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Quebrantos impositivos: Javier Milei no consigue los votos para actualizar los valores

El Presidente envió un proyecto para ajustarlos por IPC. La oposición dialoguista pide que el aumento sea retroactivo para favorecer a las pymes.

Mientras Javier Milei negocia un acuerdo con el FMI, desde el Congreso no le llegan las mejores noticias: la oposición dialoguista no garantiza los votos para aprobar en Diputados la actualización de los quebrantos impositivos por IPC, porque sostiene que la redacción está hecha a medida de las grandes compañías.

El proyecto fue incluido en sesiones extraordinarias y si bien la idea del oficialismo es llevarlo al recinto el martes 11, el panorama indica que debería volver a discutirse en marzo. La iniciativa propone considerar actualizar por IPC los quebrantos impositivos -pérdidas fiscales que surgen cuando los gastos de las empresas son mayores a sus ingresos gravados y que pueden compensarse a futuro reduciendo la carga tributaria- como deducción del impuesto a las Ganancias. Se propone que empiece a regir desde el 1 de enero último y durante cinco años.

De esta manera, sólo se compensaría la inflación del año pasado, aunque el texto contempla la posibilidad de un tratamiento preferencial para los quebrantos de años anteriores. Los tributaristas advierten una trampa: si bien no está explícito en el proyecto, para acceder al beneficio Milei buscaría obligar a las compañías a cancelar sus deudas anteriores con los quebrantos impositivos actualizados por precios mayoristas, como indica el régimen actual.

Las trabas de Javier Milei

Según el extitular de la AFIP, Guillermo Michel, además de apurar la liquidación de impuestos, el proyecto es un traje a medida para las compañías que realicen grandes inversiones, como las que ingresen al RIGI, porque se aseguran una menor presión fiscal a mediano plazo. Además, advirtió sobre un costo fiscal no menor a $1,5 billones, equivalente a 0,25% del PIB. La mitad de ese costo lo absorberán la provincias por la merma en la coparticipación.

El bloque PRO lo discutió en la reunión que tuvo la semana pasada y llegaron a la conclusión de que lo mejor es dar un debate más amplio. "Al no considerar los quebrantos de los años anteriores, se deja fuera la inflación de 2023, que es la más alta de los últimos tiempos y destrozó a las Pymes", sostuvo un miembro de la bancada.

La UCR también debatió el tema la semana pasada. Su jefe, Rodrigo De Loredo, no hizo mención explícita, pero sí pidió retomar el debate del Presupuesto 2025 para actualizar el resto de los valores. Hasta ofreció votarlo sin modificaciones. El bloque Encuentro Federal, liderado por Miguel Pichetto, también pidió esperar a marzo para evaluar el proyecto sobre quebrantos.

Su par Oscar Carreño propuso discutir entre los tributaristas del Congreso con informes específicos sobre cuáles son las empresas que han entrado en quiebra el año pasado, el primero que se tomaría en cuenta para la actualización. En Encuentro Federal sospechan que la iniciativa sea un pedido de cinco empresarios amigos, como Aeropuertos 2000.

Los tiempos para pagar

El Gobierno trató de apurar el tratamiento del proyecto para que ingrese en el calendario fiscal: entre abril y mayo los contadores deben liquidar el impuesto a las Ganancias. Si la actualización de quebrantos está aprobada, muchas compañía pagarán menos impuestos. De lo contrario, Milei culpará a la oposición.

Con esa amenaza latente, la oposición dialoguista planea pedir que la discusión se retome en marzo y en tal caso definir ese mes si se aprueba una actualización. De mínima, se discutirá un régimen especial de beneficios fiscales para pymes, que difícilmente Milei quiera aprobar.

El Presidente tiene un problema: las reforma impositivas no pueden aplicarse por decreto. Si no hay acuerdo en el Congreso, la actualización de los quebrantos no será posible.

Martín Menem con referentes de la oposición dialoguista. 
El bloque de Javier Milei en Diputados. 

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