Elecciones 2023

Las propuestas de Luis Juez: por qué le habló a la Policía de Córdoba

El candidato a gobernador de JxC prometió "recuperar la autoridad y la capacidad de actuación". El diagnóstico que hace el juecismo sobre la relación de las fuerzas con el oficialismo.

Luis Juez transita sobre los mismos rieles de su primera campaña provincial de 2007: la corrupción, un regreso al hueso de su identidad política como quedó demostrado en su acto de lanzamiento de campaña; y la inseguridad, hoy preocupación dominante de los cordobeses, según los sondeos de opinión circulantes.

“El segundo problema que tiene Córdoba, además de la seguridad, es la corrupción y la corrupción se enfrenta con coraje”, decía Juez en el debate de candidatos de ese año electoral donde 18 mil votos terminarían frustrando su ambición política e inaugurando un sistema de postas entre José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti.

Este reciclaje es un recurso calculado, dicen desde el campamento juecista; es la estrategia simple para insistir con el “atraso” que encierra la continuidad del peronismo cordobesista en el poder por más de dos décadas. Aunque, resaltan los contrastes: Juez ya no se presenta como el “gerente de una cooperativa de soñadores” o “el deportivo Juez”, como definía al Partido Nuevo que fundó en 2003, de fuerte perfil personalista.

La noche que precedió a la presentación de propuestas de este martes, el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio (JxC) inauguró el latiguillo de campaña “Es hora de Juez”, con un contador electrónico que marcaban las 800 horas que faltan para la elección provincial del 25 de junio. Allí, en la cena que reunió a la dirigencia y a personalidades del mundo empresarial cordobés como el médico Carlos Oulton o el desarrollista Roque Lenti, Juez se mostró que no es el mismo de 2007. Se describió como un referente de una oposición unida por primera vez en su historia, con cuadros técnicos y hasta una coach donada de la escudería del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Juez resaltó su madurez e insistió con que esta es su última oportunidad.

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Luego de esa tertulia, el candidato decidió poner primer a una campaña que, a decir verdad, venía quedando opacada por los intensos movimiento políticos y electorales del compañero de fórmula que no fue, actual aspirante municipal, Rodrigo de Loredo.

La etapa propositiva -el para qué, que le exigía a Mauricio Macri- quedó inaugurado hoy con el compromiso de cargarse al hombro la inseguridad de la provincia y con un fuerte guiño a la Policía de Córdoba.

Desde el punto de vista contextual, las fuerzas de seguridad transitan un momento particular con el poder político en el marco de la creciente demanda por el aumento del delito que tuvo un pico entre marzo y abril, dato reconocido por altas fuentes del Panal a Letra P; también por el desgaste político asociado a los cambios en el organigrama ministerial y de la propia fuerza con la salida del responsable de la carera de Seguridad, Alfonso Mosquera; y el arribo de la nueva jefa de Policía, Liliana Zárate.

En el diagnóstico que hace el juecismo, el caso de gatillo fácil que terminó con la muerte de Blas Correas, que dominó el debate público durante meses hasta la condena a los efectivos acusados, marcó un punto de inflexión entre el poder político y la Policía que alberga el sentimiento de “desprotección”.

Luego, desde las mismas canteras opositoras, hacen observaciones generales que no escapan a las lógicas del mercado laboral con salarios mellados por la inflación. Destacan la necesidad de más efectivos en la calle que surgen desde las bases policiales, varios de ellos en etapa de capacitación e inhabilitados para ejercer aún, entre otros elementos.

No es casual que Juez haya manifestado apoyo a través de sus propuestas, pese a su pedido de evitar malinterpretaciones. “A la izquierda mía, está el guardarraíl. Necesitamos recuperar la autoridad. Tenemos que rediscutir un Código de Convivencia para que le devuelva a la Policía la capacidad de actuar, con herramientas y capacitación”, dijo en conferencia de prensa en una clara apuesta a dar respuestas a demandas internas, que en el Centro Cívico tampoco desconocen.

Las ideas de Juez

“Voy a ser el ministro de Seguridad de Córdoba”, reiteró una apuesta que deja traslucir que no temerá a los costos políticos asociados a un problema que tiene un fuerte componente político, pero también de naturaleza estructural.

Entre los anuncios, Juez confirmó que declarará la emergencia en seguridad por 180 días; para saltar la burocracia estatal y tomar decisiones con rapidez. Aumentará en un 50% el Presupuesto en Seguridad desde el primer día del 2024.

El capítulo sobre prevención del narcotráfico tuvo un apartado central en la presentación de propuestas con la apuesta de presencia de fuerzas federales y la reconvención de la Policía Antinarcotráfico, que ampliará su capacidad de control del narcomenudeo a cortar con la circulación por el territorio cordobés con mayor presencia en rutas. Finalmente, Juez prometió la construcción de una cárcel de alta seguridad para narcostraficantes.

La réplica llegará en horas, cuando el candidato a gobernador de Hacemos Unidos por Córdoba, Martín Llaryora, exponga parte de su plataforma ante el Círculo Rojo reunido en la Bolsa de Comercio.

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