Corre el tiempo para la presentación de candidaturas en Neuquén, que este año renueva dos bancas en la Cámara de Diputados. En medio de la contienda nacional, lejos de las fórmulas presidenciales y de la grieta, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) ratifica que competirá en agosto para sumar una banca al bloque que hasta diciembre conforma el gobernador electo Rolando Figueroa, el hijo rebelde del oficialismo que derrotó a una estructura que vivirá un proceso inédito como oposición a partir de diiciembre.
Fuentes partidarias ratificaron los nombres que se presentaron el último fin de semana, en los que se destaca el del ministro de Turismo, Sandro Badilla, como carta para la competencia. Hasta se deslizó la versión de dos o más boletas, aunque esa teoría pierde fuerza en la Agrupación Azul y Blanca, sector emepenista que se referencia en los petroleros Guillermo Pereyra y Marcelo Rucci.
“Hay varios compañeros con deseos de tomar el desafío en una elección tan compleja como ésta”, explicó a Letra P una importante fuente del MPN. “Se trata de competir contra todos los candidatos nacionales a presidente”, analizó el dirigente, de rol estratégico en la estructura partidaria.
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Sandro Badilla, número puesto en el MPN para la elección nacional de Neuquén.
La confirmación de la boleta con el mapita de Neuquén auspicia la contención de una estructura enorme que se vio debilitada en abril, cuando Figueroa le propició un golpe histórico acompañado de espacios kirchneristas, del PRO, la UCR y hasta de un justicialismo rebelde.
“Presentaremos batalla”, ratificó la cúpula emepenista, versión que consolida los trascendidos del fin de semana largo y alimenta otros de una interna en las PASO. "Todo es posible", señalaron, sobre la reserva de letras para ir a las urnas en agosto.