Pretemporada 2023

El doble desafío del PRO en su pago chico: mantener el cuórum y la paz interna

En la Legislatura de la Ciudad, la coalición oficialista pondrá en juego 16 de sus 32 bancas. Multiplicidad de socios para negociar una lista no tan extensa.

El bastión del PRO este año cobrará un protagonismo al cuadrado, no solo porque en la Ciudad de Buenos Aires se discutirá en las próximas elecciones la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta, en una carrera en la que asoma un cuarteto de anotados de peso, sino porque también el oficialismo sufrirá el riesgo latente de perder el cuórum propio en la Legislatura porteña: hoy cuenta con 32 de 60 bancas, entre propias y aliadas, y pondrá en juego 16. En el Frente de Todos también hacen números, ya que se definirá la permanencia de 11 de 19 escaños.

 

El desafío más importante de Juntos por el Cambio, además de mantener su frágil estatus en la Legislatura como hasta el momento, ya que con 31 sufragios puede aprobar leyes simples, será el de amalgamar acuerdos para conformar la nómina de la Ciudad entre todos sus componentes, que no son pocos. En la versión citadina de la coalición opositora conviven, con fricción, la fuerza amarilla, las dos líneas de la UCR (la de Martín Lousteau, Evolución y RxA, de Daniel Angelici), la Coalición Cívica de Elisa Carrió, el Partido Socialista, Republicanos Unidos de Ricardo López Murphy y Confianza Pública, cuya cara visible es Graciela Ocaña.

 

Al momento de discutir lugares, todos intentarán por lo menos no perder lo cosechado e imponer apellidos nuevos dado que hay varios diputados, siete precisamente, que cumplirán en diciembre de este año dos mandatos consecutivos y no podrán renovar su banca. En esa lista, aparece Diego García Vilas, de Confianza Pública, presidente del bloque oficialista, un dirigente capaz de enhebrar entendimientos y bajar tensiones cada vez que la alianza lo necesitó, como graficó un legislador del bloque ante Letra P.

 

Sin posibilidad de ir por un nuevo período también figuran Roy Cortina, la cabeza del Socialismo, dos radicales que responden a Lousteau, Marcelo Guoman y Patricia Vischi, y tres representantes del PRO, Mercedes de las Casas, Daniel Del Sol y Natalia Fidel. JxC además posee una gama de personalidades con la chance de permanecer otros cuatro años con un despacho en Perú 160. Hay gente de la UCR, como Martín Ocampo, un hombre de íntima confianza del expresidente de Boca, Manuela Thourte, que responde a Lousteau y Diego Weck, también de la facción del economista. Del PRO están Ana Bou Pérez, antecesora en el ministerio de Salud de Fernán Quirós, Carolina Estebarena, Esteban Garrido, Matías López y Gimena Villafruela. Mientras que la CC se plantará para discutir la continuidad del ex auditor Facundo del Gaiso y de Lucía Romano, mujer que dispone de la confianza de Paula Olivetto.

 

El panorama, por lo pronto, no luce tan complejo en la otra coalición de envergadura en el recinto, el Frente de Todos. Con tres fuerzas protagonista (La Cámpora, Nuevo Espacio de Participación del vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos y Peronismo x la Ciudad, de Víctor Santa María), la oposición citadina intentará pactar los lugares de las boletas con distintos actores que hacen pie en el distrito.

 

La alianza dispone de un integrante que cumple dos mandatos este año, el camporista Javier Andrade, y otros diez con posibilidad de seguir elaborando leyes para la Ciudad. En esa decena, aparecen todos aquellos que ingresaron al parlamento en 2019: Matías Barroetaveña, de Santa María; un albertista de pura cepa, Claudio Ferreño, amigo de Alberto Fernández y presidente del bloque y del sello ParTE, que fundó el jefe de Estado; dirigentes del kirchnerismo, como María Bielli, Cecilia Segura, Lucía Campora y Claudio Morresi; también Claudia Neira, del NEP; Ofelia Fernández, del Frente Patria Grande; Manuel Socías, la mano derecha del ministro de Turismo y Deportes Matías Lammens; y Laura Velasco, que pertenece a Somos Barrios de Pie, el movimiento social cuya cabeza visible es Daniel Menéndez.

 

La Izquierda, en tanto, coloca en juego una banca de las tres que tiene, la de la socialista Mercedes de Mendieta.
 

 

Javier Milei y su hermana Karina.
Mauricio Macri con Soher El Sukaria, su espada en el PRO Córdoba.

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