buscar la banca, en representación de Mendoza, que Cornejo deja en la Cámara alta.
En las elecciones legislativas de 2021, en las que se impuso Cornejo, Suárez fue el primero en la lista de suplentes para senador nacional, buscando que su foto este junto a la del exgobernador en la boleta para apuntalarlo electoralmente. “Eso es lo que va a suceder, salvo que exista alguna sorpresa. Se gana en septiembre y el 10 de diciembre se hace el enroque”, remarcó una fuente radical de esa provincia.
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El gobernador mendocino, reconocen en su mesa chica, no estaría tan convencido de sumar su nombre a la boleta de Bullrich. “Es algo que corre desde otros espacios que lo quieren tener a Suárez en la discusión nacional”, agregó la fuente. Suárez llegó a la política de la mano del fallecido intendente de la capital provincial Víctor Fayad, a quien tuvo que reemplazar en 2014. De cara a las elecciones de 2015 terminó de sellar su pacto con Cornejo, que todavía se mantiene vigente. Antes de ocupar la jefatura comunal, tuvo otros pasos por cargos dentro de la Legislatura, pero no como representante electo.
Suárez también juega de memoria con Cornejo. No fue sólo su sucesor en el cargo sino quien también potenció la atomización del peronismo en la provincia, lo que le permite a Cambia Mendoza -la versión local de JxC- posicionarse como el gran favorito de cara a las elecciones. Esa situación tiene un punto en contra; que el gobernador admite: la dificultad para negociar leyes.
En Mendoza, como consecuencia de esa atomización, el Frente de Todos carece de interlocutores válidos para sentar a negociar acuerdos por leyes. Incluso en el peronismo festejaron un furcio de Cornejo, de la presentación de Cambia Mendoza, cuando evitó mencionar la gestión del intendente de Maipú, Matías Stevanato, que se posiciona como el candidato de la oposición para 2027.
Cornejo Suárez
El gobernador de Mendoza Rodolfo Suárez y el senador Alfredo Cornejo
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La construcción de Suárez como un actor de peso dentro de la UCR busca cimentarse en cuatro pilares. El primero tiene que ver, justamente, con la atomización del peronismo en Mendoza. Los tres restantes, en cambio, se explican en hitos de la gestión. Uno es el manejo de la pandemia del covid-19; crisis sanitaria que lo tuvo como uno de los mandatarios provinciales más rebeldes a la hora de cumplir las medidas de cuarentena que dictaba la administración nacional.
En cada uno de sus discursos, Suárez explicaba que era necesario tener en cuenta el factor económico ante la posibilidad de que la salida de la cuarentena genere más problemas que los que conllevaba el virus. De esa visión se generó uno de sus programas de gestión más exitosos: Mendoza Activa. Mediante esa línea de créditos, que empezó para el sector de la construcción, logró mantener a flote varias industrias y potenciar otras como el turismo.
Así Mendoza se posicionó como uno de los destinos principales para el turismo local e internacional, al punto que se creó un mercado para personas de Brasil llegaran a la provincia para casarse a través de vuelos directos entre la capital provincial y Río de Janeiro. El último de los hitos, y que le permitió a Suárez diferenciarse del kirchnerismo, fue la defensa férrea de la megaobra hídrica de Portezuelo de Viento, que la Casa Rosada decidió bloquear en forma unilateral, a mediados de 2022, con la solicitud a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) de más informes sobre el impacto ambiental.