El exgobernador se activó y no quiere que el Chivo lidere la lista del peronismo de Santa Fe. Mirabella, su carta. Toniolli, la tercera vía del PJ.
Agustín Rossi y Omar Perotti, en las vísperas de otro posible enfrentamiento en Santa Fe.
Detrás del complejo cierre de listas que tiene por delante el peronismo de Santa Fe asoma una vieja e histórica disputa nunca saldada. Si Agustín Rossi finalmente se convierte en la cabeza de la nómina, el exgobernador Omar Perotti y todo su sector no se plegará al armado.
Son dos modelos y dos estrategias muy diferentes. Eduardo Toniolli, ¿puede ser la tercera vía?
No hay una salida clara para el cierre de listas del peronismo santafesino. Rossi ya está lanzado, pero su nombre genera mucha resistencia, sobre todo en los intendentes que le hicieron saber entresemana al senador José Mayans que el Chivo es mala palabra en sus territorios. Toniolli no está dispuesto a ser tercero de una lista liderada por Rossi y Roberto Mirabella, con el plan de ser apalancado por Perotti, se anota en la compulsa con mucho entusiasmo y ganas de ir al enfrentamiento. Ordenar ese berenjenal sin PASO huele a imposible ¿Habrá dedazo porteño o en octubre se parte el PJ?
Rossi tiene tres atributos de arranque: un conocimiento amplio, un piso de votos considerable y una identificación natural con Cristina Fernández de Kirchner, la figura más fuerte del peronismo a nivel nacional. Al afinar la lupa se le detecta poca adhesión en otras tribus, un techo bajo y poca capacidad de vender renovación en términos de narrativa.
El perottismo es uno de los sectores internos que no va a caminar detrás de la figura de Rossi. “Nos empujan a jugar por afuera si lidera él”, le soltó a Letra P uno de los laderos del exgobernador. La guerra entre Perotti y Rossi no es nueva. Levantó vuelo en 2021 cuando el Chivo, avalado por el entonces presidente Alberto Fernández, le plantó una interna en las elecciones de medio término al elenco del rafaelino. Desde ese momento, no hubo retorno.
Mirabella, entusiasmado por el acto que esta semana lideró Perotti, quiere competir y encabezar la boleta, pero le confía a su entorno que quiere la unidad del PJ en la provincia. El tema es el cómo. ¿Qué pasa si CFK bendice a Rossi? ¿El perottismo se ve obligado a competir por afuera? Toniolli no tiene ganas de ser tercero de Rossi. ¿Aceptaría el dedazo?
Como se ve, el escenario del PJ santafesino es hipercomplejo. Opositor en la provincia y en el terreno nacional, no hay un liderazgo que lo ordene y encolumne. “¿Qué le puede ofrecer de nuevo Rossi al electorado santafesino?”, se pregunta un perottista paladar negro.
La guerra de Perotti es con Rossi, pero también es con lo que él llama “franquicias”, las terminales nacionales más preocupadas por fortalecerse en el Congreso que por disputar poder en Santa Fe. Su proyecto político, como quedó más que claro en su gobierno, es provincialista.
Por fuera del match Rossi versus Perotti juega su partido Toniolli, que tiene un as en la mano. El referente del Movimiento Evita sabe que Rossi lo supera en conocimiento, pero entiende que su figura no provoca tanto rechazo como el exjefe de Gabinete. Además, por sobre todas las cosas, pondera el acuerdo que tiene con Juan Monteverde, el ganador de las elecciones en Rosario. ¿No se lo va a escuchar en Buenos Aires al líder de Ciudad Futura para dirimir esta instancia?
Rossi está activo. Contrató como gurú a Lucio Guberman, exestratega de Carolina Losada. Perotti también juega. Desde mayo estuvo en la organización del acto que se realizó este jueves. No va a ser candidato a diputado, pero quiere poner en valor lo suyo. Y, en rigor, a nadie le sobra nada en el peronismo santafesino.
Al PJ provincial le puede volver a pasar lo que ya le pasó en el cierre de la elección a convencionales. La ausencia de primarias expone el descalabro interno y la falta de conducción. Rossi no aglutina y más de uno lo quiere enfrentar. Perotti volvió y de la mano de Mirabella está dispuesto a rivalizar. Por la actualidad, pero también por el pasado.