Después de ocho años fuera del municipio y de perder una elección tras otra, el peronismo platense encara el desafío electoral 2023 atomizado en mil tribus enfrentadas entre sí, sin conducción unificada y con una superpoblación de candidatos en la pista y en gateras que anticipan unas PASO calientes, pero con la ilusión de dar un batacazo que capitalice el desgaste natural de la figura de Julio Garro después de dos períodos de gestión.
La salida al ruedo de Florencia Saintout, que el mes que viene encabezará un plenario de militantes como virtual plataforma de lanzamiento, y la campaña cada vez más intensa que ya viene haciendo el ministro de Justicia bonaerense, Julio Alak, en los barrios son las dos principales novedades en un escenario que tiene hoy como principal interrogante qué rol terminará jugando en la ciudad Victoria Tolosa Paz, cuyo destino está atado al del presidente Alberto Fernández.
Pero no están solos. En el peronismo platense hay muchos más dirigentes con mayor o menor recorrido que avisan que están en la cancha, ya sea para animarse a sumar una lista en las PASO de agosto o para negociar lugares en las listas de otros sectores con más músculo. Contando a Saintout, Alak y Tolosa Paz, hay al menos siete precandidatos que podrían terminar jugando en la interna, aunque ese número podría aumentar. Guillermo Cara, el concejal excamporista y excabeza de lista de Tolosa Paz hoy vinculado a Carlos Bianco; Gastón Castagnetto, el massista José Ramón Arteaga -titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT)-, la concejala Paula Lambertini, el exjuez Luis Arias y el diputado bonaerense Juan Malpelli figuran en la grilla.
¿Cómo se resolverá la interna del peronismo en la capital bonaerense? ¿Habrá alguna figura capaz de unificar las tribus? ¿Podrá el Frente de Todos ir a unas primarias que no se conviertan en una guerra a cielo abierto? Recién a fines de abril o mayo, cuando decante el escenario nacional, va a haber respuesta a esos interrogantes.
El desafío no es sencillo. Hace ocho años que la ciudad es gobernada por Garro. El macrista llega al final de su segundo mandato con índices de intención de voto que alimentan su sueño de un tercer período si logra surfear la interna que le están armando los halcones, pero en muchos sectores del peronismo hay entusiasmo por un posible batacazo. Una encuesta que circula por Whatsapp desde mediados de febrero muestra que en La Plata hay una mayoría de votantes que vería con buenos ojos un cambio de rumbo en el gobierno local.
Cada cual atiende su juego
El primero en salir al ruedo fue Alak. El cuatro veces intendente de La Plata viene recorriendo barrios de la periferia con formato “mateada” estilo Kicillof desde principios de febrero y en su entorno hay entusiasmo por un posible lanzamiento formal de una candidatura que, aunque se niegue por ahora, cada vez cobra más fuerza. “Estoy haciendo campaña para Axel 2023. Y para recuperar el voto peronista en La Plata. A esta altura de mi carrera no necesito una candidatura a intendente. Lo hago porque me lo piden muchos compañeros y compañeras”, repite Alak en privado sobre sus recorridas. Hay quienes reclaman mayor participación de otras figuras del gabinete con asiento en La Plata, como la ministra de Mujeres, Estela Díaz, la propia Saintout o Andrés Larroque, para hacer valer las obras impulsadas por el gobernador en el distrito.
Empujado por Kicillof, Alak viene desde el año pasado intentando ser una suerte de ordenador de la interna platense, por ahora sin éxito. Su tarea, dice, es militar para que vuelva el voto histórico del peronismo platense que migró en los últimos años hacia Garro, descontento con la pelea entre Saintout y Tolosa Paz, que dominó al peronismo platense de los últimos años.
Pero la figura de Alak no logra alinear a las tribus. La señal más clara la dio su compañera de gabinete, Saintout, quien comenzó a organizar el plenario militante de La Cámpora y otras agrupaciones kirchneristas que ponga primera al trabajo territorial en los barrios y funcione como mensaje claro de que volverá a competir por la intendencia platense.
Con el aval de Máximo Kirchner, Saintout saldrá a la cancha para no dejarle más campo libre a Alak y para plantar bandera. “La candidata de nuestro espacio va a ser Florencia. Sin dudas. Podemos pensar obviamente en una instancia de diálogo y negociación con otros sectores, por ejemplo, con Alak. Pero el proyecto lo encabeza ella y vamos a ir a una (interna en las) PASO contra el que sea”, dicen en La Cámpora.
Saintout viene envalentonada después de vencer en la interna de 2019 a Tolosa Paz, lo que para el kirchnerismo terminó de zanjar la discusión entre ambas a favor de la exdecana de la Facultad de Periodismo.
En silencio sobre su destino político, la ministra de Desarrollo Social por ahora es la gran incógnita, pero todo el mundo sabe que su suerte y su destino están atados al del presidente Alberto Fernández.
Si el Presidente finalmente va a las PASO para competir por la reelección, Tolosa Paz podría ser su compañera de fórmula, pero ella no deja de decir que su ambición política es gobernar la ciudad de La Plata y es, en un punto, una candidata natural por nivel de conocimiento en el electorado. Si finalmente no juega, ¿impulsará un candidato propio?
Lo cierto es que después de la derrota electoral de 2021, cuando encabezó la lista de candidaturas para la Cámara baja del Congreso en representación de Buenos Aires, Tolosa Paz fue perdiendo respaldos de dirigentes locales. Uno de los que dejó esas filas fue Cara, quien empezó a trabajar políticamente para Kicillof con Bianco como terminal. Desde febrero, Cara recorre barrios haciendo campaña.
Dentro del universo del peronismo platense, también se especula con que presente candidato el sector de los hermanos Bruera, quizás en la figura de Guillermo Escudero.
La familia Castagnetto también se entusiasma con la precandidatura de Gastón, que se suma a una grilla donde el massismo podría impulsar a Arteaga. Y hay más: figuras emergentes, como la del abogado Jerónimo Guerrero Iraola, que rompió con Tolosa Paz, empapela la ciudad y pinta para intentar llegar a la interna.
De ese cóctel saldrá el candidato que enfrentará a Garro en octubre y buscará recuperar para el peronismo una ciudad que ahora amenaza con volver a pintarse de amarillo.