El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, exprime su pragmatismo al mango. Sólo en esa lógica se explica que en un puñado de días vaya a recibir a su par peronista de La Rioja, Ricardo Quintela, y al exmandatario cordobés Juan Schiaretti. El radical hace gala de la transversalidad, no fomenta la grieta y es un cultor del dialoguismo.
No sólo eso: Santa Fe se quedó con la sede de la Región Litoral, el espacio que nuclea a tres mandatarios de la UCR, un PRO, un provincialista y un peronista. ¿Compartir una mesa con un kirchnerista paladar negro como Gildo Insfrán? “Es el gobernador de una provincia”, responde el pullarismo, como una suerte de máxima que impone la ruta del federalismo.
Región Litoral, otro lugar de interés para Maximiliano Pullaro
El cetro del nuevo scrum de gobernadores fue acordado entre todas las provincias, con eje en la ubicación geográfica de la Bota, accesible al sexteto, pero también por el interés manifiesto que demostró Pullaro. Por el momento, su condición pragmática se hace carne en el vínculo que mantiene con dirigentes de primera línea.
Así, Pullaro recibió a los abrazos al bonaerense Axel Kicillof, quien le prestó 80 patrulleros en plena emergencia en seguridad; le tendió alfombra roja al expresidente Mauricio Macri; y acumuló una decena de reuniones y movidas con los otros dos alfiles de la Región Centro, Martín Llaryora y Rogelio Frigerio.
La visita de Quintela a la provincia este jueves arranca por otro lado. El riojano está en campaña para presidir el PJ en reemplazo de Alberto Fernández, pero aprovechará la ocasión para reunirse cara a cara con el mandatario radical. Si bien no trascendió el temario del cónclave, es de esperar que entre ambos fortalezcan un sentido federalista y pongan en valor la relación entre las provincias sin la necesidad de intermediar con la Nación.
¿A qué va Juan Schiaretti a Santa Fe?
Lo de Schiaretti es distinto. El excandidato presidencial estará en la ciudad de Santa Fe el jueves de la semana próxima para brindar, junto al diputado radical Facundo Manes, una charla titulada “Perspectivas Federales: Modelo Productivo Argentina 2050”, pero está todo dado para que, antes, pase a saludar al gobernador santafesino.
“Lo vamos a tratar como un gobernador, Maxi tiene una relación de mucho respeto”, le anticipó a Letra P un vocero pullarista. El objetivo de Pullaro es superar lo político partidario y no entrar en el barro de una discusión que –interpreta– en este momento no le sirve. “Se va a juntar con todos los que pueda si con eso ayuda a Santa Fe”, añade la fuente.
Schiaretti, como contó Letra P, tiene tres anclajes potables de cara al próximo cierre electoral. A su relación de éxito con el socialismo, le sumó en las últimas semanas una alianza con la dirigente peronista, ahora en Unidos, Claudia Giaccone, quien se quedó con el sello del partido del cordobés en Santa Fe. A la vez, abrió una ventana con el grupo de intendentes del PJ que quiere su lugar en el armado 2025.
El anti-Amba, al ataque
De fondo, Pullaro lee que las últimas tres presidencias –Macri, Fernández y Javier Milei– fomentaron una cultura ambacéntrica en todo sentido; desde el diseño de sus prioridades hasta la conformación de sus gabinetes.
Ahora, entiende, impera un fin de época y el escenario se abre a nuevas experiencias y formatos. Para el gobierno santafesino, no obstante, se suma otro elemento: antes no se había construido un piso mínimo de confianza entre los gobernadores. Con la llegada de Milei a la Casa Rosada, se observa un desinterés en ciertos temas de relieve que, para el interior, resultan centrales.
En ese marco, Pullaro seguirá barriendo y tomando todas las agendas que crucen a su provincia. Para potenciar los intereses productivos y cultivar su faceta de pragmático y catch all. Sea quien sea quien tenga enfrente, peronista, libertario o PRO. Siempre con la gestión en el centro, porque para el huguense lo político partidario, por el momento, puede esperar.