SOLO EN SU TORRE DE CRISTAL

El búnker blindado de Alberto Fernández: hermetismo, silencio, escraches y el fantasma de Amado Boudou

Está recluido en el departamento que, dice, le presta Pepe Albistur. Sus vecinos no hablan. El antecedente de 2012 y una guardia periodística mala para los negocios.

Las cámaras de televisión enfocan la fachada del River View, en Manuela Sáenz 446/482, un complejo de dos torres de 30 pisos inaugurado en 2003 que se convirtió en el signo de opulencia del barrio más caro de la Argentina. Los ojos, de los medios y del país, están puestos en la unidad funcional 215 de la planta 25. Es abril de 2012: Amado Boudou se acaba de convertir en el primer vicepresidente allanado por la Justicia y uno de sus vecinos es Alberto Fernández.

Doce años después, a principios de agosto de 2024, el fantasma de la mirada de un país se posa sobre el mismo edificio. Esta vez, en el piso 12, donde Fernández está encerrado en poco más de 100 metros cuadrados desde la semana pasada, cuando la ex primera dama Fabiola Yañez lo denunció por violencia de género.

Fernández fue testigo de cómo estacionaba Boudou su moto Harley Davinson en la cochera del edificio cuando el juez Daniel Rafecas buscaba conexiones del exministro de Economía con Alejandro Vandenbroele por la causa de la ex-Ciccone Calcográfica. El consorcio confirmó un pago de expensas que los vinculaba. Cuatro años atrás, el ahora expresidente se había refugiado en el River View al dejar la Jefatura de Gabinete. Pasó de ser uno de los hombres más poderosos de la política a acérrimo anti-K, hasta el reencuentro con Cristina Fernández de Kirchner, quien lo pondría en la boleta presidencial en 2019.

El refugio de Alberto Fernández

Ese departamento no es de Fernández: al menos, nunca fue parte de sus declaraciones juradas presentadas ante la Oficina Anticorrupción (OA). El expresidente siempre dijo que lo dejaba vivir ahí el dueño, su amigo Pepe Albistur. Lo repetía mientras paseaba a su perro Dylan en el pasto de enfrente.

Como describió Gabriela Pepe en Letra P, el departamento "es chico", apuntan quienes conocen la propiedad. Tiene un living comedor y una habitación en suite donde duerme Fernández. El expresidente recibe allí a muy pocas personas y no sale siquiera al balcón para evitar las cámaras que apuntan al ventanal desde la vereda.

El hermetismo en torno al caso Boudou vuelve a vivirse con Fernández. No hay vecinos que -buscando fama en los noticieros o followers en sus redes- cuenten infidencias frente a las cámaras de TV. El mantra del consorcio es mantener el mayor silencio posible. Los escándalos no son buenos para el negocio inmobiliario.

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Hubo apenas un par de episodios que rompieron la tranquilidad que busca aparentar el complejo desde el exterior. Una vecina del piso 11, uno abajo de Fernández, colocó un cartel para que lo tomaran las cámaras que miraban unos metros más arriba con una frase de CFK. “Repudio. Típico de machirulo”. La exmandataria la utilizó en 2018 para responderle a Mauricio Macri, que le había pedido al PJ que no se dejara conducir por "las locuras de Cristina".

A los pocos residentes que aceptaron hablar con Letra P no les gustó esa chicana. "La doble moral de cierto sector del peronismo", refunfuñó uno, en referencia a otros casos de violencia de género que alcanzan a dirigentes a justicialistas, como el reciente condenado José Alperovich.

Hubo otro cartel, más personal, con un tono similar. Con marcador negro, en un cartón se escribió: “Como mujer, declárese al Sr. Alberto Fernández persona no grata en River View”. Una versión indica que fue colocado en el parabrisas del auto del exmandatario.

De ser así, el expresidente dejó de ser bienvenido en el edificio, pero el mensaje duró poco en su lugar y terminó tirado en la calle. Los fotógrafos alcanzaron a capturarlo. ¿Quién lo quitó? El rumor indica que fue la administración de River View para despejar la sensación de que permite el escrache público a sus residentes. De nuevo, los escándalos no son buenos para el negocio inmobiliario.

Encierro tras la denuncia de Fabiola Yañez

Fernández está recluido. No se lo ve en las áreas comunes del complejo ni en la zona de amenities. Las escasas visitas que recibió -según dejó trascender su entorno- no fueron registradas y sus ingresos fueron bajo un estricto hermetismo. Hay una entrada de garaje a la vuelta por la más transitada avenida Juana Manso que sirve para desorientar a la prensa fácilmente.

La única que se dejó ver por la guardia periodística fue su abogada, Silvina Carreira, que hasta habló una vez ante los micrófonos. Fue la excepción a la regla del silencio que rige en el River View.

Alberto Fernández, imputado.
Alberto Fernández renunció a la presidencia del PJ.

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