ELECCIONES 2023

Martín Llaryora vs. Luis Juez, una pulseada discursiva para marcar la cancha de la campaña

Actos simultáneos y ejes contrapuestos en una batalla que recién empieza. Gestión o transparencia. Pasado o futuro. Obras o deuda. Un menú en disputa.

Dos candidatos nacidos a la militancia en el peronismo cordobés con un mismo referente, José Manuel De la Sota, protagonizarán en el próximo mes y medio la campaña para suceder al otro gran líder peronista del siglo XXI en Córdoba, Juan Schiaretti. Hijos de tiempos y formas distintas, a Martín Llaryora y a Luis Juez les toca encabezar dos coaliciones herederas de una nueva tradición política que surgió en el país después del estallido del 2001, la que corre a los partidos tradicionales del centro de la escena y abre lugar a las coaliciones transversales en donde las identidades se diluyen.

En ese marco, a ambos postulantes les toca reinventar su propio relato y moldear su propia historia, que servirán de base para la carrera electoral que tiene como destino la votación del próximo 25 de junio.

Dos veces intendente de San Francisco y actualmente a cargo de la Municipalidad de Córdoba, Llaryora dejó en claro que pondrá el acento en la gestión. Como Schiaretti, quiere hacer valer lo hecho, como base de lo que vendrá.

Juez, surgido como un dirigente que logró rebelarse a las prácticas espurias de la política, autodiagnosticado víctima del fraude electoral, denunciador serial contra los oficialismos de aquí, de allá y de todas partes durante los últimos 15 años, buscará revitalizar el rol que lo llevó a la victoria en las legislativas de 2021 y que lo tiene diariamente sentado en sets de los canales de TV más vistos a nivel nacional. Volverá a batallar contra la corrupción y levantará la bandera de la honestidad por sobre las otras, que entiende llegan de la mano de la primera.

En esos términos, Llaryora y Juez librarán esa batalla rodeados de jugadores de similares características para ver quién representa el mejor camino para una nueva etapa en la política cordobesa, que el 10 de diciembre cambiará para siempre.

Los actos simultáneos con que lanzaron sus campañas durante la noche del martes descubrieron una buena parte de la campaña que no tendrá a Córdoba como único territorio en disputa.

La triple campaña x 2

La presencia de Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Gerardo Morales en el acto de JxC marcaron el comienzo de una estrategia en la que ya se anticipa un rol preponderante de las figuras nacionales de la oposición en la campaña mediterránea. “Para ganarle al kirchnerismo y sacarlos de una vez por todas, tenemos que ganar en Córdoba”, dijo Larreta. “Nadie va a votar traidores”, agregó Bullrich, sumando elementos que, sea cual fuera la resolución de la interna a nivel nacional, dejaron en claro que la triple campaña también tendrá su estrategia del lado opositor.

Esa jugada a tres bandas, que conjuga las elecciones presidenciales, las provinciales y las de la capital provincial, queda mucho más clara del lado del cordobesismo, donde Schiaretti fue vitoreado una y otra vez como candidato presidencial. "No necesitamos traer popes de Buenos Aires”, chicaneó Myrian Prunotto en el búnker del cordobesismo, mientras Llaryora comprometía su trabajo para que Schiaretti pueda “rescatar a la Argentina”.

Ese apego del intendente que quiere ser gobernador con su actual padrino político también pone en debate uno de los aspectos que se más se pondrá en disputa de cara al último domingo de junio. La tan mentada renovación cordobesista choca de frente contra la necesidad de defender, casi sin matices, los 24 años del peronismo en el poder provincial. “Para seguir construyendo la Córdoba del futuro”, claro, pero reivindicando lo hecho por De la Sota y Schiaretti.

Del lado opositor, el cambio estará puesto en los ejemplos del pasado. No sólo por la crítica al poderío sostenido, sobre el que están a punto de lanzar el concepto de “feudo” que ya acuñó Mauricio Macri para referirse a Misiones, La Rioja y Jujuy, sino para reivindicar las gestiones radicales que se sucedieron desde 1983 hasta finales del siglo pasado. De hecho, Marcos Carasso, el compañero de fórmula de Juez y presidente del Comité provincial, es uno de los hombres del referente radical cordobés con mayor peso a nive.l nacional, Mario Negri, que fue vicegobernador durante la segunda gestión de Eduardo Angeloz, entre 1987 y 1991. Este martes, la disputa discursiva por la figura del radical Américo Rubén Martí, el exintendente radical reivindicado desde ambos bandos, fue uno de los puntos distintivos de la partida.

En esa disputa, la mirada sobre el futuro que más preocupa es la que suma un tercer actor a nivel nacional y provincial: Javier Milei. Aunque sin aspirantes en Córdoba, desde ambos lados de la grieta cordobesa sospechan que las listas del libertario pueden llegar a cumplir un rol importante en la elección de junio. El propio Llaryora, que en su fuero más íntimo entiende que esos votos le quitarán apoyo a la lista de JxC, ya anticipó que “muchos se van a sorprender” con el resultado que obtendrán las listas encabezadas por Rodolfo Eiben y Agustín Spaccesi. En las encuestas que miden presidenciables, Milei se ubica en Córdoba en segundo lugar, detrás de Schiaretti.

Ajuste vs. más obras

“Algunos creen que se puede gobernar sin hacer obras, los invito a que salgan a recorrer la provincia y se lo digan a los cordobeses”, dijo Llaryora el martes. La referencia tiene que ver con otro de los ejes de campaña: el debate sobre la austeridad y el recorte en el gasto público.

Es cierto que Schiaretti, sobre todo durante sus dos últimas gestiones, se jugó su paso a la historia a partir de una serie de obras de gran envergadura en la que se destacan gasoductos, redes de fibra óptica, caminos rurales y rutas, muchas rutas. Para una buena parte de la oposición cordobesa, eso fue posible gracias a un gasto excesivo al que se accedió mediante una deuda que hoy “asfixia a Córdoba”. “La inseguridad, la corrupción y la deuda van a ser los grandes temas de la campaña”, le dijo un dirigente radical a Letra P. Allí se jugará, una vez más, la clave de “la Córdoba del futuro”.

Prunotto dijo que “ni el más bravucón de los opositores puede cuestionar lo que hizo Schiaretti”. Spoiler Alert: lo harán. Entonces, el discurso antigireta de Schiaretti jugará un rol principal. Como lo dice casi a diario, el problema de la Argentina no se soluciona con un ajuste feroz ni con una emisión descontrolada. “Tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”, repetirá. Hablará de “la mano tendida” y buscará reafirmar la idea que advierte que “cuando hay una necesidad, no hay que preguntar quién las hace sino ir y hacerlas”. Mientras tanto, intentará apagar los fogonazos opositores presentando una provincia saneada y económicamente en buen estado. Con esa receta, Llaryora prometerá más obras y Juez preguntará “a costa de qué”.

El lanzamiento de campaña de Luis Juez, junto a Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Gerardo Morales. 
myrian prunotto: me gustaria una formula manes?schiaretti

También te puede interesar