Las principales referencias del PRO, que se trabaron en lo que va de la semana en una guerra agónica, salieron este miércoles a ponerle paños fríos a la crisis que se desató ni bien Horacio Rodríguez Larreta sorprendiera a Mauricio Macri con la convocatoria a “elecciones concurrentes" en la Ciudad de Buenos Aires. "Ya está, ahora hay que seguir trabajando", se resignó el expresidente ante lo inevitable en un encuentro del Consejo Internacional de Comercio y Producción (CICyP). ¿Sí, Mauricio?
El ingeniero no se privó de cuestionar al jefe de Gobierno. "Hay líderes que se olvidaron de la épica y dicen ‘¿la mía dónde está?’", lo castigó. "Lo que cuestioné es que Horacio no haya trabajado en equipo respetando a las dos candidatas a presidente", esto es Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal, explicó luego. "Creo que en eso se ha equivocado. Es respetar a tus rivales", agregó.
Sin embargo, el corazón del discurso fue pacificador. "Hemos perdido el diálogo. Siempre hicimos culto del diálogo. Espero que todos vuelvan a focalizarse en para qué quieren ser elegidos para gobernar la Argentina", zanjó. ¿Será así?
Mientras, también Rodríguez Larreta llamó a la paz, por más que vaya a seguir siendo una paz armada. "No hay ninguna posibilidad de una ruptura en Juntos por el Cambio. Tenemos un mecanismo para dirimir las candidaturas. Yo tengo una ley en la Ciudad que dice que se vota con boleta única. Estoy para discutir con los que están de acuerdo y con los que no, pero la ley se cumple", dijo en un encuentro organizado por la Sociedad Rural Argentina (SRA). Paz, sí, pero armada.
Las señales de Macri
Cabe volver a lo dicho por Macri en el CICyP, sobre todo a una frase que, en principio, parece contener las claves de sus próximos pasos. "Vamos a ir a una segunda vuelta con esta nueva expresión más liberal, más rupturista y de enojo. Va a ser un desafío para el candidato que gane la interna", señaló. El verbo "vamos" remite a un sujeto: nosotros, Juntos por el Cambio (JxC). La referencia a la segunda vuelta en disputa con Javier Milei da por sentado que la alianza opositora permanecerá unida hasta esa instancia y que dirimirá su candidatura presidencial en las PASO del 13 de agosto.
La inscripción de las alianzas para las elecciones vence el miércoles 14 de junio y, hasta entonces, hay que seguir prestando atención a señales menos obvias. Lo dicho, dicho está y no parece haber ánimo de ruptura. El detalle es que persisten los alicientes para que ese sea uno de los posibles desenlaces.
"Enfrentarlo (a Milei) es complicado. Nuestro candidato tendrá que demostrar que, más allá de las intenciones rupturistas y de cambio, nosotros tenemos las mismas (intenciones), pero con experiencia. Cada vez más gente se enoja y que cree que hay que dinamitar todo; yo creo que hay que dinamitar casi todo", argumentó Macri. Así planteado, lo que habría entre el minarquista y él sería apenas una diferencia de matiz.
Las señales de Bullrich
La presidenta del PRO, quien arrastra el trago amargo de la objeción de la Inspección General de Justicia (IGJ) a las cuentas de su fundación, también dijo lo suyo en el encuentro de presidenciables de la SRA:
- "Nuestro cambio es un cambio de régimen, no es un cambio a medias. No es un cambio de algunas cosas, ni tibio. Debe ir a las raíces de la construcción de un sistema capitalista de reglas, contra otro que hace de las reglas una permanente y absoluta violación diaria". Teléfono, Horacio.
- "Prefiero negociar con los diputados de Milei que con los que te vienen a pedir el canje".
- "Vamos a cambiar todo lo que haya que cambiar para ir hacia un plan de estabilización, un cambio fuerte. Argentina necesita una descontaminación de leyes, hay unas 500 leyes que son directamente trabas", indicó.
La preferencia y las ideas fueron planteadas por Bullrich, pero podrían haber sido enunciadas también por Larreta y por el propio Milei. El primero, sin embargo, sería "un tibio" y en la firmeza, cree la exministra de Seguridad, radica la posibilidad de darle a la Argentina un verdadero cambio.
Mientras, palabras aparte, los tres bullrichistas de la Legislatura porteña amenazan con dejar sin cuórum propio al jefe de Gobierno, quien tiene solo 29 bancas propias sobre una mayoría de 31…
Las señales de Milei
El economista minarquista también pasó por La Rural, donde habló de dolarización, eliminación de retenciones a las exportaciones agrícolas y creación de una banca offshore para hacer irrelevante al Banco Central, al que, de cualquier forma, se propone clausurar. Más allá del último punto, todo lo que señaló podría ser perfectamente el programa de Bullrich, quien también ha hablado, aunque demostrando poco conocimiento, de "libre elección de moneda" en la economía y de retenciones cero.
Fuera de ese encuentro, Milei dijo en La Nación + que es "absolutamente" más afín a los halcones del PRO que a Larreta y que "obviamente" sigue dispuesto a pactar con Macri y con Bullrich.
La pregunta del millón
"Bullrich y Milei tienen lotes electorales vecinos, pero lo novedoso es que si hasta hace un tiempo esos lotes estaban separados por una ligustrina, ahora lo están por una medianera. Quienes dicen que van a votar a Milei ya no piensan en cambiar por conveniencias tácticas", le dijo hace poco a desPertar, el newsletter de Letra P, un consultor top. Así las cosas, ¿qué sería de la exministra en unas PASO contra Larreta si Milei siguiera embalsando, digamos, un paquete de 20% del padrón que en otras condiciones podría ser suyo? En tal escenario, ¿realmente iría a una interna en las primarias con chances de triunfo? Por último, ¿no podrían volver Macri y los halcones más cerca del mencionado 14 de junio con la idea de una confluencia con La Libertad Avanza, para disgusto del radicalismo y del larretismo?
Todos –aunque no necesariamente todas– hablan de paz en el PRO, de PASO y de sostener JxC, pero el entripado contenido en el razonamiento anterior nos va a acompañar todavía por un buen tiempo.