Los ataques de Mauricio Macri hacia la mesa chica de Javier Milei generaron, en ambos aludidos, indignación y menosprecio casi por partes iguales. Karina Milei y Santiago Caputo dieron la orden de no salir a responder en público, para quitarle protagonismo al expresidente, un día después de haber lanzado el nuevo PRO.
"El manual de política indica que si una persona con 75% de imagen negativa sale a pegarte, a la larga es un beneficio", aseguran algunas de las personas de diálogo cotidiano con el jefe de Estado. Incluso, según algunos testigos, la secretaria general de la Presidencia escuchó las alusiones de Macri en diferido y las recibió con un sonora carcajada. El Jefe, añaden, prometió no moverse un centímetro del manual libertario que la aleja del líder PRO.
Karina y Caputo enviaron la orden explícita de no responder a los ataques, al menos por el momento. La estrategia va en sintonía con las primeras declaraciones públicas del asesor, que en la previa del acto del PRO ponderó al expresidente ante el portal de TN.
Hubo otro gesto de intento de distensión: la suspensión del acto de LLA en Almirante Brown que se iba a realizar este miércoles, un día antes del relanzamiento del partido amarillo. "Lo hicimos para que no tenga la excusa de salir a decir algo en contra del Gobierno. Como de todos modos lo hizo, nos vino perfecto, porque no le vamos a dar nada de lo que pide", desafiaron este viernes desde el entorno aludido.
Ambos fueron intentos preventivos para preparar la narrativa oficial de victimización: el lunes, Macri le había adelantado a Milei en la Quinta de Olivos que criticaría a su entorno.
La respuesta extraoficial y el silencio de Victoria Villarruel
Aún así, uno de los karinistas de la primera hora, Sebastián Pareja, que trabaja en el armado bonaerense de La Libertad Avanza y se lo menciona como posible candidato a un cargo nacional en 2025, salió bien temprano por mañana a defender a El Jefe de los ataques de Macri. Sin nombrarlo, definió al expresidente como "un falso profeta".
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El tuit de Sebastián Pareja, armador bonaerense de Javier Milei.
Se mandó solo. El subsecretario de Integración Socio Urbana, pudo saber Letra P, le escribió a Karina Milei y a Caputo para adelantarles que pensaba publicar ese mensaje en sus redes sociales. Ninguno le respondió y Pareja entendió que estaba habilitado. A pesar de no haber sido patrocinado, el tuit fue festejado en los pasillos de la Casa Rosada: "Es lo que había que hacer, estuvo muy bien". Para evitar una catarata, luego llegó la orden de llamarse a silencio.
Quien la respetó, pero no por conocer ese mandato, fue Victoria Villarruel. Fuentes inobjetables de la sede de gobierno creen que lo hizo por sus diferencias con Karina Milei y por los rumores que la muestran como una aliada política de Macri. "Su cercanía con Mauricio la va a terminar afectando, no sólo en la relación dentro del gobierno, sino también en la gestión", señalan. Como fuera, la vicepresidenta evitó meterse en el barro.
Mauricio Macri y un cross sin nockout
En el Gobierno admitieron que sintieron un poco el golpe de Macri. La arenga interna responde al convencimiento de la mesa presidencial que el fundador del PRO no tiene el poder de fuego de sus años dorados, como tampoco la fidelidad de todas las figuras que lo acompañaron durante su mandato.
Por caso, suelen mencionar a Patricia Bullrich y Miguel Ángel Pichetto. La excandidata presidencial de JxC hoy se mueve como una de las ministras estrellas de la administración libertaria; mientras que el exaspirante a vice de Macri en la actualidad es un aliado legislativo clave que visita con regularidad el despacho de Caputo en la Casa Rosada. "Tenemos equipo y nos quedamos con los mejores: varios de nuestros ministros fueron parte de Cambiemos", replican la acusación del líder del PRO por la falta de un team libertario competente.
Mientras se conformaba el gabinete, en la mesa chica presidencial consideraron abrirle las puertas de la gestión a otros dirigentes amarillos, después de que Macri les pidiera en persona el control de dos áreas claves: Transporte, con Guillermo Dietrich y Energía, con Javier Iguacel. En la Casa Rosada sostienen que se trata de dos exfuncionarios que habían sido investigados por haber habilitado a empresas a cobrar sobrepeajes y obras multimillonarias con contratos flojos de papeles.
Por pedido de Milei, Caputo el que encabezó las negociaciones. Cerca del asesor relatan que les hizo saber a Dietrich y a Iguacel que no tendrían presupuesto para nuevos kilómetros de ruta, ni tampoco para aeropuertos o para grandes obras públicas, ya que simplemente se pondría en marcha un plan de mantenimiento de la infraestructura existente. "Preferimos quedarnos en el ámbito privado", sostienen que fue la respuesta que recibió el asesor.
La sinergia entre LLA y el PRO, en cambio, se reflejó en parte en el reparto de oficinas de PAMI y de la ANSES en numerosos distritos a lo largo y ancho del país, o los que todavía se están llevando adelante para ocupar los lugares vacíos en YPF que dejó Nicolás Posse, tras su desplazamiento de la Jefatura de Gabinete y, en consecuencia, del directorio de la empresa estatal. En Balcarce 50 se menciona que alguien de Cristian Ritondo se podría quedar con una de las principales sillas.