Juntos en el Barro

Que no se note tanto: Macri, Larreta y Bullrich le bajaron el tono a la interna

Las tres figuras expusieron frente al mismo auditorio en La Rural, pero no se cruzaron. Por separado, evitaron tirar más leña al fuego PRO. Igual volaron dardos solapados.

El expresidente Mauricio Macri, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y la titular del PRO, Patricia Bullrich, estuvieron este miércoles bajo el mismo techo del predio de la Sociedad Rural, pero no se cruzaron. Un símbolo de la caldeada actualidad del PRO, un partido convulsionado por la explosión de su interna. Igual, en sus discursos por separado, las tres figuras partidarias evitaron echar más leña al fuego que desencadenó la decisión del alcalde de desdoblar en concurrencia las elecciones en la Ciudad.

La idea de desactivar el terremoto interno, que es seguido por la militancia amarilla y quienes no comulgan con esa corriente partidaria, fue parte implícita de las exposiciones ante al Círculo Rojo. El primero en bajar los decibeles fue Macri al puntualizar que el problema con Larreta fue que “no le avisó al partido”, después de haber descargado su bronca en privado en un Zoom al que no fue invitado el alcalde. Luego le siguió Bullrich, al excusarse de opinar sobre la situación en la Ciudad frente al asedio periodístico. No obstante, la exministra remarcó que la crisis no pone en riesgo la unidad de Juntos por el Cambio (JxC). Lo mismo dijo Larreta más tarde.

Como contó Letra P, la titular del PRO quiere focalizarse en potenciar la cercanía con el electorado y con la sociedad, al dejar de lado el internismo. Por esa razón, busca salir de lo que considera como “la agenda de la política”. Con ese concepto en idea fuerza, Bullrich evitó las preguntas sobre la interna del PRO. “No podemos seguir hablando de temas de nuestras peleas, no es el momento cuando el viernes se conoce un índice de inflación del 7%”, aventuró una de las personas que colabora con la exministra de Seguridad. Cerca de ella, al salir del predio de la Rural, festejaban que fue la más aplaudida por los representantes del agro.

https://twitter.com/PatoBullrich/status/1646273586917785600

En el caso del expresidente, la decisión de buscar “bajar la espuma” se debió a que en el Zoom del PRO del martes fue quien lideró los reproches hacia el larretismo. “Bullrich no dijo nada porque 'El calabrés' estaba enojado de verdad. No tenía que agregar nada”, recordó ca Letra P uno de los dirigentes que se conectó a esa reunión.

Uno de los colaboradores más estrechos de Macri explicó cómo canaliza el enojo: “El expresidente no tiene la cabeza ocupada por la gestión, tiene tiempo y paciencia para pensar cada uno de sus movimientos”, aseveró. Cerca de Larreta son conscientes de eso y por lo mismo se preparan para una “lluvia de misiles” en los próximos días. “Le vamos a tener que pedir el sistema antimisiles a Israel, la cúpula de hierro”, afirmó uno de los funcionarios de confianza del jefe de Gabinete.

Quienes frecuentan a Larreta aseguran que ante de tomar la decisión que hizo enojar a Macri y a Bullrich calculó meticulosamente cada variable de esa ecuación ya que, de lo contrario, no habría grabado cuatro mensajes diferentes con igual cantidad de medidas.

Bullrich, Macri y Larreta tienen en claro que las situaciones partidarias generan un efecto negativo en la opinión pública. Todas las encuestas que consumen evidencian ese malestar. “Ninguno de los tres evita el tema porque no tenga ganas de discutir, sino porque saben que resta más de lo que suma”, razonó uno de los fundadores del PRO.

La certeza que tienen las tres figuras del PRO sobre el impacto de la discusión partidaria, no evitó algunos dardos, sutiles. Bullrich bregó por la necesidad de un cambio que "no sea tibio"; mientras que Larreta hizo foco en la necesidad de buscar consensos para construir un "acuerdo político" que haga perdurar las reformas en el tiempo. "Lo demás es verso", añadió.

La grieta en el nido PRO emergió también en torno a la figura del diputado Javier Milei. Tanto Bullrich como Macri hicieron referencia a la posibilidad de acordar con su espacio en el Congreso en el caso del futuro tratamiento de reformas del Estado. Larreta no negó el posible diálogo, pero cargó contra los candidatos que "hacen promesas imposibles de cumplir".

Esa fórmula se repitió cuando le consultaron sobre los cortes de calle. "Es mentira que se pueden desalojar cortes de calles con 30.000 personas. El que dice 'los sacó a patadas' les está mintiendo. Para sacar esa manifestación tengo que vaciar al resto de la Ciudad de policías. Esa es la realidad. Cualquier otra respuesta no es seria", dijo el alcalde.

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Patricia Bullrich, en La Rural

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