Los funcionarios que expusieron en comisión no convencieron a los indecisos. El RIGI, primer capítulo a retocar. El Pacto de Mayo se firmaría sin sanción.
Guillermo Francos y Bartolomé Abdala, durante el debate de la ley ómnibus. Buscan las firmas para las leyes que pide Javier Milei.
El Gobierno de Javier Milei empezó este martes con el pie izquierdo el debate de la ley ómnibus XS en el Senado: la primera jornada de exposición de funcionarios no conformó a los indecisos y las chances de sancionar el proyecto sin cambios son remotas. Tampoco sería posible para el oficialismo dictaminar esta semana y sesionar el 16, los plazos que se impuso para llegar con la ley sancionada al pacto de mayo.
Uno de los capítulos más cuestionados por la oposición fue el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones, el RIGI. El Gobierno aceptó que podría evaluar modificaciones a ese fragmento pero, con el texto abierto, los aliados buscar meter mano para hacer más cambios y la negociación corre riesgo de prolongarse.
El tratamiento en la cámara alta arrancó con la exposición del ministro del Interior, Guillermo Francos, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi; la secretaria de Planeamiento, María Ibarzabal Murphy; y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman.
La reunión empezó con un pedido de nulidad de Unión por la Patria por errores en la transcripción del proyecto, que debieron ser saldadas con un fe de erratas del titular de Diputados, Martín Menem. Este miércoles, el plenario volverá a reunirse y expondrán los secretarios de Hacienda, Eduardo Rodríguez Chirillo, y de Trabajo, Julio Cordero.
El plan del oficialismo era dictaminar el jueves, pero necesita las firmas de algunas figuras opositoras que por ahora prefieren esperar. “El Pacto de Mayo se hace con o sin la sanción de las leyes. Si no se rechaza, no es tan grave”, sostuvo uno de los voceros del Gobierno que circuló por el Senado y chocó con una resistencia que no esperaba.
Ningún referente del Senado que aún no definió su voto dejó certezas de poder ayudar a la sanción de la ley ómnibus. El plenario abrió con un mensaje negativo del entrerriano Edgardo Kueider, de Unidad Federal, uno de los coordinadores del debate, por presidir la comisión de Asuntos Constitucionales. “No quiero que esto sea un debate a libro cerrado”, aclaró.
El oficialismo tampoco logró solucionar la interna radical. Por el contrario, antes del plenario, Rolandi se reunió en privado con el bloque de la UCR y chocó con los tres rebeldes que quieren demorar el tratamiento de la ley ómnibus: Martín Lousteau, Pablo Blanco y Maximiliano Abad.
“Si estuviste cuatro meses en Diputados, acá no lo vas a aprobar en dos semanas”, lo provocó Abad. Su reacción generó que los gobernadores radicales, interesados en sancionar la ley citaran a una reunión con el bloque para la noche.
En el plenario, Blanco fue el más crítico: anticipó que no votará las facultades delegadas y rechazará la revisión del régimen especial de su provincia, Tierra del Fuego, anexada al final del texto durante el debate en el recinto.
Lousteau se sumó a los cuestionamientos sobre el RIGI, un sistema que habilita beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios por 30 años a inversiones de más de 200 millones de dólares.
El economista lo consideró demasiado generoso, injusto con inversiones menos cuantiosas, destructivo de la industria local y advirtió que podría haber asociación de compañías para acceder a los beneficios. “Este plan es para proyectos que de otra manera no vendrían”, lo defendió Rolandi.
A los funcionarios les costó proteger el artículos 163 del proyecto, que promueven estabilidad tributaria en las provincias como parte del RIGI y casi se cae durante su debate en Diputados porque colisiona con las autonomías provinciales, pese a que se trata de una ley de adhesión. La pulseada podría trabar todo el proyecto en el Senado. “El objetivo es que el esfuerzo fiscal que hace la Nación lo hagan la provincias y los municipios”, lo justificó Guberman.
El argumento ni siquiera conformó a Juan Carlos Romero, de Cambia Federal, uno de los aliados fijos de La Libertad Avanza en el Congreso. “Si la empresa se va a poder instalar igual, adhiera o no una provincia, estaríamos en contra de las autonomías”, planteó. Guberman respondió: “No, no estamos normando por encima de la Constitución”.
Otra voz crítica que sumó es la de Guadalupe Tagliaferri, del PRO, cercana a Horacio Rodríguez Larreta, que está decidida a ignorar a su bloque. En Diputados, el bloque amarillo apoyó a pleno ambas leyes.
Tagliaferri cuestionó el Rigi y fue quien pidió modificar el artículo 163. "Si la voluntad del Gobierno, los invito a que modifiquemos el artículo, para que no quede margen de duda", propuso.
Rolandi prometió abrir una negociación. Dijo que Chirillo intentará "transmitir mejor nuestra posición" y si "no es suficiente, tomamos el punto de poder hacer una modificación”, prometió.
La senadora del PRO cuestionó además que se quiera crear un régimen especial (el RIGI) para luego eliminar el resto, como se propone en la ley ómnibus.
“Yo recibo todo el tiempo fondos de inversión que me preguntan cuándo se va a aprobar la ley”, contestó Francos.
Tagliaferri apuntó contra la eliminación de la moratoria previsional, que en la ley ómnibus XS es reemplazada por una prestación proporcional a los aportes. En el empalme, las mujeres se retirarían a los 65 años, cinco más que ahora. El capítulo se aprobó en Diputados con 125 votos, menos que la mayoría simple.
La eliminación de la moratoria también fue cuestionada por dos senadoras que están contadas como votos a favor en el poroteo de la Casa Rosada: la rionegrina Mónica Silva y la cordobesa Alejandra Vigo, quien además pidió revisar los organismos que serán cerrados por la reforma del Estado.
La neuquina Lucila Crexell y la dupla santacurceña que integran Natalia Gadano y José María Carambia, votos que el Gobierno necesita, presenciaron el plenario, pero no consultaron a los funcionarios.
Unión por la Patria protagonizó los momentos más tensos del plenario. Luego de pedir la nulidad del texto por los errores de transcripción, subsanados con un fe de erratas que llegó minutos antes del plenario, el jefe del peronismo José Mayans, se cruzó con Francos.
"¿Usted cree, como el Presidente, que está en un nido de ratas? Si no pida disculpas, en nombre del Presidente", le exigió. "Por supuesto que no creo que sean un nido de ratas", respondió Francos. Luego discutieron sobre la herencia de Alberto Fernández.
Francos se refirió al polémico artículo del tabaco: dijo que no lo habían incorporado por falta de acuerdo y se desligó del consenso por incluirlo otra vez, del que no participó LLA.
Entre medio del plenario, Unión por la Patria se reunió con dirigentes de la CGT, las dos CTA y de la OIT, quienes se oponen a la reforma laboral incluida en la ley ómnibus.
Por la CGT dijeron presente: Héctor Daer, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez, José Luis Lingeri, Cristian Jerónimo, Jorge Sola. En tanto, por la CTA de los Trabajadores estuvieron Hugo Yasky, Rodrigo Borras, Edgardo Llano; y por la CTA-Autónoma, Hugo Godoy, entre otros.
Juliana Di Tullio, de UP, informó que pedirán que expongan en las próximas audiencias. El oficialista Bartolomé Abdala, a cargo del plenario, sostuvo que los invitará para las próximas semanas.
“Yo sigo confiado en que sea sancionado sin cambios. Como dirigente del fútbol digo que esto se resuelve en el último minuto”, opinó Abdala al salir del plenario. Este miércoles deberá seguir buscando los votos que le faltan al Gobierno.