TODOS CONTRA TODOS

Que nadie se mueva: el FdT aprovecha la crisis ajena y da señales de distensión

Tras la reunión con Aníbal Fernández, Berni visitó a Cristina. La intervención de la Casa Rosada y las devoluciones de Kicillof. Fotos Recalde-Lammens y Scioli-Mayra Mendoza.

Después de meses de sacudones internos, el Frente de Todos (FdT) se propuso no interrumpir la crisis interna de Juntos por el Cambio (JxC) y empezó a dar pequeñas muestras de tregua. La más resonante fue la foto que reunió el martes a Aníbal Fernández con Sergio Berni, que tuvo como trasfondo la intervención de Cristina Fernández de Kirchner, la orden de la Casa Rosada y, como corolario final, la sorpresiva defensa que Axel Kicillof hizo este miércoles del ministro de Seguridad de la Nación, al decir que en la campaña 2015 fue injustamente vinculado a una causa narco. Hubo, además, una serie de fotos impensadas hasta no hace mucho tiempo atrás.

Fue Cristina quien se involucró directamente en la discusión sobre seguridad el jueves 6, cuando se quejó desde su cuenta de Twitter por el operativo de detención de uno de los colectiveros acusados de haber agredido a Berni. La vicepresidenta dio así la voz de alto el fuego en los cruces entre la provincia y la Nación. Cinco días después, los dos ministros se reunieron en la sede del Ministerio de Seguridad nacional el martes. Por la tarde, CFK recibió a Berni en su oficina del Senado.

Como contó Letra P, Berni y Fernández habían tenido una conversación en términos “amigables” a fines de la semana pasada. Ambos ministros insisten en que tienen una buena relación personal. Medio en broma, incluso uno de ellos contó que habían acordado juntarse a comer un asado. Faltaba que una orden política destrabara el vínculo institucional.

La decisión de calmar las aguas tuvo diferentes actores involucrados. El lunes, el gobernador, Berni y el ministro de Transporte, Jorge D´Onofrio, recibieron en La Plata a empresarios y gremios del transporte. Después del encuentro, el titular de Seguridad estuvo a solas Kicillof. Le dijo que el Ministerio de Nación había invitado a la provincia a la reunión por la problemática en el conurbano, prevista para el martes. “¿Nos invitaron? Vamos”, le ordenó el mandatario.

El gesto de Fernández había sido producto de la decisión de la Casa Rosada de avanzar en la resolución del conflicto aplicando el antecedente del “modelo Rosario”. En marzo, tras semanas de crisis en materia de seguridad y balaceras diarias, se produjo la escalada de tensión y cruces entre la Casa Rosada y el gobernador Omar Perotti. La situación se destrabó fruto de la muñeca política del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, que medió entre el ministro Fernández y la provincia para coordinar el envío de fuerzas federales. La mecánica de resolución para el caso bonaerense es similar: el Gobierno entendió que debía “reencauzar” la discusión porque la coyuntura había desbordado cualquier discusión política. Ahora quiere ver resultados.

La semana pasada, los cruces habían incluido también a Kicillof. El ministro Fernández acusó al gobernador de ser “un profundo desconocedor de las cosas que suceden” en la provincia. El encargado de responderle fue el jefe de asesores de Kicillof, Carlos Bianco, que desafió al ministro nacional presentarse a las PASO contra el gobernador. Golpe por golpe. Después llegó la tregua, mientras estallaba la interna del otro lado de la grieta, con la pelea abierta entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta.

Tras la reunión Berni-Fernández, fue Kicillof quien sorprendió este miércoles al defender personalmente al ministro nacional. “El candidato a gobernador de la provincia en 2015 fue Aníbal Fernández al que le inventaron que era La Morsa. Estuvo todo el país hablando de que el candidato del peronismo estaba vinculado al tema de la efedrina y al crimen de General Rodríguez y quedó demostrado que no tenía nada que ver”, dijo Kicillof en diálogo con C5N. Gentileza por gentileza.

Las otras señales

A la distensión en materia de seguridad, el FdT sumó otras señales en las últimas horas. Una fue la participación del ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, y de la legisladora porteña Claudia Neira en la presentación del libro del senador de La Cámpora Mariano Recalde, “Una Ciudad para pocos - Balance de 15 años de gobierno macrista en la Ciudad de Buenos Aires”.

A mediados de marzo, Lammens encabezó junto a Leandro Santoro, Neira y Graciana Peñafort una foto que anunciaba el armado de un espacio dentro del FdT porteño dispuesto a lanzar una candidatura a jefe de Gobierno. Afuera quedaron el sector de Recalde y del presidente del Congreso del PJ porteño, Víctor Santa María, que trabajan en su propia alternativa. El martes, el FdT se encargó de difundir la foto de unidad y de destacar especialmente la presencia de Lammens y Neira. El oficialismo ve una oportunidad en la guerra interna del PRO en la Ciudad.

https://twitter.com/danielscioli/status/1646214196588052490

A eso se agregó, el mismo martes, la reunión que tuvieron en Quilmes el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, y la intendenta Mayra Mendoza, dirigente de La Cámpora. Scioli es señalado por el camporismo como el “plan B” del presidente Alberto Fernández, en caso de que desista de pelear por la reelección.

Antes de la foto con Mendoza, el ministro Eduardo de Pedro se había encargado de dejar en claro que a La Cámpora no le agradaba la candidatura de Scioli. “Se ven algunos avances, hay charlas”, le dijo a Letra P un referente del cristinismo sobre las charlas con el entorno del Presidente para definir el armado de la estrategia electoral. "Mayra no hace nada sin hablarlo con Máximo (Kirchner)", apuntaron en el camporismo para deslizar que la foto Scioli-Mendoza no fue sólo eso, una foto.

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