Patricia Bullrich reparte sus días en el Gobierno entre el manejo de un área hipersensible como lo es el Ministerio de Seguridad y el despliegue de un nuevo armado político de cara a 2025. A partir de ambos roles, quiere sellar definitivamente un acuerdo electoral con Javier Milei, aunque es consciente de que su principal obstáculo para lograrlo está dentro del PRO: Mauricio Macri.
De hecho, la expresidenta del partido amarillo sabe que es muy probable que tenga que disputar lugares en las listas del próximo año con el fundador del espacio. Por eso, Bullrich le ordena a sus dirigentes salir a defender la gestión libertaria como si fueran un integrante más de La Libertad Avanza, mientras da a entender que Macri no está tan convencido como ella de aplicar el paquete de reformas que propone la Casa Rosada.
En otras palabras, la funcionaria y su mesa chica critican en privado la "moderación" del expresidente y su estratégica pausa a la fusión entre el PRO y LLA. Bullrich está en un dilema: si se conforma un nuevo frente electoral, ella tendrá que pelear con Macri por ver quién digita los lugares en las listas compartidas y quién negocia posibles incorporaciones al Gobierno en representación del PRO.
Las dudas del posible acuerdo PRO - LLA
El armado nacional bullrichista todavía es incipiente. Quedó en evidencia cuando la ministra juntó -sin demasiado éxito- firmas para un comunicado contra el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, en medio del enfrentamiento de las provincias con la Casa Rosada por el recorte de fondos. Lo mismo cuando renunció a su cargo de secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Sebastián García de Luca, uno de sus principales armadores políticos y pieza clave en su triunfo contra Horacio Rodríguez Larreta en 2023.
De todos modos, a Bullrich la siguen numerosos incondicionales, mientras en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos ponderan bien sus gestiones para combatir la inseguridad. Es decir, equipo y algunos cuadros técnicos no le faltan para aportar al mileísmo, pese a que todavía está lejos cualquier posible acuerdo. Incluso, hay dudas sobre qué camino tomará la extitular del PRO si su partido, con Macri a la cabeza, decide presentar candidatos propios. ¿Se queda? ¿Rompe? ¿Desempolva su viejo sello Unión por la Libertad?
Los soldados de Patricia Bullrich al Gobierno
Algunos de los dirigentes políticos del PRO que pasaron por su despacho ubicado en la Avenida General Gelly y Obes al 2200 coincidieron ante Letra P que la ministra les pide explícitamente jugar a fondo con Milei porque cree que indefectiblemente confluirán detrás de su liderazgo el próximo año y les pregunta, también, si están dispuestos a sumarse al Ejecutivo. De hecho, una porción importante de estos interlocutores que respondieron afirmativamente están ocupando en la actualidad distintas oficinas ministeriales.
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Este avance amarillo sobre el gobierno violeta es mirado con recelo por algunos funcionarios cercanos a Milei, tal vez por eso es que una decreto publicado este miércoles en el Boletín Oficial subraya que "las áreas y organismos del Estado no podrán cubrir vacantes de personal sin la autorización" del jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Si bien en Balcarce 50 explican que ese artículo es "redundante porque él ya tenía esas facultades", está claro que el ministro coordinador fue la persona que estuvo detrás del nuevo organigrama del gobierno y el responsable de muchas de las salidas intempestivas de funcionarios, desde Omar Yasín en Trabajo hasta Enrique Rodríguez Chiantore en la Superintendencia de Salud. El el filtro para la convocatoria abierta que hace Bullrich, mirando un 2025 que se acerca cada vez más rápido.