PALABRAS SAGRADAS

El papa Francisco le sube el volumen a su propio evangelio de la libertad

La doctrina bergogliana choca con la prédica anarcocapitalista de Javier Milei y la Iglesia ya no calla. Estado y poder legítimo. Curas villeros que la vieron.

En otro sermón sobre su idea de la plenitud de la libertad en la caridad, el papa Francisco contrastó esta semana la doctrina social de la Iglesia con la prédica anarcocapitalista del presidente Javier Milei; pero esta vez fue al hueso del modelo libertario de aniquilamiento del Estado y contra la esencia del relato mileísta sobre el sustento del poder.

"Todos los que ejercen un poder público tienen que tener presente que no alcanza con la legitimidad de origen. El ejercicio debe también ser legítimo. ¿Qué justificación puede tener el poder si se aleja de la construcción de sociedades justas y dignas? ¿Puedo ser un buen magistrado mirando hacia el costado frente al sufrimiento del otro?”, les preguntó el pontífice en un videomensaje a un grupo de jueces y juezas argentinas. Las palabras resonaron por el abismo que las separa de la prédica mileísta y más aún por el contraste con el abrazo cordial entre el pontífice y el mandatario en el Vaticano de semanas atrás.

Además les recordó una máxima sobre la administración de justicia en un contexto como el actual, al que definió de injusticias: “El Poder Judicial es el último recurso disponible en el Estado para remediar las vulneraciones de derechos y preservar el equilibrio institucional y social”.

“A quien le quepa el sayo, que se lo ponga”, dice el refrán popular y bien le cabe a Milei, que se siente “empoderado” según reconoció el ministro del Interior, Guillermo Francos, y declama que su plan de ajuste feroz cuenta con el aval de ese casi 56% del electorado que le dio el triunfo en el ballotage.

Milei audiencia
Javier Milei en la audiencia con el papa Francisco

Javier Milei en la audiencia con el papa Francisco

En su guerra contra los gobernadores por la quita de fondos de la coparticipación, Milei también exhibe esa legitimidad, aunque quienes están al frente de las provincias le retrucan que también tienen esa legitimidad de la ciudadanía ganada en las urnas de sus jurisdicciones y, en casos, con propuestas diametralmente opuesta a la doctrina minarquista.

Curas villeros vieron venir a Javier Milei

Milei hizo viral un posteo en sus redes sociales con la frase “NO LA VEN”, en alusión a que la oposición no percibe el impacto de las medidas que promueve en pos del ajuste fiscal y la reducción casi a cero de la intervención estatal.

Los que sí la vieron fueron los curas villeros que, en plena campaña electoral por el ballotage y contra quienes dentro y fuera de la Iglesia los acusaban de tomar una posición político partidaria a favor Sergio Massa, salieron a advertir que el ajuste libertario iba a impactar en los sectores más vulnerables de la sociedad y no en la casta como predicaba Milei.

Los curas villeros sienten ese golpe en carne propia, porque viven y trabajan pastoralmente en las barriadas populares. Dos de las medidas de la administración libertaria le dieron de lleno a esa labor social en las villas.

Uno es el cambio en la modalidad de envío de alimentos a los comedores comunitarios dispuesto por la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; y otro, el recorte del Fondo de Inversión Social Urbano (FISU) que se destina a los procesos de integración de estos asentamientos precarios.

La Iglesia ya no calla

Las autoridades eclesiásticas dejaron atrás la estrategia de crítica sorda en los medios, pero audible en los despachos oficiales, a la que apelaron en los cuatro años de gestión de Alberto Fernández. Ya no callan y expresan alarma por las “políticas del todo o nada” del gobierno de Milei.

Primero fueron los equipos de pastoral social de las diócesis: Córdoba, Morón, Quilmes, por citar algunos. Luego los obispos de manera personal y poniendo el foco en las realidades diocesanas. Ahora, quien levantó la voz fue el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea.

“El diálogo es absolutamente fundamental para poder gobernar. Tenemos un sistema con instituciones que interactúan, no pueden estar unas sobre otras, tiene que haber interacción. Y tenemos que aceptar las distintas miradas. No hay un solo modo de ver, no hay un éste la ve y éste no la ve”, consideró el obispo de San Isidro en una entrevista con Infobae.

Javier Milei en la audiencia con el papa Francisco
Papa Francisco y el mate

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