La CGT puso la cara y el cuerpo en la campaña del candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa. La apuesta fue fuerte, pero no salió. Ahora, tras el triunfo de Javier Milei y la ratificación de una agenda libertaria que incluye ajuste, achique del Estado, privatizaciones y una dolarización que aún no termina de definir sus contornos, la central obrera resolvió no buscar en lo inmediato un contacto orgánico con el presidente electo. La decisión de la cúpula cegetista es esperar al 10 de diciembre y recién ahí concretar un primer encuentro, con el economista ya sentado en el sillón de Rivadavia. Mientras, este jueves ya está citada una reunión para delinear los pasos a seguir y una estrategia para llevar adelante una relación que asoma tormentosa.
Este jueves la mesa chica ampliada de la CGT está convocada en la sede de la UOCRA. Los jefes sindicales se verán las caras luego de que el presidente electo admitiera este martes que habrá "seis meses que serán muy duros" en la Argentina por el impacto del ajuste "de shock" que piensa implementar, y de que ratificara que privatizará YPF, Aerolíneas Argentinas y los medios públicos. Si un encuentro entre "la casta" sindical de estirpe peronista y el anarcocapitalismo que expresa Milei prefiguran de por sí un choque de culturas, la identificación del triunvirato que conduce a la central con el ministro de Economía le agrega un condimento extra, que seguramente comenzará a ser parte de las deliberaciones cegetistas.
Héctor Daer fue quien jugó más fuerte en la campaña. Con su equipo más cercano, se cargó al hombro las movilizaciones que intentaron darle volumen electoral a las modificaciones al impuesto a las Ganancias que impulsó Massa. Además, el hombre fuerte del sindicato de la Sanidad construyó una rosca sanitaria para ofrendarle al entonces candidato oficialista un acto en la UBA con el sector de la Salud junto al gobernador tucumano Juan Manzur. Como si fuera poco, fue uno de los dirigentes que puso la cara en la noche de la derrota en el búnker de UP.
No fue arribismo. La relación de Massa y Daer viene de lejos. El actual cosecretario general de la CGT fue uno de los diputados que asumió en 2013 con la camiseta del Frente Renovador, cuando el tigrense rompió con el kirchnerismo. El estacionero Carlos Acuña, otro de los triunviros, también tiene un hilo rojo que lo conecta con el massismo. Su esposa, la intendenta de Presidente Perón, Blanca Cantero, pertenece al Frente Renovador, fuerza por la que fue diputada provincial bonaerense. Además, Acuña acredita una histórica relación con el gastronómico Luis Barrionuevo, que llegó primero que nadie al nido libertario y se fue en el mejor momento. Ninguno de estos antecedentes parece oficiar como una carta de presentación que allane el vínculo con Milei. Pablo Moyano, el tercero de los jefes cegetistas, está identificado con el kirchnerismo. Tampoco es por ahí.
Por todo esto, la reunión de este jueves en la sede del gremio de la construcción que comanda el incombustible Gerardo Martínez promete un ida y vuelta intenso de cara a lo que viene.
El espejo CTA
También este jueves la CTA Autónoma, que encabeza Hugo Godoy, tiene prevista una reunión por la tarde. Godoy adelantó a Letra P que en el cónclave definirán los ejes necesarios para poner al sindicato “en estado de alerta y movilización” y "para analizar más en detalle el propio programa de Milei y sus anuncios".
Tras aclarar que la organización que lidera considera que "la situación es preocupante”, Godoy advirtió que todo "va a depender del nuevo gobierno: si convoca a dialogar, si quiere resolver las cosas por decreto o si quiere avanzar sobre los poderes del Congreso”.
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"Reconocemos el mandato de las urnas, pero eso no nos va a hacer renunciar a los derechos de los trabajadores. Vamos a defenderlos", apuntó el jefe de la CTA Autónoma, donde pesa fuerte la Asociación de los Trabajadores del Estado (ATE). Justamente, el gremio de estatales, en la mira del proyecto privatizador de Milei, ya rechazó los anuncios del presidente electo y se declaró en estado de asamblea permanente en toda la administración pública.
"No necesitamos esperar al 10 de diciembre para saber que esta Navidad y año nuevo no serán fiestas. El presidente electo anticipó el remate de gran parte del patrimonio estatal. Cuesta imaginarse un escenario de corto plazo libre de despidos”, dijo Rodolfo Aguiar, el flamante secretario general de ATE en la reunión de la conducción nacional del sindicato que se llevó a cabo en un hotel porteño.
ATE ya convocó a una reunión de su Consejo Directivo Nacional para el 14 de diciembre, a sabiendas de que el discurso de Milei frente a la Asamblea Legislativa los pondrá en pie de guerra.