El presidente electo, Javier Milei, debió aceptar que no puede anticipar el horario de su jura, como había anticipado en un comunicado que circuló desde su búnker y que adelanta su asunción a las 11 horas. El horario original es a las 12 horas y, a través de sus colaboradores, Cristina Fernández de Kirchner le hizo saber al economista que para modificarlo debería volver a reunirse la asamblea legislativa y votarse un nuevo cronograma.
La reunión decisiva fue este miércoles entre colaboradores del economista y la vicepresidenta, que está a cargo de organizar la asamblea. Milei había consultado a través de sus colaboradores si podía modificar el horario y pese a que le dijeron que no era posible, igual armó un cronograma con sus propios horarios.
En su agenda figuraba llegar a las 11 al Congreso y cumplir con el protocolo, que incluye firmar el libro de visitantes ilustres, para luego participar del acto y la ceremonia de traspaso en el recinto, a las 11.30, en el recinto y frente a la totalidad de los integrantes del Senado y Diputados.
El equipo de la vicepresidenta le hizo saber al de Milei que para cumplir con esos horarios debían convocar a otra asamblea legislativa y no encontraron resistencia alguna. "Ya lo habían aceptado antes de llegar", señalaron cerca de Cristina.
El otro aspecto que complica la asunción es la decisión del economista de dar su discurso en las escalinatas del Congreso y no en el recinto, como es habitual. Según su cronograma, ante la asamblea sólo jurará y luego se irá afuera para hablar ante el público.
Este paso de baile no fue motivo de conflicto en la organización del evento, porque en el equipo de Cristina señalaron que una vez que jure, Milei será presidente y su seguridad está a cargo de la custodia asignada a los jefes de Estado. Inclusive, Victoria Villarruel deberá responder si ocurre algo en las escalinatas.