GIRA PRESIDENCIAL

Alberto Fernández y Joe Biden, de las palabras a los hechos

El Presidente logró en Washington todo el apoyo que podía esperar, pero ¿cuánto vale en mano? Un puente para patear la crisis al próximo gobierno y el torniquete del FMI.

Las zalamerías de las citas internacionales suelen generarles espejismos de entusiasmo a quienes gobiernan, entre zozobras, países como la Argentina. Alberto Fernández no es la excepción, habida cuenta del saldo que extrajo de su visita de este miércoles a Joe Biden, inicialmente privada y luego ampliada a las figuras más importantes de los respectivos gabinetes. El encuentro fue todo lo positivo que podía esperar, ¿pero cuánto vale eso en mano?

Valoración de la democracia y los derechos humanos, loas a la cooperación bilateral a 200 años del establecimiento de relaciones, celebración de los "valores compartidos" y de la condena común a la invasión de Rusia a Ucrania, y promesas de trabajo conjunto fueron los puntos centrales de la declaración de ambos mandatarios ante la prensa. ¿China? Prudentemente, brilló por su ausencia. Ese fue, con todo, solo el inicio de un encuentro en el que el argentino dejó expresadas inquietudes más mundanas.

"Compartimos la preocupación ante el cambio climático. Usted sabe que en la Argentina estamos padeciendo la peor sequía desde 1929 y que eso ha complicado mucho nuestra economía. Esa nueva realidad se la estamos planteando a los organismos de crédito, así que espero que sigan acompañando como lo hicieron hasta ahora", señaló el Presidente.

Esa frase es clave. La lucha contra el calentamiento global es uno de los principales caballitos de batalla del demócrata, que necesita de aliados en el mundo ante la inclinación de muchos países desarrollados a arar como el mosquito. Así, enmarcar la sequía en ese tema sensible apunta a comprometer más al estadounidense para que interceda ante el Fondo, de modo que este modere sus exigencias de ajuste y, sobre todo, de una "ruta de vencimientos" que, como dijo Máximo Kirchner, "es impagable".

El canciller Santiago Cafiero interpretó que hubo un "apoyo explícito (…) en consideración de la situación excepcional de la sequía en estos meses, no solo en el programa que tenemos con el Fondo, sino también con todos los otros organismos multilaterales de crédito".

Según el acuerdo en vigor con el FMI, el organismo debe seguir aprobando desembolsos para que la Argentina haga frente a los vencimientos, pero en el revoleo de plata, este año debería comenzar a registrar un saldo neto destinado a reducir la deuda en alrededor de 3.000 millones de dólares. Caída de exportaciones, recesión y reducción de la entrada de dólares y de la recaudación impositiva mediante, eso parece imposible, más en un año electoral.

¿Biden "seguirá acompañando"? El tiempo dirá.

Pasando en limpio

Tal como contó desde Washington Letra P, en su conferencia de prensa posterior, Fernández puso esa frase oblicua en negro sobre blanco. "Tenemos que armar una suerte de puente que nos permita pasar este año con más tranquilidad", dijo sin disimular la urgencia y confiado por ciertos gestos de Biden. Seamos francos: así de dramática es la situación.

Ese mensaje angustiado también se planteó ante el FMI. Ausente por viaje Kristalina Georgieva, Sergio Massa fue recibido allí por la número dos del organismo, Gita Gopinath, quien, avisada de los problemas, pidió mayor ajuste, no menos. ¿Un mal augurio? Además, los técnicos del Fondo afirman que la sequía reducirá las exportaciones –el ingreso de divisas– en la mitad de lo que calculan economistas privados argentinos, incluso adversos al Frente de Todos. Habrá que transpirar para que siga habiendo apoyo…

Annus horribilis

En ese sentido, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que difunde el INDEC, un anticipo de los datos de PBI, indicó que la actividad creció 2,9% interanual en enero y apenas 0,3% contra diciembre en el cálculo desestacionalizado. La desaceleración se hace más marcada en momentos en que los dólares de la soja comienzan a fluir en la supuesta temporada alta de otoño a un ritmo de un tercio que el habitual. En ese sentido, basta observar cómo viene el tramo más reciente de la curva del crecimiento:

EMAE.png

Mientras, la sangría de las reservas continúa y las acciones siguen mostrando una tendencia al alza que no puede entenderse en otro marco que no sea el del entusiasmo de un mercado que se apura en pricear un triunfo electoral de Juntos por el Cambio.

Economía y política: no es caprichoso que Fernández y Massa hayan paseado su preocupación por Estados Unidos.

herencia y sequia: fernandez le pidio respaldo a biden en el fmi
joe el garante: por que biden es clave para el frente de todos

También te puede interesar