El puente que tendieron entre sí Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta en Juntos por el Cambio (JxC) se rompió y nadie se anima a afirmar que vayan a reconstruirlo antes de las PASO. Hace semanas que los interlocutores designados, Juan Pablo Arenaza por la ex ministra de Seguridad y Fernando Straface por el jefe de Gobierno, no intercambian ni un mensaje de WhatsApp. La última conversación entre ellos fue para pensar el día después de la interna: hubo coincidencias, pero no mucho más.
En ambos comandos aceptan que el diálogo está cortado, pero tienen diferencias sobre cómo seguirá el vínculo en las próximas semanas. Cerca del jefe de Gobierno creen que no habrá posibilidades de ningún acuerdo antes de las PASO, mientras que en el entorno de la titular en uso de licencia del PRO sostienen que tendrán que encontrarse antes de las internas.
En la Ciudad están convencidos de que no existe chance alguna de acercamiento antes de las PASO debido a la intensidad que tienen “algunos de los voceros” del equipo de Bullrich a la hora de hablar de Larreta. “Cuando empezamos a dialogar no había el actual nivel de agresión”, sostuvo uno de los integrantes de la mesa chica del jefe de Gobierno.
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Juan Pablo Arenaza (de camisa blanca), el pichón de halcón favorito de Patricia Bullrich.
Larreta, no obstante ello, es consciente de que después de las PASO, sea cual sea el resultado, deberá encaminar la relación con Bullrich para asegurar una victoria de JxC en las generales. Se lo dijo a Letra P este viernes en Córdoba, donde hace campaña en la previa de las elecciones municipales del domingo.
-Si gana las PASO, ¿Bullrich votará por usted en octubre?- le preguntó este portal.
-Hay que preguntarle a ella. Yo contesto por mí- respondió.
-¿Usted votaría por Bullrich?- insistió Letra P.
-Tengo la expectativa de ganar. Vamos a trabajar juntos, en cualquier caso- prometió el intendente porteño.
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Fernando Straface, el canciller de Horacio Rodríguez Larreta.
Larreta se muestra preocupado por mantener la unidad en la coalición opositora, pero choca con sus deseos de derrotar a la ex ministra de Seguridad, contradicción que también domina el comando halcón.
Bullrich, por su parte, es más optimista con respecto a la relación con Larreta y procura que antes de las PASO haya un encuentro entre Arenaza y Straface para definir los pasos a seguir después de la interna. A esa ecuación le suma empezar a alejarse de la imagen de soldada del expresidente Mauricio Macri.
Sin conexión
La última conversación que mantuvieron Arenaza -legislador porteño, hombre de confianza de Bullrich desde hace 20 años, ahora jefe de campaña de la precandidata- y Straface -secretario general y una especia de canciller de la Ciudad, armador federal del intendente porteño- fue, justamente, por el temor que hay en ambos bandos de lo que pueda suceder después de las PASO.
En buenos términos, los emisarios dialogaron sobre el futuro en JxC y cómo encarar una agenda conjunta. “El que gane va a tener que convocar al resto, sí o sí”, agregó una fuente del macrismo que mira “desde la tribuna” la contienda.
Independientemente de las conversaciones que puedan ocurrir entre ambos sectores, el factor determinante será, explican, lo que suceda el domingo en la ciudad de Córdoba y, sobre todo, si existe una foto de unidad para la celebración de un eventual triunfo de Rodrigo De Loredo.
En ese escenario, ya sea de victoria o de derrota, estaría todo dado para que Bullrich y Larreta enviaran un mensaje de conciliación puertas adentro de JxC, más aun cuando ambos tienen, en sus calendarios, anotado también el 30 de julio, día en el que se votará en Chubut. Allí, el senador Ignacio Torres es el gran favorito para quedarse con el triunfo.
