El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, está dispuesto a recalibrar su juego en una Cámara de Diputados que quedó en la mira del presidente Javier Milei y que podría cambiar radicalmente si se consuma el nuevo acuerdo político entre La Libertad Avanza y el PRO. Como adelantó Letra P, Hacemos Coalición Federal (HCF) está transitando el proceso de la ruptura.
Se debate entre tres posturas que parecen inconmensurables: la de un ala que aprueba en el ensamble amarillo-libertario; la de otra, en la que se incluye a la bancada cordobesa, que lo ve perjudicial para los intereses federales; y la del medio, que tiene como cabecilla al diputado Nicolás Massot, que intenta mantener a flote el armado.
La relación entre Llaryora y el jefe de la bancada transversal, Miguel Ángel Pichetto, quedó sentida en el tire y afloje que implicó el fallido debate de la ley ómnibus.
“En su momento, no teníamos dudas que las acciones de Pichetto iban más en línea con este cogobierno que quiere Milei con Mauricio Macri, que con las ideas que impulsaba este mosaico opositor en Diputados”, describió una alta fuente cordobesista a Letra P.
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Pichetto mencionó a un “gobernador intransigente” ente las causales del fracaso la Ley de Bases minarquista. Este domingo, la confirmación de las especulaciones del sub-bloque cordobesista quedaron casi confirmadas cuando Pichetto celebró la potencial sinergia entre libertarios y macristas.
"Si hace una alianza con el PRO, sería interesante para el Gobierno fortalecerse en el plano del Congreso, donde tiene una estructura muy minoritaria en ambas cámaras, y en el Ejecutivo; la alianza les conviene", opinó Pichetto en una entrevista a Radio Splendid.
Situación interna
Llaryora sabe que el schiarettismo y el delasotismo que conviven en su bloque no digerirán un ensamblaje que, en cambio, puede ser natural para Pichetto y algunos dirigentes del PRO que conviven en HCF.
Esta postura de extremos choca con el rol de mediador que está haciendo por estas horas el monzoísta Massot. Apenas se enteró de la bronca de Ignacio García Aresca por las declaraciones de Pichetto, el exarmador del PRO de Córdoba en tiempos de Macri contactó al hermano de la vida de Llaryora para bajar la espuma.
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Miguel Pichetto (HCF) con Cristian Ritondo (PRO), durante el debate de la ley ómnibus que molestó a Martín Llaryora
Massot representa a ese núcleo que no tiene ataduras territoriales, como los gobernadores, y apuesta al pragmatismo. Les recordó a los cordobeses que el germen de esta fuerza fue obtener mayor presencia en las comisiones legislativas.
En el momento de su formación, HCF no ocultó este detalle. Entonces, es altamente probable que las definiciones sobre la suerte de este espacio no se conozcan hasta después de la sesión preparatoria de la semana que viene.
Nuevas fuentes
Para redefinir su juego en el tablero legislativo, Llaryora espera el reacomodamiento de otras fuerzas. La posibilidad de potenciar el diálogo con gobernadores como Gustavo Sáenz, de Salta; y Osvaldo Jaldo, de Tucumán, está entre las nuevas opciones de diálogo.
De todas maneras, en el llaryorismo especulan que, si HCF se rompe, pese a los esfuerzos de no tensionar de estas horas de Carnaval, será porque avanza a todo ritmo el acuerdo de cogobierno de Milei con Macri.
El cordobesismo se prepara para una semana intensa que estará marcada por el regreso del Presidente a la Argentina, después de su nueva gira internacional.