Martín Menem se reunió este lunes con el jefe del bloque Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, luego de la fuerte discusión que tuvieron el último jueves por el reparto de lugares en la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia. Ratificó que no cederá espacios en esa comisión, donde HCF quería nombrar a Emilio Monzó.
El riojano sostendrá los dos vocales en la bicameral que le dió a diputados de La Libertad Avanza, pero ofreció a cambio a HCF lugares en otras comisiones que aún restan armarse con representación en las dos Cámaras del Congreso.
Pichetto fue al despacho de Menem acompañado por el cordobés Oscar Carreño. No estuvieron Nicolás Massot y Monzó, quienes habían sido los más vehementes en la reunión de la semana pasada. La polémica surgió porque, a las apuradas, el 9 de julio el titular de la cámara baja decidió completar la bicameral que controla el espionaje argentino, acéfala desde diciembre.
Como explicó Letra P, la urgencia se debió a que Patricia Bullrich supo de un intento del diputado Leopoldo Moreau de sostener la presidencia de la Comisión para investigar denuncias sobre supuesto espionaje ilegal en la policía federal, que podrían complicar a la ministra de Seguridad.
Además, Menem recibió el pedido de acelerar los trámites por parte de su jefa directa, Karina Milei, quien le anticipó que habría un cambio en la estructura de la inteligencia, con el retorno de la vieja Side.
La rosca de Martín Menem
Menem designó para la bicameral de inteligencia a dos diputados de LLA (el jefe de bloque Gabriel Bornoroni y César Treffinger), le dio tres cupos a Unión por la Patria y otros a la UCR y el PRO.
El conflicto se desató porque en la comisión no hubo lugares para HCF, que exigía un vocal (iba a ir Monzó), con el respaldo de la Coalición Cívica e Innovación Federal. Sumaban 31 firmas, sólo tres menos que el radicalismo.
El riojano no reconoció ese documento. "Si son interbloque para un tema lo son para todos", fue su frase y amenazó con romper el acuerdo para definir los miembros de la AGN, que incluye un pacto de Pichetto y la UCR en caso de que el elegido por esa fuerza sea el cordobés Mario Negri.
Pero a diferencia del jueves, el diálogo se encauzó rápidamente, porque el jefe de HCF esta vez se mostró dispuesto a ceder, aunque no tiene asegurado si en su bloque habrá esa predisposición. Se llevó una lista de bicamerales en las que podría ofrecer lugares si deja de pedir inteligencia.
La principal es la mixta revisora de cuentas, encargada de controlar los gastos de los gobiernos que hace la AGN. Pichetto sería el vocal elegido por HCF, con chances de presidir. También hay vocalista en las bicamerales de seguridad interior, en la de Biblioteca y en la de supervisión del Ministerio Público.
Los números de inteligencia
El Gobierno quiere tener control de la bicameral de inteligencia y para eso necesita manejar los ocho votos que hay por fuera de Unión por la Patria, que tendrá seis. Sólo así podrán proteger la tareas de espionaje de Bullrich, del ministro de Defensa, Luis Petri; y del exinterventor de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y flamante jefe de la SiIDE, Sergio Neiffert, quien hace dos meses reemplazó a Silvestre Sívori, eyectado junto al exjefe de Gabinete, Nicolás Posse. Todos pueden ser investigados por la bicameral.
Victoria Villarruel firmó las designaciones del Senado en la bicameral el 6 de abril y no nombró a nadie de La Libertad Avanza. Los integrantes serán Enrique Goerling Lara (PRO), la chubutense Edith Terenzi (Cambia Federal y cercana al gobernador Ignacio Torres), el entrerriano Edgardo Kuedier (Unidad Federal) y la radical mendocina Mariana Juri. Esta cámara tendría la presidencia. Goerling Lara y Kueider serían los elegidos.
En Diputados, el PRO designó a su jefe, Cristian Ritondo; y la UCR a Mariela Coletta, quien responde al vicerrector de la UBA Emiliano Yacobitti, con nutridos contactos en la justicia. Menem no quería un lugar para Monzó, con quien prefiere no negociar temas de inteligencia. Ofrece otros cargos, menos sensibles para Milei. Están en negociación.