En las horas previas a la jornada de votación para elegir a quien asumirá en la gobernación de la provincia, las calles de la ciudad de Neuquén muestran este sábado una virtual guerra de afiches entre los principales candidatos a suceder a Omar Gutiérrez, con el oficialista Marcos Koopmann como la cara más repetida, en fuerte contraste con su principal competidor, Rolando Figueroa, virtualmente ausente de la cartelería callejera.
Las caras de Koopmann y del intendente de la capital, Mariano Gaido, que busca su reelección, son las que más se ven en afiches y cartelería política, ayudados por las decenas de listas colectoras y espejo que participarán este domingo de las elecciones, que pegan sus postulantes a legisladores provinciales o autoridades muncipales a la categoría de gobernador y vice o directamente copian toda la tira de candidatos pero con otro sello partidario.
https://twitter.com/marcoskoopm/status/1646826681754165248
La tranquilidad que se ve en las calles del centro no se rompe ni siquiera con los movimientos en los distintos búnker donde en la jornada electoral se concentrará la actividad de los seis candidatos a suceder a Gutiérrez. En la avenida Olascoaga al 1000 de la capital neuquina, muy cerca de una estatua callejera que recuerda la figura del exgobernador y fundador de la fuerza, Felipe Sapag, el Moviento Popular Neuquino tiene la sede de su Junta de Gobierno, donde este sábado se movían tarimas y sillas para preparar una conferencia de prensa matutina para dar inicio a la jornada.
https://twitter.com/Rolo_Figueroa/status/1646683848137121794
A pocas cuadras, en la calle Teniente Ibáñez, un local que tiene ploteada en su entrada la cara de "Rolo" Figueroa será el búnker donde el diputado esperará los resultados con la expectativa de un batacazo de Comunidad, el frente multicolor que armó el año pasado junto a macristas y kirchneristas.
Como es tradición en el folclore electoral neuquino, el MPN movilizará su aparato electoral que incluye la logística para trasladar votantes hasta las escuelas. Los taxis y remises que trabajarán para el oficialismo serán, otra vez, una pieza clave.