Martín Guzmán terminó de detonar un fin de semana que ya era explosivo en la coalición de gobierno con su renuncia al cargo de ministro de Economía. Emplazado por el presidente Alberto Fernández para conseguir resultados urgentes, fundamentalmente en materia de inflación, el académico que quiso ser superministro tomó la decisión en soledad. Según pudo saber Letra P, el equipo que lo acompañó en el Palacio de Hacienda se enteró por los medios de que su jefe no estaría el lunes en su despacho.
"Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina, seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana", redactó el ahora exfuncionario, el más resistidos por el cristinismo del equipo presidencial, antes de difundir la carta de dimisión, dirigida al jefe de Estado.
Guzmán no estaba presionado solo por el Presidente. Renunció al término de una semana en la que el Gobierno denunció que tuvo que frenar una tercera corrida cambiaria.