Todo el arco político en la provincia de Mendoza tiene un concepto claro de cara a las elecciones de 2023. El senador de la Unión Cívica Radical (UCR), Alfredo Cornejo, es el dueño de la pelota. Incluso su rival dentro de Juntos por el Cambio (JxC), el diputado Omar De Marchi, lo admite en privado: “Si decide presentarse, todos competimos por el segundo puesto”.
Cercano a la jefa del PRO, Patricia Bullrich, quien ya le confesó sus intenciones de que lo acompañe en una eventual fórmula presidencial, la gran duda que tiene Cornejo sobre su futuro es si juega a seguro en Mendoza para construir un proyecto nacional desde un lugar que conoce, o si se lanza directamente a la aventura hacia la Casa Rosada.
La decisión final de Cornejo, según pudo saber Letra P, se conocerá a fines de febrero o principios de marzo, posiblemente en coincidencia con la Fiesta Nacional de la Vendimia; y dependerá de varias circunstancias políticas. Una, la situación de Mendoza, donde a la UCR le costó ocho años recuperar la provincia tras la alianza que el diputado Julio Cobos hizo con el kirchnerismo en 2007. Es que tanto en JxC como en el Frente de Todos (FdT) creen que la marca Cornejo asegura una victoria.
Otra variable clave es la construcción del candidato que pueda hacer el radicalismo. En 2019 la figura del actual gobernador Rodolfo Suárez logró retener la imagen positiva de la gestión de Cornejo. Sin embargo, cuatro años después, ese panorama no está tan claro en una provincia en la que la reelección no está permitida.
En este escenario es cuando aparecen en el pelotón posibles candidatos el intendente de la capital provincial Ulpiano Suárez, quien cree que el senador no competirá, y el exdiputado Luis Petri. La decisión final de Cornejo tendrá, sin embargo, dos particularidades más. Una vinculada a lo que necesite JxC y la otra con sus aspiraciones personales.
El senador ya le avisó a su entorno que cada uno de los pasos que se den estarán orientados a la unidad de la coalición, a cómo asegurarla y a que una figura del espacio se siente en el sillón de Rivadavia a partir del 10 de diciembre. “Si lo necesitan para ganar Mendoza, estará”, responden sus colaboradores ante una pregunta de Letra P. De darse esa situación, Cornejo tiene claro que, después de estos cuatro años, su figura creció y la gestión tendría, por ende, mayor exposición mediática.
“Ojo que también es un número puesto para ocupar un cargo ministerial”, afirman en la mesa nacional de la conducción de JxC cuando sale en la conversación qué podrá hacer el senador. A la par de eso, más a tono con sus aspiraciones personales, poco a poco comienza a ser una de las figuras que confronta con el titular de la UCR, el gobernador jujeño Gerardo Morales. “Si no se da nada, seguirá cuatro años más en el Senado. Cree que puede defender mejor los intereses de Mendoza”, agregan cerca de Cornejo.
Tanto Cornejo como el radicalismo y JxC consideran que la elección en Mendoza es clave, por la señal que puede mandar a la escena política nacional. El recuerdo de 2019 cuando la victoria de Suárez frenó el temor a un aluvión del FdT, luego de que en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) superaron al expresidente Mauricio Macri.
Mientras potencia su rol a nivel nacional, Cornejo busca aprovechar el envión del respaldo que recibió de Bullrich, Macri y otras figuras del PRO en el Zoom partidario del miércoles, en el que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y De Marchi recibieron fuertes críticas de sus pares por la posibilidad de competir por fuera de JxC en Mendoza. “Lo que no saben; es que no hay nada que quiera más Cornejo que ganarle a De Marchi en la interna”, le dijo.