Juntos en el barro

El oficialismo porteño se dobla ante el efecto Carrió, pero no se rompe

Los bloques de JxC en la Legislatura acusaron recibo de los dichos de la líder de la CC. Cuatro bancas y un cuórum ajustadísimo, razones para seguir unidos.

El terremoto de magnitud que causó a nivel nacional Elisa Carrió, al apuntar contra varios dirigentes de Juntos por el Cambio (JxC), tuvo sus réplicas en la Legislatura porteña. Con otros números en la escala de Ritcher, la ruptura, por el momento, no figura en los planes de ninguna pieza del oficialismo.

 

Claudio Romero, presidente del PRO en la Ciudad y titular de la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Parlamento, alineado a Horacio Rodríguez Larreta, pidió por la unidad de la coalición, pero apuntó contra la referente de la Coalición Cívica, dejando en claro que sus palabras atentan contra la unidad. “En el contexto de angustia e incertidumbre que estamos viviendo, los argentinos lo último que necesitan es a la dirigencia peleándose”, reprochó.

 

A la idea se sumó Juan Pablo Arenaza, otro diputado amarillo que responde a Patricia Bullrich: ante la consulta de Letra P, señaló que las actitudes de la exdiputada no colaboran para JxC. “Todos tenemos el derecho de repensar la política, pero el límite pasa por las acusaciones personales, no hay que lastimar al otro”, precisó.

 

En sus redes sociales, distintos legisladores del radicalismo también plantaron bandera sobre el tema, al compartir el comunicado de la UCR-CABA y de Evolución, en los cuales se reiteran los pedidos de concordancia con cuestionamientos a la excandidata presidencial.

 

Quienes también fijaron posición fueron los legisladores de la CC-ARI. Facundo del Gaiso, uno de los miembros del bloque, apuntó antes este medio que no le sorprenden las críticas que recibió por estas horas su líder y la defendió. “Lilita tiene un profundo compromiso por nuestra República y todo lo que dice, lo hace para el bien de nuestro país. Y para sostener la unidad de JxC como única alternativa para sacar a la República de esta situación de décadas de frustración”.

 

El terremoto no pasó desapercibido para Roberto García Moritán, el dirigente de Republicanos Unidos, espacio de Ricardo López Murphy. A pesar del entendimiento electoral sellado el año pasado con el jefe de Gobierno, el legislador suele acompañar las iniciativas oficiales, pero también suele desmarcase, como ocurrió este miércoles. “Mientras en JxC siguen con el vedetismo, el kirchnerismo se sigue llevando puesto el país. Necesitamos un plan para combatir la inflación, la dilapidación de reservas, la crisis de las Pymes y la impunidad de Cristina. Prioridades, muchachos”, le reclamó a sus pares de la oposición.

 

Pese a este cimbronazo, ninguno de los actores enarboló la posibilidad de romper el bloque, algo que generaría un cambio de 180 grados en Perú 160. Porque la CC cuenta con 4 bancas: Cecilia Ferrero, Lucía Romano, Juan del Gaiso y Hernán Reyes. Los sucesivos acuerdos con los litlitos, la UCR y el socialismo, dejaron al jefe de Gobierno con un bloque PRO cada vez más chico, por lo que depende de los aliados para sacar las leyes de tratamiento simple. Con 31 votos necesarios, si suma todas las bancas con las que cuenta, JxC llega a 32, un número más que ajustado. 

 

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