"No quiere ningún cargo". Hay quienes dicen que, en el frenético cierre de listas del sábado pasado, a Daniel Scioli le ofrecieron estampar su nombre en la papeleta del Parlasur. Otros, que la oferta era el quinto lugar en la nómina de Diputados por la provincia de Buenos Aires y que se perdió por un (malintencionado) teléfono descompuesto. Lo cierto es que la respuesta era la misma: el embajador en Brasil se bajó como presidenciable y no quería nada a cambio. En la vereda de enfrente, Elisa Carrió aceptó ir a sesionar a Montevideo, si bien hasta último minuto mantuvo su precandidatura presidencial para forzar que Maximiliano Ferraro encabezara la lista a Diputados por la Ciudad en lugar de la ministra larretista Soledad Acuña.
Volviendo a Unión por la Patria, fue Cristina Fernández de Kirchner la que sacó los trapitos al sol con el barro de la interna el lunes, cuando dio su versión de cómo el exgobernador se quedó sin nada. En diciembre, Scioli había obtenido el guiño tanto de la vicepresidenta como de Alberto Fernández para caminar una posible postulación para buscar la revancha de 2015. Eran tiempos en que la exmandataria, a pesar de haber prometido que en 2023 no sería candidata "a nada", sus bases creían que podían convencerla con un operativo clamor. Menos pedían por la aventura reeleccionista del Presidente que tampoco fue. Los tres, Scioli y ambos Fernández, no estarán en ninguna boleta. No se trata de los únicos nombres resonantes que no estarán en las listas en agosto.
Además de Scioli, otro presidenciable quedó en el camino. El mismo sábado del cierre se resignó el diputado radical Facundo Manes y al final no dio el paso, al contrario de lo que prometía el nombre del lema que inscribió 48 horas antes de bajarse, "Dar el PASO". Como el exmotonauta, el neurólogo también declinó un ofrecimiento, una precandidatura al Senado. A diferencia del diplomático, que vio cómo Santiago Cafiero y Victoria Tolosa Paz fueron piezas de cambio pedidas por Fernández, el radical sí negoció con Horacio Rodríguez Larreta sumar un nombre propio en la lista: Pablo Juliano, que va tercero en la lista bonaerense, detrás de Miguel Ángel Pichetto y Silvia Lospennato.
Un caso singular es el de Ricardo López Murphy. El diputado se perfiló primero como presidenciable, como en 2003, al punto de sellar un acuerdo tácito en su partido, Republicanos Unidos, para que Roberto García Moritán fuera el postulante a jefe de Gobierno porteño. En mayo estalló la interna liberal cuando el exministro de Economía se lanzó como aspirante a suceder a Larreta. Moritán pegó el grito y el Bulldog se quedó afuera, por segunda vez, de un partido fundado por él. En la víspera de la medianoche del cierre, Patricia Bullrich presentó a López Murphy como un integrante de sus equipos técnicos, bajo la expectativa de sumarse a un eventual gabinete halcón.
Un pionero fue Juan Manuel Urtubey. El exgobernador salteño fue el único en bajarse del tren del Peronismo Federal cuando Juan Schiaretti admitió conversaciones con Larreta. A pesar de algunos que buscaron tentarlo, no se subió a la ambulancia sciolista que buscaba sumar nombres para su lema "Unidos Triunfaremos". Su exilio fue total: el 7 de junio se bajó como precandidato. Apenas horas antes, el peronista imaginaba protagonizar una megainterna con el gobernador cordobés, Florencio Randazzo y Alberto Rodríguez Saá. El puntano, derrotado por Claudio Poggi en San Luis, no termina de aceptar los resultados, pero amenaza con jubilarse de la política a partir de diciembre.
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"Es uno de los funcionarios que funcionan", halagó CFK a Gabriel Katopodis en su último discurso antes del cierre de listas, en Santa Cruz. Sumado al recorrido del último tiempo, con el ministro de Obras Públicas que pregonaba la unidad en medio de la interna entre el Presidente y la vice, en muchas mesas bonaerenses se lo descontaba como un obvio precandidato a Diputados. No lo fue, ni tampoco buscará regresar a la intendencia de San Martín, donde Fernando Moreira buscará seguir al frente del municipio. "Trabaja por la unidad, laburando con todos y todas para cerrar bien las listas. Eso no quiere decir que vaya a estar", fue el mensaje de su entorno antes de la medianoche del sábado.
Otro que parecía número puesto para firmar era Andrés Larroque. Después de armar su propio espacio, al irse de La Cámpora, el Cuervo quedó sin graznar durante tres días. Embanderado en el clamor por CFK 2023, el ministro kicillofista estuvo ausente de las discusiones del cierre. Recién este miércoles, con un comunicado de su sello, La Patria es el Otro, respaldó la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi.
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Juan Manzur fue el vice que no fue por partida doble. Primero, la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional su postulación a vicegobernador de Tucumán y, por la unidad del peronismo, no existió el binomio con Eduardo de Pedro, más allá de la sesión de fotos que compartieron el jueves y que nunca vio la luz. La filtración de la supuesta fórmula de UP, oficializada con un tuit del gobernador electo Osvaldo Jaldo, no cayó bien en el cristinismo, que nunca terminó de formalizar al exministro de Salud como precandidato.