Con Alejandra Vigo en plan de revalidar su poderío en el PJ capitalino, el oficialismo cordobés lanzó oficialmente a Daniel Passerini como candidato para retener la capital provincial con un multitudinario acto en el que también participó el intendente Martín Llaryora, que se posicionó como principal protagonista de la renovación partidaria, título que buscará validar convirtiéndose en el sucesor de Juan Schiaretti en el gobierno de Córdoba.
Con las mismas características que el acto que en octubre pasado proclamó al intendente capitalino como candidato a la gobernación, la función de este martes persiguió el fin de lanzar un mensaje de unidad y orden en el seno del peronismo cordobés que hasta hace apenas unas semanas buscaba hacer equilibrio entre las ambiciones de los diferentes sectores que buscaban quedarse con el casillero más alto de la boleta en la ciudad de Córdoba.
De hecho, el acto estuvo antecedido por movimientos previos en los que los dos precandidatos que todavía no habían declinado sus aspiraciones manifestaron públicamente su apoyo a la postulación del viceintendente. “Daniel es mi amigo y yo puedo manejar mi ego, esto no algo personal”, dijo Miguel Siciliano el lunes, horas antes de compartir un acto de gestión junto al vice, donde le brindó públicamente su respaldo. “Quiero que el proyecto continúe”, aseguró el secretario de Gobierno que, como todo el gabinete municipal, estuvo presente el martes a la noche en el acto de proclamación.
Entre ellos estuvo Marcelo Rodio, que suspendió por segunda vez en cuatro días el acto en el que iba a reunir a su núcleo interno para encolumnarse detrás de la candidatura de Passerini, razón por cual se dirigió a los suyos mediante un mensaje de WhatsApp. “Tengo la convicción de que algún día voy a gobernar esta ciudad. Con mucha humildad, les pido a todos que estemos todos juntos para apoyar a nuestro candidato”, arengó el secretario de Transporte local.
Según informó la organización del acto, más de seis mil personas se reunieron en la tarde noche del martes en el hotel Quorum de la Ciudad de Córdoba. Vigo fue la encargada de abrir el camino hacia una noche que tendría como corolario el primer discurso de Passerini en modo candidato. La senadora había sido la principal impulsora del evento, buscando ordenar una interna que está acostumbrada a conducir con maestría. “Detrás de Daniel estamos todos. Todos somos Daniel Passerini”, sentenció la capitana del cordobesismo que tuvo tiempo de lanzar chicanas propias de la euforia militante y marcar el adversario. “Los cambios no los hacen los parlanchines”, lanzó en medio de su discurso y todos en el salón entendieron que el dardo estaba dirigido a Luis Juez, una de las principales figuras de la oposición en la provincia.
Por su parte, con el estilo de prédica de quienes caminan el escenario buscando lograr un contacto visual con la mayor parte del auditorio, Llaryora ungió a su candidato presentándolo como la continuidad de un proceso histórico con epicentro en las figuras de José Manuel De la Sota y Juan Schiaretti, por quien pidió salir a trabajar en pos de su candidatura nacional. La triple campaña “Passerini intendente, Llaryora gobernador, Schiaretti Presidente”, también tuvo su debut formal este 14 de marzo.
“Tenemos que salir a trabajar para que Juan Schiaretti se convierta en el Presidente del progreso, de la unidad y la institucionalidad”, gritó el sanfrancisqueño ante la ovación de la multitud. “Hay que trabajar para que Juan sea el presidente federal que lleve a la Argentina a lo más alto para elevar la calidad de vida de nuestro pueblo”, aseguró un eufórico Llaryora que, lanzado a su propia campaña, hizo un repaso por los que el peronismo considera los aciertos más importantes de la gestión y avanzó sobre algunos nuevos leit motiv con los que el PJ saldrá a desandar la provincia. “El progreso no cansa”, dijo en un momento y también avanzó sobre los rivales de ocasión a quienes nombró como “los otros”.
“Cada vez que les tocó gobernar la ciudad, la fundieron y la dejaron abandonada. Nosotros sabemos que nos falta mucho, pero Córdoba va a seguir en buenas manos porque va a seguir en las manos de Daniel”, concluyó Llaryora dando lugar a un emocionado Passerini, encargado de cerrar su primer acto como candidato a la intendencia.
El viceintendente leyó a la perfección el espíritu reinante en el acto. Saludó, agradeció, repasó la gestión, recordó procesos y definió al grupo dirigencial que lo acompañó este martes como “la generación del progreso, de la transformación, de la mejor calidad de vida para Córdoba”. “Somos peronistas, tenemos el corazón, la mente y el alma en nuestro pueblo y junto al pueblo vamos a seguir adelante”, dijo el flamante candidato que reiteró el pedido para salir trabajar por la candidatura nacional de Schiaretti y por la postulación provincial de Llaryora, la que todos en el PJ cordobés entienden como la batalla principal.
En un mensaje que se repite, Passerini recordó que quienes encabezan las listas opositoras en la provincia y en la capital fueron quienes gobernaron la ciudad entre 2003 y 2019, cuestionando las gestiones cuyos desaciertos fueron heredados por la administración a la que se propone darle continuidad. No dio nombres, pero además de Juez, su principal apuntado es quizás el potencial rival más temido por el PJ citadino: Rodrigo de Loredo. El diputado radical fue el candidato que quiso continuar la gestión de Ramón Mestre, protagonizó una suerte de resurrección política durante las legislativas de 2021 y, aunque todavía coquetea con la idea de candidatearse en la provincia, aparece como el mejor posicionado para disputarle la capital al peronismo.
“Estamos dando vuelta la historia de más de 20 años de decadencia de la segunda ciudad más importante de Argentina y no nos van a frenar con palos en la rueda”, dijo Passerini y aseguró: “Vamos a quebrar cada palo, cada obstáculo que nos pongan, porque eso es ponerle obstáculos a los cordobeses y no lo vamos a permitir”.
El viceintendente se siente el candidato natural del oficialismo en la capital cordobesa. "Quienes hablan de internas son los que no están en el poder", lanza.
Tras escuchar al gobernador, otras fuerzas lo acusaron de falta de autocrítica, por la indefinición del cronograma electoral y la negación de un “fin de ciclo”.