La precandidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich, recaudó $290 millones para su campaña en una cena que organizó este martes por la noche en el palacio San Miguel a la que asistieron 700 representantes del mundo empresarial. En ese contexto, la titular del PRO en uso de licencia prometió “orden económico” en el caso de llegar a la Casa Rosada.
Junto a su compañero de fórmula, Luis Petri, y otras figuras anotadas en la contienda electoral, Bullrich remarcó que cualquier plan económico necesita “orden y reglas claras” y se comprometió a cumplir con eso en el caso de ganar las elecciones. "Invertir en esa Argentina les traerá rédito”, les dijo a los hombres y mujeres de negocio.
En otro de los pasajes de su discurso, Bullrich hizo una férrea defensa del exfutbolista Gabriel Batistuta, quien fue denunciado por explotación laboral en su campo. La exministra consideró que el deportista “es perseguido por invertir en el país y ser rico”. Luego, bromeó con una conversación que mantuvo con el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en la que le dijo que los empresarios argentinos dejarán de estar radicados en Uruguay cuando ella sea presidenta.
Petri, por su parte, hizo referencia a que su compañera de fórmula tiene coincidencias con la generación del 80 (en relación a Mitre, Sarmiento y Roca entre otros) como también con los próceres que lograron la independencia del país.
El evento, a sala llena, fue organizado por el jefe de campaña de Bullrich, el legislador porteño Juan Pablo Arenaza, y se pensó no solamente para recaudar fondos sino además para dar la imagen de austeridad que buscan en el nido halcón. “Nosotros no tenemos las cajas que usan otros para financiarnos”, remarcó uno de los integrantes de la mesa chica de la exministra de Seguridad en relación al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.