La reunión de la mesa nacional del Frente de Todos en la sede porteña del PJ se convirtió entre la noche del jueves y la madrugada del viernes en el inicio de un operativo clamor, ahora oficial, para lograr que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner “revea” su decisión de no competir en las elecciones, al definir “una estrategia contra su proscripción”, una proclama que marcó el triunfo del ala kirchnerista y el final del insinuado proyecto reeleccionista de Alberto Fernández.
La estrategia se puso en marcha temprano, con la inesperada llegada al edificio de la calle Matheu del líder de La Cámpora y presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, que en la previa había dejado trascender su decisión de no participar del encuentro y cuyo desembarco sorprendió incluso al mismo Fernández, quien hasta último momento no sabía que el diputado asistiría a la sede del PJ.
El ala kirchnerista, que terminó copando la reunión, estuvo liderada por Kirchner, junto al ministro del Interior, Wado De Pedro; el bonaerense Andrés Larroque, la senadora Anabel Fernández Sagasti, los gobernadores Axel Kicillof y Jorge Capitanich, el intendente Mario Secco, la intendenta Mayra Mendoza y los un contingente de sindicalistas: Pablo Moyano, Hugo Yasky, Sergio Palazzo y Abel Furlan. Una docena de dirigentes de los 33 presentes. Si bien cada uno de los tres sectores de la coalición envió un quinteto de representantes, en la mesa hubo mayoría de sillas K.
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En las más de cinco horas de la reunión que encabezó el Presidente, el kirchnerismo logró imponer el tema de la candidatura de Cristina Kirchner como punto prioritario en la agenda. A la salida del encuentro, hasta referentes del albertismo como el flamante jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y la ministra Victoria Tolosa Paz comunicaron que se conformará una comisión para reunirse con la vicepresidenta y pedirle que revise su decisión de no ser candidata, anunciada el mismo día de ser condenada en la causa Vialidad.
El comunicado posterior a la cumbre, titulado “Democracia sin proscripciones, unidad para transformar” no tuvo casi ninguno de los puntos del temario que, en la previa, habían dejado trascender desde el albertismo que habría, y que incluía, por ejemplo, una discusión sobre una hipotética PASO presidencial, en la que Fernández aspiraba a competir.
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“Quienes integramos esta mesa tenemos como responsabilidad disponer las acciones necesarias para impedir la proscripción de la compañera vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuyo liderazgo y potencia electoral no nos puede ser arrebatado”, dice el documento.
La postura fue avalada incluso por el massismo, que en la voz de Cecilia Moreau ratificó, al final del encuentro, su apoyo a la proclama para que CFK esté en la boleta. El ministro de Economía, Sergio Massa, de los últimos en llegar a la cumbre, se impuso una inflación de menos de 4% para abril para cimentar su eventual candidatura. El IPC de enero fue de 6%.
La duración del encuentro -comenzó a las 20 y terminó pasada la 1.30 de la mañana del viernes- reflejó el nivel de debate interno que atraviesa el Frente de Todos en el arranque del año electoral. El mensaje del final, en tanto, mostró el triunfo del kirchnerismo en la pulseada contra la aspiración reeleccionista de Fernández.