TODOS CONTRA TODOS

Consejo del PJ: un trámite y una foto de unidad antes de la pelea por las candidaturas

El renunciamiento del Presidente descomprimió la previa del encuentro del PJ, que duró apenas 15 minutos. Las definiciones que deberá dar el Congreso del 16 de mayo.

El anuncio de este viernes por la mañana había allanado el camino. Horas después de que Alberto Fernández comunicara públicamente su decisión de no pelear por la reelección, la reunión de la cúpula del Partido Justicialista fue casi un trámite que le puso paños fríos a la interna. Duró 15 minutos, le puso fecha al congreso nacional partidario y generó fotos de unidad para la etapa final de definiciones en las que se resolverá si el espacio llegará a las elecciones con varios candidatos a presidente o llegará a un nombre de consenso.

"Una reunión de consorcio, ojalá siempre hubiese sido así", definió una importante funcionaria cuando salía del edificio ubicado en la calle Matheu, en el barrio porteño de Balvanera, para describir la brevedad del encuentro y el clima de cordialidad. La reunión había comenzado cerca de las 18.30 y había terminado a las 18.45, con apenas dos intervenciones vía Zoom y el cierre a cargo del Presidente.

Fernández usó el final para retomar el mensaje que ya había dejado en el anuncio que se difundió por la mañana, cuando terminó con todas las especulaciones y comunicó su decisión de no ser candidato. Ratificó que está dispuesto a hacer “todo” lo que esté a su alcance para que el Frente de Todos (FdT) gane las elecciones, llamó a sostener la unidad y a generar una estrategia que se definirá en el Congreso partidario, que se celebrará el 16 de mayo, en el microestadio de Ferro.

El Presidente llegó al edificio a las 18.13, escoltado por dirigentes de su círculo íntimo, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello. Ya en la sede partidaria estaban sus otros dos laderos, el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, y el canciller Santiago Cafiero.

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Fernández se dirigió rumbo al tercer piso, donde están las oficinas de la presidencia del partido. Habló primero a solas con Cafiero, Olmos y Vitobello. Después bajó al primer piso, donde se celebró la reunión, en el espacio donde antes funcionaba el auditorio Juan Carlos “Chueco” Mazzon, remodelado este año y reconvertido en un salón más moderno.

Ya en el encuentro percibió distensión. Hasta se abrazó con el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni. “Sin el mensaje de esta mañana, esta reunión hubiera sido peor que la de febrero”, apuntó un consejero nacional apenas salió del edificio. En febrero, el mismo edificio había sido sede de un tenso encuentro de la mesa nacional del FdT en la que Fernández había resistido la presión del kirchnerismo para que diera una definición electoral y desistiera de su eventual candidatura. La reunión duró casi seis horas.

El clima de este viernes distó mucho de aquel. Fernández abrió la reunión con un saludo y la lectura del orden del día. Preguntó si alguien quería hacer uso de la palabra. Entre las 57 personas presentes –con asistencia presencial y virtual– apenas dos levantaron la mano. Fueron la intendenta de General Roca, María Emilia Soria, y Adriana Pérez, dirigente del PJ de Salta. Las dos plantearon cuestiones formales relacionadas con los mandatos partidarios en sus distritos.

No hubo más oradores. A diferencia de lo sucedido en febrero, el cristinismo no hizo ninguna consideración. "Al haberse bajado Alberto, ya no había nada más para decir", explicaron en la tribu encolumnada con la vicepresidenta. La orden del Instituto Patria había sido clara: no generar "ningún tipo de discordia". Se votó la fecha del congreso partidario y se definieron los nombres de quienes serán responsables económicos y financieros de la campaña. Fernández hizo un cierre escueto.

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A la salida, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, vicepresidente del partido, fue el encargado de definir el encuentro. "Fue una muy buena reunión para cumplir con lo legal que marca el partido y avanzar en el reordenamiento en lo electoral", dijo. Antes de llegar a Matheu había pasado por el Senado para reunirse con Cristina Fernández de Kirchner.

La foto final también fue un mensaje. Kicillof estuvo acompañado por Rossi, la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, Berni y dos dirigentes amigos del Presidente, el el diputado Eduardo Valdés –que oficia también de nexo con Cristina– y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.

Para el congreso de mayo quedarán dos definiciones centrales pendientes: si el FdT llegará con uno o más candidatos a las elecciones presidenciales y cómo se integrarán las listas para la Cámara de Diputados, en caso de que no hubiera consenso. “Esto puede derivar en una, dos o tres listas dependiendo de cómo se dé el proceso. Si hay lista de síntesis, habrá. De lo contrario, no hay que hacerse drama porque haya competencia”, dijo Rossi.

En el entorno del Presidente marcaron que la decisión de Fernández fue “un primer paso importante, trascendental para descomprimir la interna y empezar a ordenar” la estrategia electoral.

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