Javier Milei pretende administrar un Estado tan chico que ni siquiera quiere que la estructura que quede en pie trabaje toda la semana. Al menos eso se desprende de la táctica que aplica Leonardo Cefelli, el elegido por el líder de La Libertad Avanza para conducir la Secretaría de Cultura, en el proceso de reclutamiento que viene desarrollando para armar su gabinete.
Viernes, 12.58. Corrientes y Reconquista, microcentro porteño. "No tenés que venir todos los días", le dice por teléfono el funcionario designado, que está parado frente a la puerta de entrada del Café Martínez de esa esquina, a un tal Ángel. Cualquier parecido con las mañas de la casta es pura coincidencia.
Se ve que al beneficiario de esa beca parcial no le alcanza la oferta que el grueso de las personas de a pie no podría rechazar. "No, la televisión no es mía", responde Cefelli. Quería pantalla, el susudicho.
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Leonardo Ceffeli. Corrientes y Reconquista. Casting telefónico.
¿Ángel es Mahler (Ángel Jorge Pititto, según el DNI), el reconocido compositor que es socio del futuro secretario de Estado en el negocio de la producción teatral? Muy probable. "Tenemos (que conseguir) gente para cada área" y "necesitamos de música", precisa Cefelli, que le pide a su interlocutor que le pase el teléfono de una presunta candidata, corta, entra al bar y se sienta en una mesa en la que conversan otras cinco personas.
PD: ¿Cefelli tampoco va a ir todos los días a trabajar? Nada mejor que un buen ejemplo para ordenar a la tropa.