Sin Cristina Fernández de Kirchner en la boleta del Frente de Todos, el gobernador Axel Kicillof y su equipo trabajan en el operativo para adelantar la elección en la provincia de Buenos Aires, con la idea de separarla todo lo posible de las nacionales, pautadas para el 22 de octubre, incluso forzando al máximo la capacidad operativa de los organismos que trabajarán en el armado del comicio. Entre consultas formales e informales a la Junta Electoral y el Juzgado federal con competencia electoral, en la Gobernación empezaron a circular dos fechas posibles para el desdoblamiento, que por estos días asoman como las más firmes dentro de un calendario lleno de complicaciones y limitaciones: el domingo 24 de septiembre y el domingo 1 de octubre, cuatro y tres semanas antes de las elecciones nacionales.
Son las dos fechas más cercanas de la ventana en el calendario que el gobierno bonaerense estudia para desecoplarse de la contienda nacional, siete domingos posibles entre fines de septiembre y principios de noviembre para hacer la elección para elegir cargos ejecutivos y legislativos en el territorio del 38 por ciento del padrón electoral.
La definición, repiten una y otra vez en La Plata, no depende solo de Kicillof, sino de la decisión que termine tomando CFK. Pero la ausencia de la vicepresidenta en la boleta es un factor clave para quienes defienden la idea de "alambrar" la provincia de Buenos Aires intentando asegurar la reelección de Kicillof despegándose de la suerte del candidato presidencial del FdT.
Por eso, cerca del mandatario salieron en las últimas horas a defender el posible adelantamiento como una estrategia que serviría para -triunfo previo mediante en Buenos Aires- empujar a la coalición oficialista en la pelea nacional. "Un desdoblamiento en la Provincia y un triunfo de Axel podría apuntalar la boleta del Frente a nivel nacional”, sostuvo en declaraciones a Futurock el Jefe de Asesores bonaerense Carlos Bianco.
Aunque la decisión recién se anunciaría dentro de un mes, después del cierre de listas y con todo la información sobre la mesa, en el gobierno bonaerense aceleraron las consultas y el pedido de información sobre un operativo con pocos precedentes en la historia bonaerense desde el regreso de la democracia.
Se trabaja en cuestiones legales, técnicas y operativas, entre los despachos políticos de la Gobernación, la Junta Electoral provincial y el Juzgado Federal con competencia electoral a cargo del juez Alejo Ramos Padilla. Y se analizan tiempos y capacidad de respuesta de organismos que realizarán el comicio en medio de un calendario apretado, entre las PASO del 13 de agosto y las elecciones generales del 22 de octubre.
Siempre con la idea de adelantar la elección bonaerense para despegarla del efecto político de una previsible derrota en la elección nacional, las fechas que se manejaron fueron desde fines de septiembre hasta el domingo 15 de octubre, una semana antes de la elección nacional. Incluso, se pensó despegar la elección bonaerense de la nacional pero haciéndola el mismo el día, el domingo 22, pero "concurrentes", con dos urnas y dos sobre distintos. "Imposible", dicen cerca de Kicillof sobre esta última alternativa.
Hoy las dos fechas sobre las que se trabaja con más firmeza son las del último domingo de septiembre, el 24, y el primero de octubre. "Son las dos alterntivas en estudio y en consulta con otros organismos", explicaro a Letra P en la gobernación.
Son las dos fechas más cercanas en el calendario de todas las que Kicillof tenía para elegir, lo que revela la intención de separar los comicios bonaerenses todo lo posible de los nacionales. Eso, incluso contra lo que sostienen desde organismos electorales de consulta en la Gobernación, que explican que esas fechas suponen un peligro de superposición de tareas con todo lo que tiene que ver con el escrutinio definitivo de las PASO, que terminará el 30 de agosto.