“Los fallos de la Justicia hay que cumplirlos”. En tiempos en los que la judicialización de la política hace tiempo que forma parte del paisaje cotidiano de la discusión nacional, Juan Schiaretti tiene una máxima a la que no está dispuesto a renunciar. Esa postura es independiente de los actores que aparezcan involucrados e, incluso, de los intereses que se puedan poner en juego.
Con el apego a la institucionalidad y la división de poderes como bandera, la posición del gobernador cordobés se repitió en la última semana cuando la lupa fue puesta sobre uno de los hombres que más suenan cuando se hablan de los potenciales aliados que podría conseguir en su carrera a la presidencia: el sanjuanino Sergio Uñac.
Haciendo suya esa postura, el presidente del bloque Córdoba Federal en la Cámara de Diputados de la Nación, Carlos Gutierrez, fue más allá y puso el acento en las posibilidades que el schiarettismo tuvo para “cambiar las reglas del juego” en su provincia. “Nosotros podríamos haber tenido de la tentación de avanzar y reformar la ley electoral provincial para habilitar las re-reelección para intendentes y no lo hicimos”, dice a Letra P, recordando uno de los puntos más conflictivos a la interna del cordobesismo durante la previa a las elecciones de 2023.
“Todo decían que si no lo hacíamos iba a haber consecuencias, sin embargo el tiempo nos dio la razón, ahí están todos los partidos políticos con sus candidatos y candidatas oficializadas sin ningún tipo de inconveniente, con las reglas claras”, dice el diputado consultado al respecto.
Letra P viene advirtiendo que esa "defensa irrestricta a las normas institucionales" es uno de los puntos en los que Schiaretti no cederá en su camino a la candidatura presidencial. Había tenido la misma postura cuando la Corte Suprema falló a favor de un planteo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y benefició el reparto a favor de la tierra de Horacio Rodríguez Larreta, a pesar del evidente perjuicio que la adecuación a ese fallo podría haber representado para su propia administración.
La postura de Schiaretti es mucho más clara cuando se le consulta por el juicio político que el Frente de Todos quiere llevar adelante contra los integrantes del máximo tribunal. Lo dejó más que claro en el inicio del año político cuando arrancó el que fue su último discurso de apertura de sesiones legislativas como gobernador haciendo referencia a los 40 años ininterrumpidos de democracia y recordando a “los 30 mil compañeros desaparecidos que lucharon por un mundo mejor”.
Con ese pie, convocó a “reafirmar los pilares básicos de la democracia” y aseguró que “el país debe tener mayor calidad institucional, debe haber división de poderes, deben respetarse los fallos de la Justicia y ningún poder debe pretender avasallar a otro amenazándolo con juicio político”. De esta manera, expresó su “más absoluto rechazo" al pedido de juicio político contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia, entre ellos el peronista cordobés Juan Carlos Maqueda, que impulsa el oficialismo nacional.
La idea fue reiterada por el presidenciable mediterráneo en reiteradas oportunidades. Por lo que la postura sobre la situación en Tucumán y San Juan no debería sorprender, más allá de la cercanía entre Uñac y en jefe del peronismo cordobés.
Las manos y el fuego
El gobernador cuyo intento reeleccionista fue avalado por la Justicia de su provincia pero se encuentra en stand by tras la acordada suprema del martes es uno de los mandatarios provinciales que, desde finales del año pasado, el cordobesismo imagina pegando el salto al proyecto de centro que impulsa Schiaretti.
La senadora Alejandra Vigo, una de las principales armadoras nacionales del proyecto antigrieta, ofició de nexo para los acercamientos que ilusionaron al peronismo mediterráneo con un desprendimiento que Uñac siempre negó a pesar de diferenciarse cada vez más del Frente de Todos- A su vez, en la disputa con el diputado José Luis Gioja, se encargó de dejar en claro su distancia del kirchnerismo, el límite primero que pone Schiaretti a la hora de pensar en el armado que pondrá a jugar en las primarias del 13 de agosto.
Uñac y Vigo.jpg
Alejandra Vigo y Sergio Uñac, en San Juan, el año pasado.
Sin embargo, el fallo de Corte complica el acercamiento, sobre todo porque Schiaretti no va a poner las manos en el fuego por una eventual alianza que todavía no está confirmada si depende de traicionar posturas que reconoce innegociables. Preocupado por su futuro inmediato, Uñac está pensando en otra cosa. Aunque nadie sabe qué pasará cuando el panorama se termine de aclarar y las elecciones de San Juan dejen de ser parte de la agenda política nacional.
¿Servirá el aborquelamiento del oficialismo contra la Corte para sostener a Uñac o el sanjuanino pegará el salto finalmente a la estructura propuesta por Schiaretti? Allí ya lo esperan Juan Manuel Urtubey, Alberto Rodríguez Saá, Florencio Randazzo, Roberto Lavagna, Diego Bossio y otros tantos dirigentes que se van sumando desde el peronismo que se hartó y se desprendió del armado sobre el que sostiene la gestión de Alberto Fernández. Es una pregunta que quedará abierta, con un límite de respuesta en el próximo 24 de junio, cuando cierren las listas para las PASO de agosto.
Por lo pronto, los equipos de Schiaretti preparan un lanzamiento en la Ciudad de Buenos Aires para la segunda quincena de mayo y un posterior desembarco oficial en la provincia de Buenos Aires. Ahora sí, los plazos se achican y la hora de la verdad se aproxima cada vez más.