ROSARIO (Corresponsalía Santa Fe) Finalmente, la Corte Suprema santafesina no le puso punto final ni dio lugar a una nueva temporada de la novela Vicentin. Más bien estiró la definición al rechazar el pedido de la agroexportadora para que se revoque el decreto del presidente del cuerpo, Rafael Gutiérrez, el cual había frenado los plazos concursales. En rigor, el máximo tribunal seguirá estudiando la posibilidad de una avocación y decidirá el destino del concurso preventivo.
En el escrito, el máximo tribunal manifestó: “La Corte resuelve rechazar la revocatoria interpuesta. Dejar sin efecto la suspensión del trámite de avocación y disponer las notificaciones de los traslados y vistas oportunamente ordenados”. Sin embargo, la interpretación que ganó en los medios es que se produjo la instancia de intervención concursal.
Incluso, fuentes cercanas a la cerealera sostuvieron que no se trata de “un duro revés judicial” porque “la Corte no decidió avocarse al trámite de la causa”. Es decir, el fondo de la cuestión no fue resuelto aunque sí están las facultades para hacerlo. En ese marco, interpretan como una maniobra mediática la situación que parte del mismo grupo que fue quien pidió que la Corte se avoque.
Por lo tanto, el máximo tribunal tramitará el pedido de avocación y, una vez escuchadas las partes, vendrá el análisis y opinión del Procurador, Jorge Barraguirre para luego sí dar lugar a si la Corte se avoca a la causa o rechaza el pedido y devuelve el expediente al juzgado de origen. Por ahora, el proceso concursal sigue frenado.
La historia
El pedido de avocación fue realizado por la acreedora Commodities S.A. del Grupo Grassi con una base de denuncias de presunta irregularidades. El presidente de la Corte, Rafael Gutiérrez, hizo lugar a la solicitud y a mediados de junio firmó un decreto para suspender los plazos concursales y le pidió a Fabián Lorenzini, juez del concurso, que remita el expediente.
Luego, Vicentin, a través del constitucionalista Ricardo Gil Lavedra pidió la revocatoria de ese decreto que frenaba el concurso. La empresa sostiene que tiene todo listo, voluntades y la plata, para empezar a pagar su deuda una vez que el juez le homologue la oferta. Ahora seguirá estirándose la situación con un final incierto.