El radical Rodrigo de Loredo le asegura a la UCR de Córdoba que, esta vez, está dispuesto “a jugar en la cancha del peronismo”. Le adjudica al equipo que lidera el gobernador Juan Schiaretti y su delfín, Martín Llaryora, una tendencia recurrente en la reinterpretación de las leyes, para jugar con los márgenes de los plazos electorales.
En otras palabras, la vía de la doble candidatura no está descartada en Juntos por el Cambio (JxC) y el equipo letrado de la coalición ya tiene lista la ruta judicial que transitará con el objetivo de que no quede firme la modificación del Código Electoral Municipal, que aprobó el bloque peronista en el Concejo Deliberante. No hablan de un intento de derogación, que asumen improbable, aunque argumenten que la sesión especial habilita un planteo de forma; y el presunto ataque al derecho de igualdad de condiciones en la competencia electoral, otro de fondo.
Como el diputado de Evolución ha hecho de su "tiempismo" una marca registrada, es probable que quiera inocular con la “doble” otra dosis de ansiedad al cordobesismo. A su círculo le dice que mide en un 80% su nivel de decisión de acompañar al candidato a gobernador de la alianza, Luis Juez. El arco político local da por descontado que así será, pero agregan, en una maniobra ya clásica: “Hoy está cercano a la candidatura por la vice, pero no está nada descartado”.
Para dar señales de los merodeos tácticos, en el búnker deloredista ya estudian cómo explicar una decisión que, en Hacemos por Córdoba (HxC), tratarán de explotar como antipopular, o bien, antidemocrática.
Se sabe que en campaña salen a la luz los cuestionamientos sobre las figuras que no cumplen con sus mandatos para postularse a otro cargo o se habla de los pedidos de licencia de quienes tienen responsabilidad ejecutiva como un límite confuso entre proselitismo y gestión. De Loredo ya construye la trama argumental, con la que explicará a la ciudadanía por qué escogió el combo completo, si es que decide hacerlo.
“Es una cuestión de construcción de relato”, sostienen en Evolución. El primer ejercicio lo hicieron con la declinación de la candidatura a la gobernación, un hueso duro roer para el radicalismo que comprobó en ese instante que no tendría exponente boina blanca para la gobernación por primera vez en la historia.
Allí desarrolló el primer eje argumental: no cometer los errores del pasado, en referencia a la ruptura de JxC de 2019, para ganarle al peronismo. La épica del renunciamiento.
Ahora, si se concreta la maniobra por la doble candidatura, la apelación al vecino será directa con un dirigente que está dispuesto “a hacer lo que haya que hacer” para devolverle la institucionalidad a la sociedad cordobesa después de dos décadas del mismo gobierno. La épica del altruismo.
En el juecismo miran con ansiedad estas construcciones teóricas y prometen que acompañarán la cruzada judicial, aunque desean definiciones porque hay muestras de que las decisiones políticas ya no van a tono con el cronograma electoral. Por ejemplo, la alianza opositora se formalizó diez días antes del plano perentorio para la inscripción, el 26 de abril.
Blindaje Capital
Mientras tanto, en las canteras de Llaryora alistan a la tropa para asegurar la ciudad y el aporte prometido a los intendentes que se reunieron en el acto de la semana pasada para mostrar el apoyo del interior. Recientemente, el intendente ofreció un asado para dirigentes de HxC del staff provincial y municipal. Ahora les habló a quienes deberán fajinar el voto en las 14 seccionales.
Las dudas de De Loredo los obliga a contemplar posibles escenarios y, si bien en el Ejecutivo dan por descontado que la doble candidatura del radical es impracticable, Llaryora dio por finalizada la interna capitalina al advertir a quienes se quieren anotar que “si quieren ser intendentes en 2027, primero tiene que ganar Daniel Passerini ”. Cabe recordar que el médico sólo puede aspirar a un mandato si se impone en las urnas, por lo tanto, la sucesión en la ciudad volverá a ser tema de discusión más temprano que tarde.
Acto seguido, el propio Llaryora distribuyó por WhatsApp una encuesta a su funcionariado donde muestra a su vice y candidato a la sucesión municipal en igualdad de condiciones estadísticas que De Loredo. La intención de voto que manejarían en el Panal del diputado y el presidente del Concejo los ubica a ambos en el orden del 35%.