El gobernador juntó a su tropa en La Plata. Coincidieron en que el Congreso del PJ fue “positivo”, pero sigue la desconfianza con Kirchner. Miércoles, Día D.
Tras haber hecho un guiño público hacia el armado de un frente común, Axel Kicillof recibió este lunes en La Plata a un grupo de intendentes alineados con el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) para evaluar el curso de las negociaciones con el cristinismo, de cara al cierre de alianzas del próximo miércoles.
Como deslizó el domingo Kicillof en sus redes sociales, la evaluación sobre los resultados del Congreso del Partido Justicialista (PJ) que se celebró el sábado en Merlo fue “positiva”, aunque todavía hay muchos puntos de discusión sin resolver, además de cómo se repartirán los lugares en las listas, en caso de que la unidad sea un hecho.
En particular, la disputa gira en torno a la designación de los apoderados y la integración de la junta electoral del frente. El kicillofismo plantea que el espacio debe establecer un sistema de firmas “conjuntas o cruzadas” de apoderados. Eso implicaría que tanto el sector de Kicillof como el de Máximo Kirchner y el massismo tendrá que validar la integración de la lista, una vez que esté conformada.
El sábado, un referente del sector cristinista le dijo a Letra P que creía que había un principio de acuerdo sobre el tema, pero en la gobernación bonaerense reina la desconfianza. Por eso, está en pie la posibilidad de que el MDF quede inscripto este miércoles cuando venza el plazo para presentar las alianzas, en paralelo al avance de las negociaciones del peronismo.
“El espacio político del gobernador se va a presentar en las elecciones”, repiten en el kicillofismo. Eso puede adquirir dos formas: quedar contenido dentro del frente que armen en conjunto con el PJ de Máximo Kirchner y con Sergio Massa, o tener una expresión propia, que vaya con una lista separada del resto del peronismo.
“El Congreso del PJ bonaerense dio un paso importantísimo: colectivamente se acordó consolidar un gran frente que, en las próximas elecciones legislativas, funcione como escudo y ponga un freno a la motosierra que hoy arrasa derechos y sueños en nuestra provincia y en toda la Argentina”, escribió Kicillof el domingo en sus cuentas de redes sociales.
Con esa declaración, el gobernador buscó mostrar que tiene voluntad de avanzar en un acuerdo que pueda dejar de lado las internas. Sin embargo, la tensión interna se mantiene. En el kicillofismo no hablan de “unidad” si no de “listas conjuntas”, un término que da cuenta de que la división no tiene marcha atrás. Lo mismo dicen cerca de Kirchner.
El sábado, el presidente del Consejo del PJ decidió no asistir al Congreso partidario. Si bien no tiene obligación, porque se trata de un órgano diferente al que encabeza, el mismo Kirchner dio el presente en congresos anteriores. En el cristinismo mostraron la ausencia como un “gesto” de Kirchner para evitar que su presencia pudiera caldear los ánimos.
De esa reunión surgió el armado de una comisión de cuatro integrantes que, junto a Kirchner, tendrá la responsabilidad de rubricar el armado del frente electoral. Dos forman parte del cristinismo, los intendentes Federico Otermin (Lomas de Zamora) y Mariel Fernández (Moreno), mientras que la vicegobernadora Verónica Magario y el ministro Gabriel Katopodis se anotan en el sector kicillofista.
La decisión final, sin embargo, deberá tener la firma del presidente del partido, Kirchner, y “al menos dos” de los integrantes de la mesa. Ese reparto deja al kicillofismo en minoría, aunque del acta que se aprobó en el Congreso surge que debe respetarse “la ecuanimidad” en la representación de los espacios. Las negociaciones continuarán hasta el miércoles a último momento.