Jorge Capitanich cree que, otra vez, podrá dar vuelta la historia. Después de la derrota que sufrió en las primarias del 18 de junio, tras el terremoto político que generó el asesinato de Cecilia Strzysowski, el gobernador de Chaco piensa que se alzará con un triunfo en las elecciones del próximo domingo, aunque no podrá evitar el ballotage.
El oficialismo llegó golpeado a las PASO, que se celebraron dos semanas después del crimen que impactó al país, por sus características brutales y por su conexión con el dirigente social Emerenciano Sena, que hasta entonces era candidato por una lista colectora que adhería al Frente Chaqueño oficialista.
El devenir de los acontecimientos “puso las cosas en su lugar”, dicen en el peronismo chaqueño. La Justicia local actuó rápido y dictó la prisión preventiva para siete detenidos por el crimen, incluidos Emerenciano y su esposa, también dirigente, Marcela Acuña. El gobierno provincial se constituyó como querellante y pidió que se sostenga la prisión preventiva. Así, el oficialismo disipó las acusaciones de una supuesta protección del clan.
A eso se sumó el encuentro que mantuvo Capitanich con Gloria Romero, madre de Cecilia, a comienzos de agosto. La reunión se celebró una semana después de que Romero conversara en Chaco durante más de dos horas con el presidente Alberto Fernández. El primer mandatario hizo el puente entre la madre de la joven y Capitanich.
“Fue una reunión muy positiva, necesaria, donde primero el gobernador manifestó a la señora Gloria Romero su absoluto acompañamiento durante todo el proceso”, dijeron voceros de la gobernación. El abogado querellante dijo que la mujer se sintió “muy bien” después del encuentro.
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En paralelo, Capitanich salió de recorrida "pueblo por pueblo" y avanzó en negociaciones políticas con propios y ajenos. El peronismo llegó a las PASO dividido en cuatro espacios: el Frente Chaqueño, que llevó como candidato principal a Capitanich; la Corriente de Expresión Renovada (CER), que lidera el intendente de Resistencia, Gustavo Martínez; el Frente Integrador, del exvicegobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff; y el Frente Unidos por la Gente, que encabeza el exgobernador Domingo Peppo.
Después de muchos desencuentros, Capitanich cerró un acuerdo con Peppo, que bajó su candidatura y la lista de diputados provinciales y le dio su respaldo a “Coqui”. Había cosechado el 1,66% de los votos. Peppo mantuvo las listas locales, pero en todos los distritos sus dirigentes hicieron campaña con Capitanich.
Aunque lo intentó, no logró hacer acuerdos con Bacileff ni con Martínez. El intendente de Resistencia obtuvo en las PASO el 8,66% de los votos. Capitanich le hizo múltiples ofertas políticas. En la negociación se puso en juego desde la presidencia de la Cámara de Diputados hasta la integración a un futuro gabinete. Martínez rechazó todo. El peronismo cree que tiene algún tipo de acuerdo con el ganador de las PASO de Juntos por el Cambio, Leandro Zdero.
La calculadora electoral
El escrutinio definitivo de las PASO arrojó un resultado de 37,3% de los votos para el Frente Chaqueño, que impulsa a Capitanich. Quedó cinco puntos por debajo de JxC que consiguió el 42,41%. En la interna opositora, Zdero se quedó con el 54,04% de los votos, mientras que su rival, Juan Carlos Pollini, logró un 45,96%.
El peronismo apuesta a que Zdero no logre retener la totalidad de los votos de Pollini por zancadillas y tensiones internas. Pollini responde al exgobernador Ángel Rozas y controla a la mayoría de los intendentes radicales de la provincia, con los que Capitanich tiene buen vínculo. Zdero era jefe de Gabinete de la ex intendenta de Resistencia Aída Ayala, investigada en una causa por lavado de dinero durante su gestión. El juicio está en pleno trámite. El aspirante a gobernador no está involucrado en la causa y tampoco declaró. La relación con Ayala está rota.
Por último, Capitanich anota como positivo el resultado de las PASO nacionales, el 13 de agosto. Chaco fue una de las pocas provincias en las que Unión por la Patria (UP) se quedó con el primer lugar. Fue 34,64% para el frente que llevó a Sergio Massa como candidato. Segundo salió Javier Milei, que consiguió 28,93% de los votos. En tercer lugar se ubicó JxC, con 26,55%.
El peronismo cree que el resultado de Milei le podría dar un empujón al candidato libertario en esa provincia, Alfredo Rodríguez, que en las PASO consiguió apenas el 2,69% de los votos. Capitanich supone que un eventual crecimiento de la boleta de Rodríguez, este domingo, sería en detrimento de JxC.
El peronismo se aferra a los antecedentes para ilusionarse. En 2021, Chaco fue una de las pocas provincias en las que el oficialismo consiguió dar vuelta el resultado de las primarias. Pasó del 35,67% que consiguió en las PASO al 44,33%, en las generales. Ahora quiere repetir la historia, aunque sabe que es posible que la elección se defina en segunda vuelta.
Como sucede a nivel nacional, para evitar el ballotage, en Chaco la fuerza mayoritaria debe conseguir 45% de los votos o alcanzar el 40% y sacarle 10 puntos de diferencia a la primera minoría.