Gerardo Zamora viajó a Tucumán y puso el gancho en el acta del Pacto de Mayo blue del presidente Javier Milei. Finalmente, el gobernador de Santiago del Estero se corrió de las posturas más duras que expresaron sus pares de Unión por la Patria y dejó abierta la puerta al diálogo con la administración libertaria, a partir del cual jugará su propio partido.
Desacompasada del calendario nacional, Santiago del Estero tendrá elecciones ejecutivas el año que viene. Zamora no puede ser reelecto, pero cuenta con algunas ventajas relativas para poder definir a la figura oficialista que aspire a sucederlo, como ocurrió en 2013 cuando dejó el poder provincial durante cuatro años en manos de Claudia Alejandra Ledesma Abdala, su esposa. El mandatario goza de una oposición provincial fragmentada y un territorio en el que la experiencia libertaria no llega a asentarse. Por sobre todo, aquilata un diferencial que lo distingue de sus pares: posee el control total de las bancas santiagueñas en el Congreso. Son siete votos en la Cámara de Diputados y tres en el Senado.
Sin embargo, no todas son rosas. El gobernador sabe que no puede plantear una guerra abierta con la Nación. Se ubica en las antípodas del pensamiento de quienes llevan las riendas de la Casa Rosada, pero los necesita, a pesar de que busca hacer gala de una situación económica y financiera que la oposición local desconoce, al tiempo que lo descalifica: "Zamora se acomodará con Milei, como lo hizo con todos”.
El gancho en el Pacto de Mayo blue
El zamorismo parlamentario no acompañó la ley ómnibus XXS que Milei había puesto como condición para la firma del pacto que estaba previsto para rubricarse en Córdoba, pero finalmente se concretó en Tucumán. “El gobernador Zamora siempre dijo que no apoyaba ni la ley ómnibus ni el pacto fiscal que revertía Ganancias. Esa fue en el Congreso la posición de los legisladores santiagueños”, explican en el entorno del gobernador que transita su cuarto mandato, no consecutivo, al frente de la provincia.
Sin embargo, a diferencia del quinteto de mandatarios de Unión por la Patria que eligió no viajar a Tucumán, el santiagueño dijo presente el 9 de julio. Aduce que siempre consideró que los puntos expuestos en el acta en la que estampó el gancho con “sólo una expresión de anhelos” del Presidente. En defensa de la “búsqueda de diálogos y consensos” es que siempre estuvo dispuesto a firmar, dicen cerca del mandatario y señalan que puso sus propias condiciones.
Gerardo Zamora y Javier Milei Pacto de Mayo.png
Javier Milei y Gerardo Zamora durante la firma del Pacto de Mayo.
En el zamorismo ponen de ejemplo el punto 9, referido a las jubilaciones. El texto original comprometía a los firmantes con “una reforma previsional que respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación”. Para el gobernador, eso era “nada más ni nada menos que volver a las AFJP”. Cuando la parte referida a la privatización se eliminó del texto definitivo, Zamora dio el ok.
La preocupación de Gerardo Zamora
Más allá de las palabras, hay razones de peso que también sirven de explicación. Según el gobernador, “el tema económico viene complicado” y su preocupación principal pasa por la estrategia para sostener la obra pública, que desde 2005 viene siendo una marca registrada de su gestión. En la provincia advierten que, más allá de lo político, hay un temor concreto de que la parálisis en la actividad termine rebotando en otros sectores.
Todas esos asuntos se pusieron en la mesa cuando hace apenas una semana Zamora se reunió con Guillermo Francos en la Casa Rosada. Allí, además de suscribir convenios para el traspaso de obras de las que se hará cargo la provincia, se avanzó en la reactivación de algunos proyectos nacionales considerados estratégicos por la gestión provincial, como la construcción de la autopista Santiago-Termas, y las cloacas en la ciudad de Añatuya.
En medio de las negociaciones por sumar firmas al Pacto de Mayo, el jefe de Gabinete se comprometió a reactivar los trabajos en la última etapa de las obras hídricas en el denominado Canal de La Patria y en finalizar las viviendas que ya muestran un avance importante de construcción.
Reunión Gerardo Zamora con Guillermo Francos.png
Gerardo Zamora y Guillermo Francos reunidos en Casa Rosada, el pasado 2 de julio.
En esa reunión, Zamora ratificó “el compromiso de la provincia para firmar a la brevedad los convenios específicos, donde contribuiremos a la finalización de otras viviendas en menos estado de avance constructivo, obras de agua potable, como por ejemplo el acueducto Lugones-Mailin y la planta y red de Pampa de Los Guanacos, entre otras”.
El peso de Javier Milei
Por el momento, Zamora sabe que la irrupción de Milei en Santiago del Estero no tiene las características determinantes que ya se experimentan en otras provincias. De hecho, el Presidente se sumó hace pocas semanas a las tropas libertarias que apuntaron sus cañones digitales contra el senador José Neder, que fue filmado durante la transmisión oficial del partido entre Argentina y Canadá que inauguró la Copa América que se disputa en Estados Unidos, pero el hecho no tuvo mayor relevancia.
Gerardo Zamora y Claudia Ledesma Abdala.png
Gerardo Zamora y Claudia Ledesma Abdala durante los festejos por la Independencia en Santiago del Estero.
Distinta suerte corrieron los escándalos que tuvieron como protagonistas a los representantes locales de La Libertad Avanza que ocupan y ocuparon las oficinas santiagueñas del PAMI. A los pedidos de “aportes partidarios” irregulares se sumaron denuncias por devolución de favores políticos y la exigencia de contratación para determinadas personas dentro de las órbitas de las oficinas públicas.
Zamora se refugia en esas esas seguridades propias que alimenta de la impericia ajena. Santiago del Estero es, además, una de las pocas provincias en las que Milei no ganó ninguna de las elecciones y el territorio en el que Sergio Massa obtuvo el mayor porcentaje de votos durante el ballotage de noviembre, con más del 68%.
A favor de Santiago del Estero
Como ya contó Letra P, la oposición santiagueña sabe que no tiene chances de aspirar a modificar el rumbo político de la provincia si no es a través de una unidad amplia. Para eso, los sectores más activos advierten sobre los descuidos libertarios y comienzan a instalar el doble juego del gobernador. “Va a hacer todo lo posible para que Milei se caiga”, afirman.
Sin embargo, Zamora viajó a Tucumán y luego volvió a su provincia, donde el martes encabezó los festejos por la independencia con su gente. Allí, los mensajes pusieron el foco en la unidad y en la necesidad de buscar caminos que abran el diálogo para garantizar la defensa de los intereses provinciales, argumento central de quienes fueron a Tucumán y quienes decidieron no hacerlo.
"El federalismo es una de las banderas que enarbolamos desde Santiago del Estero con Gerardo Zamora a la cabeza, procurando siempre defender los intereses de nuestra provincia, de nuestras comunidades”, dijo el vicegobernador Carlos Silva Neder, que destacó ante la prensa local que “ese es el interés superlativo, superior, que nos motiva, y que es, en definitiva, el desvelo de Zamora y de todos los que formamos parte del equipo de trabajo”.