El ministro de Gobierno, Manuel Calvo, abrió las puertas de su casa de la calle San José de Calasanz, en el centro de la ciudad de Córdoba, para recibir a 20 intendentes que ganaron con los colores de Juntos por el Cambio(JxC). Los alfiles de Martín Llaryora vuelven a la carga con la construcción transversal rumbo a 2027, pero con una vuelta de rosca.
Calvo y el radical Orlando Arduh ya no hablan de Partido Cordobés a sus interlocutores de ocasión. Eligen el amplio manto del “Modelo Córdoba” para vincularse con la dirigencia territorial que experimentó una renovación inédita. De un total de 427 municipios y comunas, 332 están a cargo de figuras que gestionan por primera vez.
Al quincho de Calvo se acercaron Francisco Iser (General Roca); Maximiliano Rivarola (Villa Dolores); Rubén Sargiotto (Dalmasio Vélez); Ezequiel Lemos (Río Ceballos); Federico Zárate (Jesús María); Pablo Díaz (El Brete); Rolo Margherit (Justiniano Posse); Guillermo Moyano (Sarmiento); Jorge Grazziano (Reducción); Sergio Marín (Toledo); Diego Viano (Luque); Diego Carballo (Villa del Rosario); Mariano Vottero (Calchín Oeste); Roberto Casas (Villa Tulumba); Eduardo Martín (Santa Rosa de Calamuchita); Miguel Calderón (San Agustín); Fernando Moiso (Villa Yacanto); Lucas Lerda (Sebastián el Cano); Javier Girardi (Las Vertientes); Ezequiel Moiso (Coronel Moldes). Todos varones.
La charla empezó con una entrada de empanadas de carne y temas de gestión. Los intendentes compartieron sus preocupaciones de la diaria en un contexto donde las mesas de entrada se achican.
El capítulo de la gestión en el quincho de Manuel Calvo
Varias autoridades municipales, en especial las enroladas en JxC, empezaron el año con la intención de gestionar de manera directa con la Casa Rosada. Incluso, algunas referencias del Congreso buscaron abrir esos canales, aunque la respuesta de la escudería de Javier Milei fue siempre la misma: “no hay plata”.
El cordobesismo vio la veta y no desaprovechó por varios motivos. El primero: Llaryora no dará un paso atrás en esta idea de sumar a su gestión figuras identificadas con el paño opositor. El segundo: necesita hacerse fuerte en el territorio de la mano del intendentismo. No se les pide que cambien de partido, ni que se pasen como condición para recibir algo a cambio.
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La propuesta es difícil de rechazar. El municipalismo es pragmático, quiere mostrar resultados a sus comunidades y no rechazará por principios partidarios manos amigas. No puede ignorarse que la mayoría de los presentes buscará su reelección en 2027.
Calvo es el lector de esas necesidades y actúa en consecuencia. Cuando los brazos se cierran en la Nación, siempre estará la "mano amiga" del gobierno provincial. Ésa es la entrelínea de la apuesta política que se materializa con programas como el Focor, que supone una obra en cada municipio y comuna; o con líneas de créditos para la compra de maquinarias, entre otras apuestas.
El capítulo electoral con los intendentes de Córdoba
Esta reunión que encabezaron Calvo y Arduh será la primera de varias más. La que sigue tendrá como protagonistas a los jefes comunales que habrían “protestado” porque no fueron invitados el miércoles a la noche a la casa del ministro.
Con el asado, las ensaladas de rúcula y queso parmesano; y las papas con huevo sobre la larga mesa, la dupla empezó a deslizar la oferta electoral. Al G20 se le propuso formar parte de una construcción política de cara a 2027, donde Llaryora buscará su reelección en un horizonte poco claro. No se sabe si Milei le levantará la mano a Luis Juez; si la relación del senador con Rodrigo de Loredo sobrevivirá y miles de escenarios posibles.
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El presidente de la UCR e intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, también gestiona con el gobierno de Martín Llaryora.
Es evidente que hay incertidumbres compartidas en todo el tablero político y que quedaron reflejadas en la aceptación del convite y una foto de alto impacto no sólo en la UCR, sino también en el PJ que canta por lo bajo “qué pasa, qué pasa General, que está lleno de gorilas el gobierno popular”.
Martín Llaryora busca un acuerdo con "los verdaderos jefes"
Sumar a la oposición a las filas del Modelo Córdoba es el objetivo de máxima, pero también se valoran otros recursos como, por ejemplo, despegar o pegar elecciones municipales. El menú es amplio y la flexibilidad, aún mayor.
Lo curioso de la nueva apuesta del oficialismo es que el acuerdo será mano a mano con las autoridades municipales. “Los verdaderos protagonistas y dueños de la estrategia electoral son los que gobiernan y gestionan, no los partidos políticos”, disparan desde altos despachos del Panal. El año electoral en ciernes no quedó afuera de la propuesta.
El cordobesismo no ignora que la crisis de los partidos políticos es profunda y que hay varias referencias emergentes que no se identifican con los engranajes clásicos.
Con excepción de tres intendentes, la mayoría de los comensales se quedaron para degustar los higos en almíbar previstos para el postre. La sobremesa se extendió hasta altas horas, con una vuelta -“moderada”, remarcan- de fernet con coca.